Capítulo 2

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La inesperadamente visita de su vecina de al lado lo tomo por sorpresa, no esperaba tener visitas, era más. Jughead nunca tenía visitas. No era un tipo que estaba rodeado de amigos.

—  ¿Puedes darme un minuto? —  Preguntó Jughead.

Veronica asintió. Jughead cerró la puerta y Veronica quedó un minuto, esperando. Dios tampoco es que iba a criticar si su apartamento estaba sucio, al fin y al cuentas ella  tampoco es la viva imagen de la limpieza. Bueno no en hacer la limpieza, normalmente Veronica contrataba a personas para que hagan una limpieza exhaustiva a su departamento un día por cada semana, ella podía hacer una limpieza simple pero no era perfecta haciendo eso.

Por muy fácil que sonara.

Después de un rato Jughead regreso y abrió la puerta, luciendo mucho más cómodo que antes. Invito a Veronica a pasar con un ligero movimiento de cabeza que indicaba que entrara. Ella pasó junto a él. Miró las cajas de pizza apiladas en su mesa y los vaso de café frente a su televisor.

Jughead sonrió nervioso — No esperaba a nadie — Él explicó en voz baja, Veronica asintió, ella había ido sin avisar, por lo que aparentemente era la intrusa

— No pasa nada — Niega — ¿Qué haces, trabajas en una pizzería? — preguntó sonando casual y amigable.

Jughead soltó una ligera risa y negó — No, en realidad soy escritor. Trabajo en en una editorial SilverBell y tambien me especializó en Ciencia tecnológica, aunque solo es un pasatiempo —  Se encogió de hombros y Veronica miró de arriba abajo.

Eso era interesante. A decir verdad, ni siquiera sé había imaginado que el se dedicaba a eso, Veronica no era mucho de literatura y mucho menos de ciencia. Ella daba más para lo artístico.

— ¿No se supone que ya debes ser hombre viejo y canoso?—  preguntó con cierta inocencia, Jughead se echó a reír.

— Que estereotipos, ves demasiada televisión sin duda — Negó el pelinegro

Jughead tenía veintitrés años y se graduó de la Universidad de Nueva York cuando tenía veinte. Era bastante inteligente y dedicado, por lo cual en la preparatoria y en la universidad lo aceleraron de ciclo, por lo que le fue bastante bien. Jughead tenia ese tipo de miradas, que cuando la vez por primera vez, notas la curiosidad en sus ojos, esas ganas de conocer y explorar todo lo que le rodea, un alma libre y curiosa. Claro, Jughead no era del todo libre, siempre tenía límites y eso lo retenía.

El se podría ganar el puesto del chico más inteligente del mundo. Claro, Veronica no sabia nada de eso, ella a diferencia de Jughead, no tenia esa chispa en sus ojos y aunque se limitaba en cuestión de sus curiosidades y no tenia tanto conocimiento como él, era libre en muchos sentidos.

Quizás Veronica era el ser libre que Jughead no podía ser.

Y Jughead era ser perspicaz que ella no era por completo.

— Jughead, se que eso sonara muy, muy loco pero necesito un favor — Empezó un poco avergonzada — Como un gran, gran, gran favor — Admitió.

Jughead la miró.

— Bien—  Dijo lentamente sin comprender muy bien. Veronica se mordió el labio.

— Es dificil de explicar — Comenzó con calma. Jughead esperó pacientemente a que terminará de hablar — La situación es esta, mi mejor amiga se va a casar pronto, va hacer una hermosa y fantástica boda — Jughead frunció el ceño, más no la interrumpió — Sé que no nos conocemos, pero créeme, eres mi último recurso — Veronica lo miro con cautela, era mentira, el era su primera opción, la última era pedirle a su primo Ángel que fuera con ella, nadie lo conocía y podía hacerlo pasar como su novio, lo cual no era algo que ella quería — Mi ex es estara en la boda y se supone que yo soy la dama de honor. Mi mejor amiga puede ser una verdadera perra a veces y quiero demostrarle que no soy tan patética como ella puede pensar que soy —  Veronica empezó hablar sin pesar en ninguna de sus palabras — Y aparentemente mi ex traerá a una hermosa y brillante chica como su cita y...Ufff

•𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐒𝐀𝐒𝐓𝐑𝐄 ⇢ JeronicaWhere stories live. Discover now