n u e v e

99 8 3
                                    

—Me ha servido de mucho hablar con Ryan, la verdad es que ver su punto de vista me ha servido para empatizar mucho más con él— Digo antes de darle un sorbo a mi taza de café.

Estoy en el Starbucks con Carson, es nuestro sitio favorito para sentarnos y cotillear.

—¿Y a qué conclusión has llegado?— Me pregunta.

—Pues a que yo tampoco me porté bien con él y que hizo bien en elegir ser feliz con Ava—

—Bueno, feliz...— Hace una mueca.

—Yo habría hecho lo mismo si hubiese tenido la oportunidad—

—Bueno, pero ahora mírales, se están divorciando y encima tú eres la abogada de Ryan—

—Irónico ¿verdad?—

—Mucho—

—Eso sí, no se lo he querido decir pero Ryan lo tiene un poco jodido porque me ha comentado el abogado de Ava en un correo que me mandó, que se han casado en gananciales—

—Uf—

—Ya ves, tendré que persuadir a Ava de alguna manera para que lleguen a un acuerdo—

—¿Como vas a hacer eso?—

—No sé—Suspiro. —He quedado con su abogado en reunirnos en dos semanas—

—¿Tendrás que ir a San Francisco?—

—Sí, puede que vuelva a ver a Arthur—

—Eso es, a ver si te olvidas de Ryan de una vez— Me anima.

—Él... siempre va a ser mi debilidad—

—Que me vas a contar—

Sonrío cuando oigo mi tono de mensaje y veo el nombre de Ryan en mi pantalla.

—Oye pero céntrate en el divorcio, para eso os habéis puesto en contacto de nuevo—

Abro mucho los ojos y Carson frunce el ceño.

—¿No es evidente que es una excusa?—

—¿Una excusa?, ¿para volver contigo?—Pregunta.

¿Soy la única que lo ve?

—No sé, ¿No crees que me echaba de menos?—

—¿Crees que te va a pagar quince mil dólares para que le defiendas solo porque te echa de menos?—

—Podría haber contratado a cualquier otro abogado— Ruedo los ojos.

—Logan, te ha contratado porque eres buena abogada, no por ese romance adolescente que tuvisteis—

—Eso habrá que verlo— Digo respondiendo al mensaje. Le he dicho que quedemos en mi casa para leer la demanda de divorcio.

—Luego te veo—

—Pórtate bien— Me lanza un beso.

—Lo intentaré—

...

Conduzco hasta mi edificio y cuando subo a mi rellano me encuentro a Ryan en frente de mi puerta.

—Hola, ¿querías que nos viésemos?—

—Si, ya he escrito la demanda de divorcio, quería leértela antes de mandársela al abogado de Ava— Digo buscando las llaves.

—Muy bien—

Abro la puerta y le invito a pasar.

—Tengo el despacho arriba— Digo repasándole con la mirada.

Todo de él me pone nerviosa, hasta su olor, cada vez que entra perfuma toda mi casa con esa colonia carísima.

Eleven (Serendipia III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora