⛓46. Pesadilla⛓

3.1K 455 5
                                    

No sabía cuánto tiempo llevaban acostados en la cama aún en su celda pero, por la intensidad del sol que a penas se dejaba ver por aquella pequeña ventana en lo alto de la habitación y la falta de ruido en la galería, suponían que ahora estaban en el horario de trabajo, probablemente a nada de terminar para después salir al patio.

Jimin había entrelazado sus piernas y estaba escondido en el fondo del cuello de Yoongi, aspirando de su aroma natural para tratar de calmarse, haciéndolo de más, pues no tardó en quedarse dormido aproximadamente por veinte minutos, y ahora, su pequeño se estaba removiendo, probablemente algo incómodo por el pequeño espacio del colchón. El mayor trató de hacerse un poco más a la orilla, a penas pudiendo sostener su cuerpo dentro de la cama pero valió la pena en cuanto Jimin dejó de removerse por haber encontrado un poco más de comodidad.

Y la mente de Yoongi comenzó a imaginar escenas imposibles, donde ambos despertaban en su casa, en su gran y cómoda cama king side, pero con Jimin queriendo invadir por total su espacio porque, desde que están juntos, Jimin siempre se metía a su cama para poder dormir con su cabeza sobre el pecho de su novio.

Novio. Habían pasado ya dos meses y ninguno de los dos se sentía arrepentido de estar juntos.

La paz de esas cuatro paredes se vió interrumpida cuando Hyungwon tocó la reja que Yoongi había cerrado para evitar interrupciones, que al parecer, a Chae no le importó.

— Jimin. — Lo llamó con la voz más suave que pudo. — Lamento interrumpir pero, él te está buscando. — El cuerpo entre los brazos de Yoongi se tensó al instante. — Quiere hablar contigo.

No tuvo más opción, eso tenía que pasar tarde o temprano y no quería seguir dándole más vueltas. Se levantó con pesar junto a Yoongi, quien no quiso decir nada y salieron con Hyungwon.

— ¿Ya le dijeron sobre el convenio con Hoseok? — Preguntó en un murmuro.

— No. Queremos que todos estemos juntos para decirle. — Respondió Hyungwon en el mismo tono. — Por ahora, estamos actuando como antes, sin hablarnos y solo  viéndonos como si nos estuviéramos matando.

Yoongi no había pensado en eso, ahora el líder de Jimin estaba en la misma prisión, ¿Se tendrían que separar por eso? Claro que no, no lo iba a permitir.

Llegaron a la sala de televisión, donde estaban ambas bandas "rivales" pero en lugares separados. Yoongi entró primero y se fue junto a Hoseok, a los minutos Hyungwon y Jimin entraron con dirección a su propio grupo.

Y en solo unos instantes, Jimin conectó sus ojos con los de ese hombre, quien le sonrió en grande y se paró de la silla para abrir sus brazos hacia él.

— ¡Mi pequeño y hermoso Minnie! — Le saludó, Jimin solo lo miró sin ninguna expresión, hasta que Hyungwon le dio un pequeño apretón en el hombro como signo de apoyo. Miró de soslayo a Yoongi y con un suspiro entre sus labios, se acercó a él, aceptado el abrazo que se le estaba ofreciendo.

Jay. — Se limitó a decir aún entre los largos brazos del mayor.

— ¿Encogiste? Creo que ahora me llegas más abajo. — Yoongi solo veía a ese idiota abrazar a su Jimin. — Bebé, debo de decir que estoy algo molesto contigo. — Avisó peinando el cabello del menor, quien sólo pasó saliva. Sabía lo que venía después de eso. — Ignoraste todas las señales que sé que recibiste sobre la fuga que estaba planeando para ti. — El semblante de Jay se tornó duro. — Por tu culpa me encontraron de nuevo, Jimin. — El menor solo pudo agachar la mirada.

— Y-Yo... — Yoongi frunció el ceño, ¿Jimin tartamudeó? — Jay... L-Lo-

— Cállate, Park. — Le ordenó con brusquedad. — ¡¿Tienes puta idea de cuanto dinero, tiempo y libertad perdí por tu maldita culpa?!

Y los compañeros de su banda solo pudieron agachar su mirada en cuanto una fuerte cachetada resonó por la sala entera.

— ¡Yoongi, no! — Gritó Hoseok en un susurro, tomando al mayor por la muñeca en cuanto se paró para probablemente, matar a él idiota que le pegó a Jimin. — Tranquilízate, idiota. Que ahora todo está muy tenso como para sumarle una puta pelea. — Yoongi tensó aún más la mandíbula, respirando irregularmente.

Si Hyungwon o uno de esos idiotas permitían que le pegara de nuevo a Jimin, se olvidaría del puto convenio.

— Jay, las señales nunca llegaron claras por completo. — Intervino Hyungwon, moviendo a Jimin discretamente tras él, tratando de protegerlo. — Solamente cuando sus padres vinieron, después ya todo fue distorsionado. Yo fui el que recibía todo pero nada era concreto. — Le explicó, y claramente mintió.

Jay solo los miró a ambos, con los ojos entrecerrados y con un lago de pensamientos.

— ¿Hay algo que quieran decirme ustedes dos? — Era claro que Jay estaba intuyendo algo, solo que lo estaba haciendo de manera equivocada. — Hyungwon, ¿Qué pasó en estos seis años? — El mencionado frunció el ceño. — ¿Ahora ustedes están juntos o qué?

Una risa nasal lleno el cuarto, llamando la atención al instante de Jay, quien miró en la dirección del sonido con sus ojos cayendo en la banda liderada por Jung Hoseok, su enemigo dentro y fuera de prisión.

Bueno, ya no lo eran, pero seguía sin saberlo.

— Park Jaebeom, ha pasado tiempo. — Saludó Hoseok con una sonrisa ladina. — ¿Qué te trae por acá, uhm? La rata se dejó atrapar. — La lengua del mencionado chocó contra su mejilla.

— Supongo que es tarea fácil para mi desaserme de las ratas no deseadas si estoy aquí dentro, ¿No crees? Los delitos de prisión, se quedan en prisión, después de todo. ¿No, Jimin? — El menor solo lo miró con coraje en sus ojos. — ¿Quién es el flaquito? ¿Un novatito tuyo? — Hoseok sonrió ladino.

— Cuida tus palabras cuando te diriges con él, Park. — Advirtió Hoseok, parándose de su lugar. — Se puede convertir convertir tu peor pesadilla.

《Gambler》◇Yoonmin◇²Where stories live. Discover now