Después de sufrir una desviación de Qi, Luo Binghe termina perdiendo el control de su espada Xin Mo, lo que abre así una grieta en su propio mundo, el problema en medio de todo este caos es que su amado Shizun termina siendo tragado y desaparecido e...
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« No fue hasta que te conocí que re descubrí lo simplemente que es ser feliz»
— Xie Lian.
»»——⍟——««
N/T: Empiecen a hacer sus oraciones por toda GusuLanjajajajaaJsjs.
Wei WuXian abrió lentamente los ojos.
Su cuerpo todavía estaba adolorido por la caída que había tenido después de acer en ese portal que se abrió de repente, envolviendo le de una manera tan aterradora, pero al menos había aterrizado en algo suave que amortiguó su caída. Inhaló el aire frío y miró a su alrededor, reconociendo la vegetación familiar de ese entorno que conocía demasiado bien.
Finalmente había logrado llegar a casa.
Estaba en el Receso de las nubes.
—¡Hola chicos, llegamos a GusuLan!— gritó Wei WuXian mirando a si alrededor, mientras buscaba con la mirada a sus compañeros de viaje. — ¿Hola, chicos? ¿Dónde están? ¿A-Luo? ¿Hermano Shang? ¿¡HuaHua dónde estás!?
Se quedó en silencio esperando una respuesta, pero al instante se oyó un gemido debajo de lo que estaba sentado.
—Quítate... ¡Quítate de encima mío, imbécil! — Hua Cheng, que ahora servía de colchón para Wei WuXian, se quejó mientras continuaba recostado abajo en aquella hierba húmeda junto a la serena noche.
—¡Lo siento HuaHua, ni siquiera te ví!— Wei WuXian se levantó a toda prisa y trató de ayudarlo a levantarse. El Supremo tenía una expresión no feliz, pero aceptó la ayuda, en cuando logró levantarse y mirar a su alrededor se dio cuenta que estaba en otra montaña, la penumbra se encargó de cegar a todos, pero aún era posible ver los árboles y unas bolas de pelos blancas corriendo por el césped como si tuvieras miedo de esa invasión. Wei WuXian iba a comenzar a llamar a los demás nuevamente, pero un grito sobre su cabeza lo detuvo.
—¡¡¡¡¡AYUDA!!!!!
—¡Hermano Shang!, ¿cómo terminó encima de ese árbol?— Wei WuXian trató de parecer preocupado, pero no pudo evitar no ocultar su sonrisa.
