Capítulo 23

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— Está bien, la cena de esta noche será a las siete, un poco más tarde de lo habitual, no lleguen tarde — Les informo Cheryl y todos estuvieron de acuerdo antes de retirarse a sus bungalows.

Cuando Jugehad y Verónica regresaron a sus bungalows. La pelinegra se relajo soltando un pequeño suspiro, en todo el viaje de regreso lo único que había deseado era dormir cosa que no pudo hacer y en esos momentos tampoco podía, tenia que alistarse para la cena y ella se demoraba mucho en arreglarse

— Estoy tan cansada — Infla sus cachetes abatida, Jughead sonríe, él tenia cara de querer dormir al igual que ella — ¿Puedo ducharme primero? —  preguntó —  Demorare mas que tu, tenlo por seguro, tu puedes descansar un poco, se nota que tienes sueño

—Sí, claro — Sonríe Jughead — El viaje fue algo agotador — Verónica afirmó, al menos alguno de los dos debía descansar aunque sea un poco. Ella podría aguantar el sueño.

Tomo las cosas que iba a necesitar y se duchó, cuando termino se sorprendió que no había traído ningún vestido con ella y Jughead estaba en la habitación, no podía ir como si nada para cambiarse al cuarto, tenia que sacar a Jughead de ahí, pero Apostaba que el estaba descansando y no quería levantarlo. Se envolvió él cuerpo con una toalla, podría ir al cuarto y sacar la ropa que necesitaría rápidamente, él detalle estaba en que ni siquiera sabía que iba a ponerse.

Bufo para si mismo, su única opción era sacar a Jughead o decirle que le pase algún vestido

— ¡Torombolo! —  Exclamo llamándolo, no hubo ninguna respuesta  — ¡Juggi! ¡jug!  — Rodo los ojos —  ¡JUGHEAD!

—  ¡Ay! -— Lo escucho decir —  Dime

—  Umm... Necesito cambiarme ¿Podrías pasarme un vestido?

—  ¿Yo?

-— Si — Contesta, probablemente se arrepentiría de eso — Pasame cualquier vestido, que sea adecuado para la ocasión

—¡Pero yo no...!

—¡Por favor Jug! ¡Por favor! —  Lo interrumpe — Tengo todo lo que aquí necesito, solo quiero un vestido. Después sigues durmiendo

—Esta bien — Accede Jughead después de un prologando silencio — Pero si no te gusta, no es mi culpa

Verónica rueda los ojos — Vale, vale

Se quedó un rato en la puerta del baño, envuelta con la toalla hasta que vio por la puerta de cristal esmerilado que se acercaba. Abrí la puerta para que él le del vestido y luego el cerro

—La verdad no se si esta bien ese vestido — Escucho decir a Jughead

Veronica miro el vestido que escogió, no estaba mal, era un vestido con encaje en su cuerpo y el escote que no cubría los hombros con las mangas forman una espalda sensualmente abierta, con encaje de lentejuelas y suelto de la cintura para bajo hasta llegar a las rodillas. Jughead había elegido bien para su buena suerte

— Tranquilo, esta perfecto — Responde — Sigue descansando

Se puso él vestido con tranquilidad y se arreglo, no queria maquillarse por lo cual solo se riso el cabello y se coloco un poco de brillo. Camino hasta su habitación descalza, pero con cuidado, cuando llego Jughead yacía en la cama, cansado. Sonrió para si mismo al ver lo adorable que se veía durmiendo y decidió no levantarlo, hasta terminar de decidir que calzado usar

— ¿Ya has terminado? — Pego un pequeño grito al escuchar la voz de Jughead, ella ya se estaba poniendo unos tacones del mismo color que su cabello.

Volteo a mirar a Jughead — Hace un buen rato, solo estaba escogiendo un calzado. Ya Sabes, la perdición de cualquier mujer

Él chico irritante — Eres muy vanidosa Lodge ¿Ya te lo han dicho?

•𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐒𝐀𝐒𝐓𝐑𝐄 ⇢ JeronicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora