Capítulo 13 - El gran secreto de la familia

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Después de que Harry discutiera con Jimena; Sofía se fue, o mejor dicho la corrieron. Por un lado, Sofía estaba agradecida por haber salido del infierno que era esa casa, pero por otro estaba enojada y triste. ¿Cómo era posible que los padres de Harry no se preocuparan por su hijo? Era evidente que el chico tenía algo más haya que la presión de la escuela.

Cuando llegó a casa no tuvo a nadie con quien compartir sus sentimientos, sus hijos ya tenían muchas preocupaciones, y Santiago no llego hasta la noche, cansado; habían encontrado el cuerpo de un hombre de aproximadamente 28 años, lo encontraron enterrado en el mismo bosque donde anteriormente habían encontrado el cuerpo de Martha colgado de un árbol. Santiago le contó a Sofia que el hombre no había sido identificado todavía ya que el cuerpo estaba podrido —Llevaba más de cinco meses muerto— y su rostro estaba totalmente destruido.

Después de su conversación en la noche, durmieron. Sofía no tuvo la oportunidad se sacar lo que llevaba adentro, y eso le afectaba, era una psicóloga y sabía que contener las emociones y no hablar de ellas con alguien era malo.

Eran las cinco de la mañana; parecía que estaba a punto de amanecer y los pájaros empezaban a cantar, ese amanecer le encantaba a Sofía. Ella era la única que estaba despierta, o eso creía.

—Los chicos no entran hasta las siete —Le dijo Santiago mientras le daba un pequeño beso en la frente—. Vuelve a la cama.

—Sabes que no me puedo dormir de nuevo después de despertarme.

—No entiendo como no tienes sueño —expresó Santiago mientras bostezaba—. No dormiste muy bien anoche.

—Se me complico mucho —informó Sofía, pero al ver la cara de curiosidad de Santiago agrego—: Hay muchas cosas en mi cabeza.

—Pues tenemos suficiente tiempo para que me hables sobre eso —dijo Santiago tomando asiento y señalando la silla frente a él para que Sofia se sentara.

—Primero, estoy preocupada por mis hijos con ese asesino afuera y más porque el FBI todavía no tiene sospechosos; en segundo, Carlos fue mi cliente y nunca supe si realmente mejoró, nunca volví a saber sobre sus sentimientos y ahora nunca lo sabré— Sofía tomó una bocanada de aire, estaba hablando muy rápido—. Y, en tercer lugar, la madre de Harry tiene una mente cerrada, no se encuentra preocupada por su hijo, y ni hablar del padre.

—Tarde o temprano se darán cuenta que su hijo necesita ayuda.

—Si sólo pudiera hablar con él...

—Pero no puedes sin permiso de sus padres, es menor de edad —rebatió Santiago—. Además, nadie te pagaría.

—Sabes que no soy psicóloga por el dinero —expresó Sofía con seriedad—. Me gusta ayudar a las personas... le pediré a los chicos que perdonen a Harry —agrego con cierta emoción.

—No van a querer, no hasta que él les pida disculpas

—Entonces me tendré que contactar con otro familiar de Harry —sentencio muy decidida y aferrada a ayudar a ese adolescente—. Espero que alguien sí me escuche.

Sofía tomó su teléfono, buscaba a Charlotte en sus contactos. En año nuevo la había conocido en el aeropuerto, ella estaba esperando a una de sus pacientes que había salido de vacaciones la invitaría a su cena de año nuevo, (Esta tenía depresión, vivía sola por lo que Sofia no se sentía cómoda dejándola sola). La chica y Charlotte se habían vuelto amigas durante el viaje, por lo que decidieron acompañarse. Durante el trayecto al fraccionamiento, las tres se habían conocido y agradado bastante ya que tenían muchas cosas en común, así que compartieron sus números telefónicos.

PesadillasWhere stories live. Discover now