La Chica De Ravenclaw - Fred Weasley. [TERMINADA]

11. El Baile De Navidad.

Luego de esa conversación con Alison, nos seguimos alistando en silencio. Me puse mi vestido, Luna lucía una hermosa sonrisa al ver su dibujo hecho realidad. Es color crema, ajustado hasta la cintura y tiene bordados de flores de diferentes colores. Hace que mi cabello sea el centro de atención, parece más rojo que de costumbre, y con mis zapatos de tacón, parezco hasta cinco centímetros más alta.

—Estás hermosa, Laur. —dice Luna y Alison asiente para darle la razón.

—Ustedes aún más, amigas mías.

—Oh, las quiero muchísimo. —expresa Alison limpiando una última lágrima—. ¡Maldita sentimental que soy!

Entonces las tres comenzamos a reír y salimos de la habitación. Al llegar a la sala común, Luna se fue con Alison rápidamente, ambas irían acompañadas con chicos de Dumstrangs. Caminaba despacio por no estar acostumbrada a usar tacones, entonces alguien tocó mi hombro. Al darme la vuelta, Oliver Jones estaba allí luciendo su brillante y perfecta sonrisa. Su túnica, al igual que su cabello, era de color negro haciendo contraste con su piel blanca. Su corbata estaba algo torcida, así que se la acomodé rápidamente.

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Cuando llegamos al vestíbulo, varias miradas cayeron sobre nosotros. Ví a mi hermano entre la multitud, así que nos acercamos a saludarlo.

—Hola, Harry.

Se dió la vuelta para mirarme, me analizó de arriba a abajo.

—Lauren Lily Potter, estás bellísima, hermanita.

—Tú también. Oh, los presento... —Oliver extendió su mano amigablemente, Harry se la estrechó analizandolo—. Harry, él es Oliver Jones. Oliver, mi hermano.

Entonces Fleur se acercó a nosotros y me saludó con un abrazo, luego McGonagall llamó a Harry diciendo que los ganadores del Torneo abrirían el baile.
Oliver Jones me llevó con unos amigos suyos, dos chicos y una chica. Me los presentó, y en términos literales, todos dijeron oh, la hermana de Harry Potter. A éstas alturas ya me acostumbré a que todos me reconozcan por ser la hermana de Harry Potter.

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Cuando entramos al salón con los amigos de Oliver, los tres habían ido como grupo de amigos, habían jurado ir juntos.

—Pero Jones nos traicionó... —empezó diciendo uno de los chicos.

—Porque te conoció a ti. —dijo la chica, con una sonrisa amable.

Tomamos ponche de frutas y las canciones más animadas bailamos en una ronda, los amigos de Oliver y yo. En algún momento de la noche, cuando las canciones que la banda tocaban eran más lenta, Oliver me tomó por la cintura. Sentí la mirada de cierta persona sobre nosotros: Harry.

—¿Bailamos? —pregunta sonriendo como un niño pequeño que quiere que le cumplan un capricho.

—Bien, solo no me pises. —Bromeé y ambos sonreímos.

Resultó ser que Oliver es un magnífico bailarín, sin embargo, unas canciones más tarde me excusé diciendo que debía ir al baño.

—No hay problema, estaremos junto a la mesa de refrescos, ¿Bien?

—Claro.

Entonces caminé hasta la mesa de Harry, miraba como a lo lejos Cho Chang bailaba felizmente con Cedric Diggory. Junto a ellos estaba Fred Weasley, quien bailaba (tal vez demasiado) cerca de Angelina Johnson. Miré a Harry, su mirada perdida y triste me destruyó un poco, lo conozco lo suficientemente bien para saber que Cho lo rechazó.

-Vamos, ven conmigo -le digo extendiendo mi mano—.

Es mi hermano, está triste pero de igual manera hace lo que pido. Tal vez, solo para que yo esté feliz, porque sabe que me desanima verlo mal. Entonces vamos juntos hasta la pista de baile, justo al final de una canción alegre, cuando mi mellizo me toma la mano comienza a sonar un suave vals.

-Casi me haces caer -le digo fingiendo que estoy ofendida -, eres el peor compañero de baile, hermanito.

-¿Hermanito? ¡Soy mayor que tú!

Ambos reímos al mismo tiempo y noto como las miradas empiezan a caer sobre nosotros.

—Y solo para que quede claro, Lauren, —dice con un toque de narcisismo—, soy el mejor compañero de baile que tendrás jamás.

Me hace girar de nuevo y me toma por la cintura antes de que pueda llegar a caerme.

-¿Lo ves? -dice con narcisismo, eso hace que yo me ría.

- No, la verdad que no, soy mejor que tú.

La canción deja de sonar y las escasas parejas de baile que aún quedaban se retiran. El Gran Comedor poco a poco se está vaciando, a lo lejos veo a Alison charlando muy animadamente con ese chico de Dumstrangs llamado Eikko. Me acerco hasta la mesa de Oliver Jones, noto que se alegra un poquito más al verme.

—¡Hey, Lauren Potter! —dice sonriendo, es su arma mortal, esos hoyuelos harían que cualquier chica esté a sus pies.

Me siento junto a él, uno de sus amigos me ofrece cerveza de mantequilla, pero le digo que estoy bien así.

—Oye, Oliver, creo que iré a mi habitación. Gracias por tan linda noche.

Entonces él me mira a los ojos, no puedo evitar fijarme en sus lunares y lo jodidamente perfecto que se ve.

—No, Lauren. Gracias a ti.

Y sin previo aviso se acerca a mi dándome un corto beso en la mejilla, es efímero, pero está ahí. Mi piel se pone roja por el contacto, y Oliver sonríe por eso. Entonces camino de nuevo hasta la mesa de Harry y Ron, esta vez, mi hermano está intentando animar al Weasley.

—¿Qué ocurre? —pregunté, tomando asiento junto a Ron.

—Hermione. —Dice el pelirrojo a través de un susurro que es casi inaudible.

—Creo que se ha ido con Viktor Krum. —murmura Harry, pero eso no mejora mucho las cosas.

—Justo ya iba a mi habitación, veré si la encuentro. ¿Bien?

Salgo del Gran Comedor, efectivamente Herms está ahí, pero no muy alegre. No hay rastro de Viktor Krum, entonces tomó asiento junto a ella en las escaleras al tiempo que limpia rápidamente una lágrima, en un fallido intento para que no me dé cuenta de ello.

—¿Por qué los chicos son tan complicados? —pregunta entre hipidos.

—Oye... Herms, ¿Lo dices por Ron? Él está destrozado, quiere estar contigo.

—No quiere. —dice ella con voz firme—. Le he dado un montón de pistas, he rechazado a Viktor varias veces antes de aceptar, porque una parte de mi mantenía la esperanza de que él me invitara.