☆ Capítulo V ☆

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"Peleas"

Resumir casi en un año es difícil. Comenzando con Roselyn, se mudó a Finchley a mediados de agosto, gracias al permiso legal de Frédéric y Amélie. Peter se encontraba reacio a que viviera sola en esa casa, por lo que día por medio se quedaba con ella hasta que volvía a su casa para cenar. A veces lo acompañaban sus hermanos, pasaban el rato y disfrutaban lo que quedaba del verano, porque luego llegaría el calvario.

El inicio de las clases se adelantó un poco debido al aislamiento antes del verano. Los Pevensie asintieron a sus respectivas escuelas, mientras que Roselyn asistía a otro instituto en el centro de la ciudad.

Edmund se había vuelto un poquito más sociable. Y aunque siguiera manteniéndose alejado del afecto y la atención ajena, era respetuoso, sereno la mayor parte del tiempo. Sólo algo cotilla y travieso cuando quería.

Susan siempre mantuvo sus pies en la tierra. Se concentraba en sus estudios, en sus amistades cercanas. Comenzó a estructurar un poco más su vida social, comenzando a salir más seguido con grupos grandes, pero siempre manteniendo inocencia y algo de timidez. Era como si tuviera miedo a dar un paso en falso y caer en vergüenza. Pero era bueno para mantenerla distraída cuando estaba saturada.

Y Lucy seguía siendo Lucy. Igual de adorable y sorprendentemente igual de inocente. Bueno, ignorando su lado pícaro y socarrón. Dulce, encantadora, un saco de esperanza con extremidades humanas con respecto a su regreso a Narnia. Era la que más confiaba en Aslan.

Los hermanos y Helen pudieron conocer un poco más de la vida de Roselyn. Se adaptó a su nuevo colegio y a veces coincidía en horarios con el chicos e iban o regresaban juntos, pero ella era la más desencajada. A veces no regresaba a casa por quedarse en la oficina que fue de Christian, o lo hacía muy tarde. Peter conocía el escondite de la llave de repuesto y solía esperarla hasta que volviera, o si salían a la misma hora y ella debía irse a la empresa la acompañaba. Necesitaba saber que estaba bien.

Y ahí salen sus propios conflictos. El regresar de Narnia de un momento al otro no fue fácil para ninguno, pero Peter fue el más afectado en el tema.

“No eres el único afectado aquí, Peter. Debes aceptar que no volveremos, al menos por un tiempo”

Se negaba a hablar, incluso con Rose, pero todos sabían que tenía un problema al respecto. Comenzó a meterse en peleas por cosas estúpidas. La mayoría de las veces por caer en provocaciones de otros alumnos de su escuela o por defender a sus hermanos. Incluso tuvieron que llevarlo a una clínica entre Edmund y Roselyn para que le hicieran unas puntadas en una de sus cejas, ya que se había ganado un corte junto a un moretón. Esto ponía los nervios de punta de Helen, los de Roselyn y los de sus hermanos.

Pero lo sacaban de sus casillas, más cuando hablaban de ella. Era consiente de que no era común ver a una chica de alta sociedad en un barrio simple como Finchley. Su cara y su nombre desbordaban en las noticias, viéndose envuelta en la atención del público y del sector masculino y joven. Y a Peter le hervía la sangre.

Y Roselyn no se quedaba atrás. Peter era un chico muy agraciado y lo sabía bien, más de lo que le gustaría admitir y mucho más en ese año que pasó. El sector femenino adolescente lo seguía como las abejas a la miel, lo cual la metió en algunos problemas disimulados y lejos de la multitud. Era muchísimo más discreta que Peter, pero igual de territorial.

Se cuidaban el uno al otro. Pero Peter solía llegar lejos.

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18 de Junio, 1941

—¿Qué sistema debes usar?

Rose | peter pevensie |Where stories live. Discover now