¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los guardias pasaban uno tras otro, de manera automática por la vista de San, era algo que acostumbraba a ver desde el exterior pero ahora que lo vivió de cerca simplemente llegó a plantearse qué tan desastrosa o necesitada era la vida de los habitantes que se encontraban a merced de las grandes potencias. Si bien siempre criticaban a aquellos que otorgaban casi toda su vida a la familia real no podía culparlos del todo, cada uno tenía necesidades básicas o bocas que alimentar. Sin embargo, había algo que dejaba cierta incertidumbre en la mente del pelinegro, no malentiendan no era nada relacionado con alguna sospecha o mirada extraña hacía su persona, era más bien una ligera opresión en cómo habían juzgado tanto a la realeza, tenían poco tiempo de haber conocido a esos nobles y sucesores de monarcas, los cuales fueron amables casi todo el tiempo siendo esta vez los bribones piratas sin conciencia propia quienes iniciaron todo un problema político y social. Claramente los prejuicios y la falta de comunicación sobre un tema donde no todos los individuos involucrados están enterados, va a terminar en una catástrofe. Eso comenzó a hacerse claro a todos en el momento en que su increíble plan se fue por la borda y acabó con un hada con ala rota, dos príncipes de diferentes reinos intercambiados y una amenaza de muerte por un hermano sobreprotector, vaya que grandioso día para tirarse por aquella ventana. La opción se veía tan tentadora.
Continuó con sus planes de salir por aquellos cristales antes de concentrarse en el traje que lo estaba horneando por dentro. Al cabo de unos segundos se estaba impacientando, logró quedarse un turno más en la puerta pero aquello no duraría demasiado, al menos había ganado alrededor de 20 minutos para que rescataran a Seonghwa. Sí, un verdadero desafío si tomaba en cuenta lo mucho que tardaron en encontrar el camino a la habitación de Jeongin, tuvieron suerte que ningún guardia estuviera en el interior.
Mantenerse dentro de sus pensamiento a veces pueden llevarte la contraria, más que nada cuando estás en un tipo de misión encubierta, por lo que no noto cuando una silueta un poco sombría pasó delante suyo junto con un tumulto de gente siguiéndolo, no lo había visto muy bien pero dedujo de quien se trataba y rápidamente entro en pánico. Xion.
- ¡No puedo creer que los demás escaparan! El rey nos mandara a matar a todos por su incompetencia- señalaba un par de chicos que parecían bastante arrepentidos.- ¿Ahora cómo le explicamos que un grupo de piratas que han estado robandonos a diario se escaparon y en lugar de eso solo atrapamos a un hada infragante que por si fuera poco parece ser unos de esos domadores de especies?- tomó una bocanada de aire- ¿¡Y que esa especie está allá afuera porque se escapó al igual que los idiotas de mar!?
-Lo sentimos pero ninguna de las patrullas o vigilancia logró llegar a ellos- respondió lo suficientemente alto un subordinado, con la mirada un poco retadora y con una pizca de valentía- hicimos todo lo posible.
-¿Todo lo posible?- espetó con sarcasmo, y repentinamente un puño chocó en el pómulo del joven- No hagas ese tipo de bromas ahora.- lo miro fríamente y se alejó con las tropas sobrantes de ahí.
