Epílogo: Memories

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Londres, otoño de 2027

Leonor Kyle

- ¡Arriba, arriba, dormilona! 

- Mrrr... -gruño-

- Levántate de una vez.  ¿Crees que el matrimonio te esperará para siempre?

No le hago caso a Jen y continúo durmiendo. Es sábado, por Dios. ¿Por qué despertarme temprano?

Sin embargo, no resisto el ataque de almohadazos que comienza a darme en mi cabeza. Así que de muy mala gana salgo de la cama.

- ¿Qué onda?

- ¿Cómo que "qué onda"? ¡El matrimonio! ¡La boda! Falta poco.

- Es en la noche, ¿no? Podría seguir durmiendo unas horas más.

- De eso nada, Leíto. Date una ducha y baja a desayunar. 

- ¿De verdad?

- ¡Sí! -chilla ya con molestia anti mis desganas matutinas-. O la siguiente que vendrá a despertarte es mamá.

Nuestra mamá jamás se anda con rodeos. Así que si viene sacarme de la cama, lo hará a base de gritos.

- Sabes, desde que ella y tú se amistaron, siento que tengo la familia en mi contra.

- Como toda la vida, ¿no? -bromea y me da un beso en la mejilla-. Te espero abajo.

- Quien debería estar nerviosa y ansiosa por la boda es la novia. Y no la invitada, como lo soy yo.

- Eso sí, pero ya me ves: más fresca que una lechuga. ¡Ahora apúrate! No me quiero quedar sin madrina de bodas.

Estuve tentada a volverme a echar, pero mamá es una pesadilla que no quiero "disfrutar" en este día tan especial para mi familia: ¡La mayor de las Kyle se casa! Y contra todo pronóstico, la hija adorada y santificada de mamá está llegando virgen al altar. Yo, por otra parte, sigo en mi hermoso noviazgo con la señorita Greyson. Los planes para casarnos todavía están lejanos en nuestros corazones, pero eso sí: seremos esposas antes de cumplir los 30. Así que tenemos 3 años aún de "libertad marital".

Salgo de la ducha luego de unos escasos diez minutos, ya que de todas maneras tengo planeado "ensuciarme" bastante esta mañana. Frente al espejo me voy vistiendo con algo de ropa deportiva -la necesitaré-, pero mis ojos brillan cuando al ponerme el brasier observo el tatuaje de ramas y rosas que se extiende desde mi espalda hasta parte de mi abdomen. Resultó ser tan bonito y estético que mi mamá no saltó al techo cuando se lo mostré. Lo que tiene en especial este tatuaje es que oculta las cicatrices de los agujeros que dejó la bala que me atravesó hace ya más de un año. Ese anochecer pude haber muerto, pero no me hubiese importado porque había tenido los mejores meses de mi vida al lado de la mujer que en verdad amo: Sasha.

El desayuno resulta ser bastante divertido ya que mi hermana y yo fastidiamos muchísimo a nuestros padres. En especial, mamá anda más que sensible ya que el día que tanto esperó experimentar llegó al fin: ver a su hija casarse. Y también porque ya nada será lo mismo luego de que Jenevieve firme el acta de matrimonio.

Antes de que todas nos pongamos tristes y llorosas fue que le avisé a mamá que saldría un rato por la ciudad con mi novia. Ella aceptó casi de inmediato -sí que está sensible para no repetirme mil veces de que la boda es a las 6 de la tarde-. 

- Llegaste temprano... -suspiré al verla sentada en el borde del techo agitando sus piernas hacia atrás y adelante-.

- O tú llegaste tarde -bromea con una sonrisa y me acerco a su lugar-.

- ¿En qué piensas?

- En el día en que casi perdí todo -exhala-. Anoche tuve una pesadilla sobre lo que sucedió en las montañas. Las cosas se daban de otra manera...

La tomé de la mano mientras oía los detalles de ese mal sueño. Al principio, Sasha no me contaba sobre sus pesadillas porque no quería hacerme sentir culpable, pero ello representaba un secreto, casi una mentira. Así que un tarde discutimos muy fuerte por esa razón. Nos dijimos cosas que prefiero no recordar, pero luego nos reconciliamos -lo cual fue muy hermoso y doloroso a la vez-,y decidimos contarnos hasta lo más mínimo que nos afectara. 

- Hoy dormiré contigo, nena -le susurré al besarla-.

- Eso es lo bueno de la boda: no tienes que volver a casa de tus padres tan pronto.

Hace unos meses fue la boda de mi ex-esposa. Tanya se casó con la rubia latina que conoció en el proyecto de Los Ángeles. Hace más de un año fue mi divorcio, pero ni Tanya ni yo nos hicimos problemas con finiquitar nuestra unión. Hasta creo que ella estaba más ansiosa que yo. De todas maneras, nos llevamos igual de bien como el día en que nos conocimos. Supongo que hay amistades tan fuertes que se pueden confundir con amor. Ello no sucedió entre Sasha y la señorita Encantadora porque siempre supieron que solo eran amigas. Ahora, Enchantress Miller también es una señora casada con un joven empresario tecnológico que conoció en California.

Pareciera que todo el mundo se casa, pero nosotras no. Luego de lo que sucedió en Nueva Zelanda preferimos tomarnos el tiempo de ser solo novias. Después de todo, un papel firmado no representa el amor que nos tenemos.

Las nubes por fin despejaban un poco el cielo y el sol asomaba con timidez en el horizonte.

- Aquí fue donde nos besamos por primera vez, ¿te acuerdas?

- Sí, nena -suspiro al echar mi cabeza sobre su hombro-. Casi también nos atrapa la policía.

- Siiií. Ojalá hoy no suceda eso -ríe-. Pero antes de hacer parkour, quiero recordarte lo mucho que te amo.

- Y yo a ti, Sasha. Eres lo mejor que ha pasado en mi vida. Y como me lo dijiste: lo peor que puede suceder con la persona que te regaló los mejores recuerdos es que también se convierta en un recuerdo.

- Eso nunca sucederá... Ahora solo bésame que quiero escuchar cómo suspira nuestro amor.

FIN

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Hola! Oficialmente se terminó la saga que empezó con ImPulso. Seguro se preguntan con quién se casó Jenevieve :o Yo tampoco tengo la seguridad de ello. Queda pendiente la historia de Jen y Tatiana, en algún momento la escribiré. Espero en febrero escribir María, Llena eres de Gracia (historia independiente al 100%), pero no es algo seguro al 100%, ya que tengo otras responsabilidades y metas, por lo que necesito ordenar mi vida primero antes de lanzarme a escribir. Gracias por acompañarme en esta saga que duró como 2 años :D

Si se preguntan por qué no las casé a Leo y Sasha es porque todavía las considero demasiado jóvenes e inmaduras :P




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