34. Cake (!)

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Melanie Martinez - Cake

De nuevo. El mismo modus operandi de siempre. Suspiré frustrada, cansada de la misma mierda de siempre, quizá lo estaba odiando a él, quizá me estaba odiando a mí misma por caer siempre en sus malditos brazos ¿Por qué era tan débil? Porque él me conocía perfectamente, tal vez, quizá me conocía más de lo que me conocía yo misma. Me giré en la cama, mirando el lado ahora vació, donde hace al menos 10 minutos ocupaba él, mi maldito infierno de carne y hueso, de palabras sucias y bonitas, de ojos encantadores y labios de caramelo. Él, el único que podía decirme palabras dulces al oído hasta hacerme doblar las piernas y después alejarse con una sonrisa, sin tener en cuenta el efecto que tenía en mí.

Me levanté de la cama, se hacía tarde para la Universidad. Tomé mi ducha de todas las mañanas, con la sensación tibia de sus manos sobre mi cuerpo todavía, me llevé sus huellas con el jabón y me envolví en una toalla limpia al salir. Caminé frente al espejo y observé una marca grande y notoria en mi clavícula derecha.

-Maldito idiota.- murmuré tocando la marca. -No dejes huellas, bebé, recuerda que somos discretos.- imité sus palabras con una voz aguda.

Una vez vestida con algo que cubriera la marca, tomé mis cosas y salí de casa en dirección a mi auto. Era mi ultimo año, y estaba agradecida pero estresada, ansiaba que llegara ya el día de la graduación, quería tomarme al menos dos meses para ir a ver a mi familia, y después regresaría para comenzar a buscar un trabajo.

El olor del campus, ese olor a estrés, ansiedad, libros viejos y marihuana, debo admitir que extrañaría caminar por allí todas las mañanas. Observé un rincón cerca de la fuente, bajo un árbol yacía Reno con su novio Marcus y su querido mal tercio, Jules. Sonreí y me acerqué a ellos, Reno parecía estudiar sentado en las piernas de su novio mientras este lo mantenía sujeto de la cintura y recargaba su barbilla en su hombro, Jules parecía estar atrapada dentro de su teléfono.

-Ya llegó nuestra ingeniera favorita.- canturreó Reno cuando me vio, lo que hizo a Jules romper el encantamiento con su teléfono. Fingí sonrojo y me puse la mano en el pecho mientras murmuraba casi audibles "oh, basta, por favor" Me dejé caer junto a ellos bajo la sombra. Amaba los momentos en lo que podía estar cinco minutos junto a mis amigos.

- ¿Dónde te fuiste anoche? Estábamos preocupados.- preguntó Jules.

Simplemente me encogí de hombros, ellos sabían de todos modos lo que sucedía conmigo.

- ¿Él de nuevo?- preguntó esta vez Marcus. Asentí.

Reno suspiró. -Dana... Eres una mujer increíble, si él no lo ve no te merece. Sé que te lo digo mucho y que al final tú decides sobre tu vida pero solo no quiero que te lastime.

-Estoy bien, de verdad. En realidad creo que ya no me importa en absoluto, es decir, da igual.- los miré. Sus rostros me dejaban entrever que no me creían. Carajo, lo sé, estaba mintiendo pero no quería que se preocuparan por mi.

Jules iba a decir algo pero se detuvo cuando miró hacia el frente, automáticamente todos hicimos lo mismo. Ahí estaba él, ahora con una peliroja, no la reconocía, tal vez estaba en su misma carrera. Harry estaba usando la misma técnica con todas, pero maldita sea que le funcionaba.

Se relamía los labios y te miraba directamente a los ojos, haciéndote notar que te prestaba atención, sonreiría de lado con alguna cosa que dijeras y subiría su mano a tu cabello y lo acariciaría inocentemente solo para después pasar su mano por tu mejilla hasta tu barbilla para interrumpirte con una frase como "Tus ojos se ven más brillantes hoy" o "Te ves muy bonita con ese labial" o el más utilizado de todos "Dios, de verdad estoy intentando escuchar pero luces como un ángel y me desconcentro, puedes repetirlo para mí, por favor, dulzura." y tu sentirías como tus rodillas se debilitan al escuchar su voz tan ronca y sensual salir de sus dulces labios los cuales si antes no les habías prestado atención, ahora te mueres por probar.

♡ ONE SHOTS ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora