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Capítulo 3: Pagame mi arepa.

Había transcurrido una semana desde el enculamiento de Taehyung en el metro. No se le había olvidado, como había insistido Jimin que pasaría, pero el gocho habia decidido por su cuenta dejar de lamentarse. Tan claro como el hecho de que Venezuela estaba jodida por el socialismo, el gocho asimiló que no tenía ninguna clase de esperanza de volver a ver a su crush. Aparte, el gocho tenía cosas más importantes por las cuales lamentarse, como por ejemplo; su inevitable regreso a clases.

Su desdichado inicio escolar, que justo tenía que ser un lunes, literal el peor día para hacer cualquier mierda, pero sobretodo, para empezar las mamaguevas clases.

Dejando de lado eso, el gocho se sentía demasiado nervioso al respecto, aún sabiendo que no estaría solo, sus nervios estaban de punta. Considerando que Jimin y él estaban en la misma mención, Jin trabajaba a medio tiempo en la biblioteca de la Técnica, Dahyun estaba en un grado menor que él y tomando en cuenta también lo bien que se le daba socializar, parecía como que sí no tuviera casi nada en contra. Casi. Sí alguien sabía pasar pena, era Kim Taehyung, por eso su cabeza no paraba de crear multiples escenarios ficticios, todos con finales trágicos.

—Taehyung, mueve ese culo —El grito de su prima se hizo presente para sacarlo de sus pensamientos.

El gocho sonrió forzadamente viendo su reflejo en el espejo, respirando profundo después de comprobar que todo estuviera en orden con su uniforme. Como siempre, se veía bien. Tomó su bolso y salió al encuentro de su hermano y prima, que como cosa rara, estaban discutiendo.

—Pero eso no es peo' tuyo, es mi cabello —sentenció Dahyun en un tono altanero.

—Te tardaste dos horas en el baño para igual salir con los pelos como una cuca e' loca —replicó Seokjin, saliendo del departamento.

—Ya quisieras tú que tu novia tuviera los pelos de la cuca así —contestó Dahyun en el mismo tono, siguiendo al mayor.

Taehyung soltó una carcajada ante los insultos que le siguieron, mientras el se encargaba de cerrar la puerta del departamento. Esos dos eran como agua y aceite, y Taehyung era la olla que los contenía.

꒰ა ✩ ໒꒱ 

—Te la cambio por las lentejas —propuso Namjoon.

El moreno iba en compañia de Yoongi hacia la Técnica, y durante todo el camino se había propuesto jalarle bolas al mayor para que le diera su leche del CLAP. Namjoon amaba esa vaina, cosa que a Yoongi le parecía sumamente extraña y peligrosa.

—Marico, esa vaina sabe a mierda y te va a dar una diarrea crónica —replicó Yoongi con desdén.

Yoongi podía tener un punto demasiado válido, pero Namjoon era más fuerte que el odio.

—Más a mi favor, soy inmune —dijo el menor, bloqueando el camino de Yoongi—, y a tí no te gusta y a mi sí.

—Namjoon, coño de la madre —Se quejó Yoongi, rodeando al más alto para continuar caminando.

—Yoongi, no seas falso vale —chillo Namjoon, juntando sus manos en súplica.

Yoongi lo ignoró mostrando su dedo medio, justo cuando entraban a la técnica y para mala leche del mismo, una de las monjas lo vió. La vieja de una le hizo una seña con la mano para que se acercara. El carajito maldijo para sus adentros mientras obedecía al llamado.

Namjoon aguantó la risa, siguiendo con la mirada al mayor y haciéndose a un lado para esperarlo.

Eso le pasaba por falso, pensó el moreno.