♡ ONE SHOTS ♡

Rufián 2

Cepillé bien mi cabello y lo acomodé tras mis hombros, me apliqué un poco de perfume para terminar y miré la hora en mi teléfono, se hacía tarde así que metí rápidamente mis pies en mis tenis y salí de mi habitación.  Tenía 73% de batería, 200 en efectivo y mi tarjeta de crédito, estaba bastante bien para una salida simple a comer.

Envié un mensaje a mi amiga para avisarle que iba en camino, ella advirtió que también estaba en camino con su novio así que llegaríamos casi al mismo tiempo. 

Con mi auto descompuesto, tuve que tomar un taxi que me llevara hasta el modesto restaurante, un buffet sonaba bastante bien, un sitio común para conocer al hombre que podía hacer feliz a tu mejor amiga.

Tenía muchas dudas y expectativas, me preguntaba si él sería viejo o más joven, si era alto o bajo, guapo o no tanto, al menos esperaba que fuera un hombre soltero y sin ningún tipo de compromiso, porque mi amiga tenía la fijación de meterse con hombres previamente tomados. 

Divisé la plaza donde se encontraba el restaurante y le indiqué al taxista donde estacionar, le pagué y bajé del auto para adentrarme en el restaurante. No sabía con qué me iba a encontrar, Tamy había estado alimentando el misterio e incluso tenía nervios. 

Soplé el aire de mis mejillas y empujé la puerta de entrada, rápidamente recorrí con la mirada el restaurante entero y así pude divisar a mi amiga sentada de espaldas a los baños del restaurante. Sin embargo estaba sola y caminé con una sonrisa hasta ella quién me saludó alzando la mano al verme. 

— ¡Hola!— se levantó para recibirme con un abrazo y besó mi mejilla. 

— ¿Estoy soñando o finalmente voy a conocer al dichoso?— reí y me senté, de espaldas al mostrador y la cocina.

—No estás soñando, está pasando, amiga. 

— Y... ¿Dónde está?— pregunté, mirando hacia todos lados. 

Tamara soltó una risita y se recargó en el asiento. —Fue a pedir un vaso de agua para mí mientras te esperábamos para pedir. Te digo que es un lindo, super atento y cariñoso. Te caerá super bien, yo lo sé. ¡Oh! Aquí viene

La sonrisa en el rostro de mi amiga se ensanchó mientras le mandaba besos a alguien tras de mí, casi no pude esperar a girar para verlo pero me mantuve hasta que apareció en mi visión. Levanté mi mirada con una sonrisa que se fue desvaneciendo poco a poco conforme su identidad se revelaba. 

1.80 aproximadamente, tatuajes, cuerpo trabajado, podía ver sus músculos, los hombros anchos, una mandíbula perfectamente delineada y más arriba de su barbilla unos labios rosados con forma de corazón y el mío estaba queriendo detenerse. Luego su ojos que también estaban barriendome, verdes profundo, tan expresivos y esas cejas... oscuras.

Estaba mirándome, me había reconocido, así como yo a él. Por un segundo creí estar alucinando, quizá era una broma de mi subconsciente, quizá frente a mí había un hombre completamente distinto al que se metió bajo las sábanas de un hotel conmigo. 

—Bueno ¿Se conocía ya?— preguntó mi amiga. 

Él, con su distinguido acento inglés respondió tras darle una breve sonrisa a mi amiga, su novia. 

—Sí, de hecho... Fuimos juntos en la secundaria, ¿Arely, verdad?— él me sonrió con descaro. 

No podía creerlo ¿Qué? ¿Le había dicho mi nombre? Y él lo recordaba...

—Uhm... Sí.— respondí inconscientemente.

— ¿En serio? Eso es increíble— ella rió. —El mundo es tan pequeño...— continuó hablando.