《Gambler》◇Yoonmin◇²

⛓02. Adiós libertad⛓

Yoongi se había despertado esa mañana y lo primero que pensó fue un "Adiós libertad, hola prisión".

Desde que puso un pie en la ducha comenzó a pensar, a idear un plan para poder terminar con su misión rápido, pero también era consciente de que no le tomaría un mes.

Estaba tratando con un criminal y no con cualquiera, él ayudó en el caso del chico y su novio, sabe que son personas peligrosas e inteligentes, sobre todo Park Jimin, según declaraciones de los testigos y detenidos, él era el cerebro de todos los planes.

Disfrutó de su último baño privado, de su último desayuno decente en una decente casa de soltero, y salió de ahí para dirigirse a una apestosa prisión llena de asesinos, violadores y traficantes.

Y salió de su hogar, afuera ya lo esperaba una patrulla que lo escoltaría hacia su nueva casa, entró a la parte de atrás y saludo al conductor, quien reconoció como uno de sus compañeros de trabajo, para después llevar su vista a Namjoon, quien iba de copiloto.

— Mierda Yoongi, tu pareces delincuente sin siquiera intentarlo. — Se burló. — Viéndote desde esta patrulla y si no supiera que eres el mejor puto agente del departamento en realidad creería que eres un asesino o algo.

— Pues si he matado a varias personas. — Le recordó mirando por la ventana.

— Gajes del oficio, Min. — Contestó Namjoon. — Nadie les dice a los criminales que comiencen un tiroteo en medio de la nada. Solo perdemos tiempo y municiones que nos pueden servir para otras cosas.

— Namjoon, estoy a punto de perder mi libertad. Cállate un puto momento. — Le pidió con fastidio.

— Amanecimos bravas. — Se burló. — Antes de callarme un puto momento, hay cosas que debes de saber.

— Dímelo y cállate. — El menor bufó con molestia, el era el jefe, ¿A caso nadie lo respetaba?

— Hemos infiltrado a más personas en la prisión, pero todos están en administración, ya sabes, lo que ayudaron con las transferencias y con la gestión de las celdas para que estuvieras con Park. — Yoongi escuchó todo con atención. — Si te enteras de algo y no es día de visitas o no puedes llamarme, díselo a alguien de ellos. Sabrás quienes son.

— Entiendo. — Murmuró viendo los últimos metros de su libertad pasar por la ventana.

— Yoongi. — El mayor lo miró. — Lo siento, de verdad no quisiera meterte en esta mierda, pero...

— Ey, Nam. No te disculpes. — Le restó importante. — Gajes del oficio, ¿No? — El menor le sonrió.

— Bueno, ponte las esposas, anda. — Le pidió al ver que ya estaban por entrar a las instalaciones.

No era la primera vez que Yoongi entraba ahí, algunas veces iba por revisiones que el gobierno le pedía, otras veces porque fue a meter a algún tipo.