Eran las dos de la tarde. Gael sabía que tenían que irse ya de la oficina. Recogió su mochila y apagó la laptop para dirigirse a la oficina de Ismael. Quién hablaba con Walter.
Los dos alfas estaban encimados al escritorio. Ninguno llevaba su saco. Se veían concentrados en su labor.
—Isma, son las dos.
El nombrado lo miró.
—¿Qué tiene que sean las dos?
Gael cruzó los brazos y levantó su ceja.
—Ismael, hoy es lunes— dijo. El rubio miró a Walter. Ambos tenían la misma expresión en el rostro. —... Ismael— empezó a levantar la voz. —... Clínica...
El rubio esbozó una expresión de asombro. Recordó el asunto.
—Isma, será mejor que te muevas antes de que nos tire una silla en la cabeza— decía el castaño.
Gael seguía serio. Ismael se rió nervioso.
—Ya voy, pequeño— miró a Walter. —. ¿Te molesta, sí?...
—No, no. Vete antes que tu marido me mate— Walter lo empujó.
—Dramático— finalizó Gael dándoles la espalda.
Corría el mes de enero. Era ya un mes desde la hermosa noticia del embarazo del pelirrojo. Por insistencia de Ismael, decidieron que este llevaría sus consultas en la clínica privada a la que su clan tenía acceso a todos los servicios, con gastos que afectarían directamente el fondo de la familia.
Cuando menos pensaron, Ismael vio a Gael quitándose su camisa y corbata, solo para quedarse con su camiseta. La beta obstetra que los atendía quería empezar haciendo un chequeo pélvico, mandaron a sacar al rubio. Este tuvo que acceder debido a que también tenía cosas que atender para con su salud. Cosas que se relacionaban a su problemita reproductivo. Tenía su médico para eso. Luego de un pequeño físico, este lo invitó a tener una charla.
—¿Cómo te sientes con esto del embarazo?— preguntaba el joven delante suyo.
Su médico tenía apenas treinta años y parecía medio loco, pero fue el único que dio en el clavo para el tratamiento adecuado.
—Para ser sincero, no es como lo imaginaba— admitía Ismael mirando lo que escribía en una hojita. No entendía nada y eso que él mismo tenía una caligrafía de niño de sexto grado. —. Mi omega y yo hemos decidido mantenerlo callado hasta que estemos completamente seguros.
—¿Lo dirá a los medios?— el doctorcillo se detuvo.
—¿Cómo?— Ismael lo miraba curioso.
—Ustedes suelen anunciar cuando vendrán cachorros a los medios para hacerle saber a los demás clanes que siguen creciendo como familia. Su padre lo hizo y sus tíos igual, según sepa.
Ismael cerró los ojos. Era una tradición qué, por increíble que parezca, no se hacía tan seguido puesto que cada camada esperaba hasta cierta edad para tener cachorros casi al mismo tiempo. Él, Eda y Jerald eran los que hasta el momento no habían hecho lo mismo que sus otros primos.
Encontró con qué responder.
—Es que mi omega es un poco... ¿Cómo lo digo sin que suene feo?— se rascó la nuca. —Reservado, creo que prefiero llevar la fiesta en paz con él sobre el embarazo.
—Es entendible— tomó un sello para humedecerlo en tinta, lo estampó en la hojita. La extendió a la mano de Ismael. —. Esta es la etapa final, señor Garza. Las pastillas volverán todo a la normalidad— se sonrió mostrando sus colmillos.
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[EN PAUSA] ¿Ya Somos Familia? || Original - Omegaverse
RandomContinuación de Negociando Con El Corazón. Ismael y Gael ponen a prueba su relación para obtener la aprobación que le daría una vida tranquila a su descendencia. Pero, ¿qué tan fuerte es su amor por el otro cuando las dudas y malas lenguas se ponen...