Ambos se conocen desde muy chicos cuando Tom vivía enamorado de Zendaya, sin embargo ella nunca la pudo corresponder. Muchos años más adelante se reencontrarán de la manera más curiosa
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“Tom, Dayana, Zendaya, & Ana”
Pronto pudieron sobrellevar lo pasado tres semanas atrás, aún así Tom no dejaba de estar alerta ante cualquier extrañá situación o ante cualquier persona sospechosa que se le pudiera acercar a la castaña, y fue ese 03 de octubre en la noche cuando cada uno resivio un email que los haría rememorar momentos difíciles, en especial para Tom, se trataba de una invitación para una reunión de ex alumnos, Tom no dudo ni por un momento en denegar la invitación sin embargo no contaba con que para Zendaya esa época había sido la mejor en su vida.
¡Tan feliz, tan feliz!.
Gritaba la castaña mientras aún en pijama salía de su habitación brincando.
¿Sucede algo, señora?.
Pregunto él Hombres un poco desubicado ante la euforia de ella.
Estoy muy contenta señor Holland, porque me acaba de llegar una invitación de ex alumnos, es un reencuentro y es que la secundaria fue una de las mejores etapas de mi vida.
Decía fulgurante y nostálgica.
No creo que sea buena idea exponerse así.
Dijo él pensando que de esa manera la haría cambiar de opinión.
Relájese señor Holland, ya hablé con Timothee y dijo que no hay ningún problema con que vaya siempre y viendo usted no se aparte de mi lado.
Exclamó ella corriendo por las escaleras mientras Tom se quede frío pensando en todos esos horribles momentos que vivió en secundaria, cuando era el centro de bullying de los más altos, y de los que tenían bello en las axilas, aún que no se comparaba para nada con el infierno que lo hicieron vivir en la preparatoria, un infierno que vivió por culpa de la mujer que tanto lo volvía loco ahora y por la que tendría que observar de lejos, ella en verdad estaba muy feliz de aquello y él no podía arrebatarle la felicidad.
Ella tomó la decisión de ir de compras ya que según ella no podía llevar cualquier trapo a una reunión tan importante como esa. Tom caminaba unos pasos detrás de ella ignorando que a la mujer le brillaban los ojos no solo por ver a Ana y a Dayana sus mejores amigas de la secundaria, si no porque en su mente imaginaba que podría ver a Tomy, el chico que se comportó de lo más tierno con ella y le robó su primer beso, pensaba en como decirle en la cara cuánto lamentaba lo sucedido, y en su imaginación lo pintaba gordito, chaparrito como siempre, y bastante tímido sin imaginarse que Tomy se encontraba cerca de ella siendo el hombre que la hacía temblar.
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