1

7.2K 441 90
                                    



30 de diciembre.

Chicago: "La ciudad de los vientos".

La garganta me quemaba de ira. Cada palabra que salía de la boca de la persona frente a mí; hacía que esa ira llegara incluso a darme una punzada de dolor en la cabeza. Y no estaba tratando de ocultarlo.

Quería que él lo notara.

_ Puedes tener algo de respeto, Taehyung.

_ El respeto se lo gana, señor_  dije sosteniendo su mirada.

Él me mira con sus cejas arqueadas, pero al instante su rostro se relaja. Se para de su sillón de cuero, acomodando su gabardina _ Soy tú papá. Y por ende el respeto debe estar presente.

Vaya estúpido pensamiento de uno de los mejores abogados de este país.

_Vaya señor, sus pensamientos son tan pobres como para ser considerado un abogado_ me atrevo a decirle desacomodando mi ajustada corbata del cuello que empezaba a irritarme.

Él emboza una sonrisa de lado, sin quitar sus ojos de los míos _ Eres solo un niño Taehyung. No voy a discutir contigo._ dijo con ese tono de voz altanera suya.

Ruedo los ojos. Y quizás debería quedarme callado, pero no lo hago.

_Al parecer, señor..._Pero antes de que pudiese completar mis palabras, capto a Verónica (mi mamá) al costado de la puerta estudiándonos. Kim también voltea a verla.

Ella nos da una mirada molesta. Para luego echar un vistazo hacia su esposó. Y consecutiva caminar hacia él. La miro colocar sus labios sobre las orejas de Kim Joong, quién deja de mirarme para darle toda su atención.

Me quedo mirándolos un momento sin decir palabra alguna, viendo a Kim cambiar su expresión, finalizando en una sonrisa dulce. Por un momento me echa un vistazo nuevamente.

_ No pienses que termino aquí, Joong _ escuche apenas susurrar a Verónica cuando finalmente se separo de él.

Kim asistí sonriéndole y no tarda en caminar hacia la puerta, pero antes de que diera un paso más para desaparecer de la habitación por completo, me da una de sus miradas. Y yo no estaba dispuesto a doblegar mi mirada de la suya, así que cambia rápidamente su expresión por una sonrisa fingida para desaparecer finalmente.

Observe a Verónica nuevamente. Suspiré_. No le voy a pedir disculpas.

Para mi sorpresa ella solo asistió y puso sus suaves dedos sobre mi cabello castaño. Le encantaba hacerlo. Sonrió cálidamente y me dijo con calma_. Lo sé niño tonto, no pediré que lo hagas.

Y sonreímos. Y yo aun más. Voy a confesar que la mayoría de tiempo Verónica me parece una mamá muy cool. Ella es todo lo que está bien en un mundo de adultos. Es todo lo contrario a Kim Joong. Recuerdo que cuando solo era un niño le pregunte superenojado con toda la rabia de un niño: <<¿Cómo te pudiste casar con ese tipo?>>. Y en ese entonces ella hizo lo que siempre sabía hacer; peinó mi cabellera con sus dedos y me respondió: <<Tu padre era muy guapo y lo sigue siendo al igual que tú>>.

En ese entonces, pensé que Verónica no era tan cool como creía.

_ ¿Abriste el regalo que deje en tu habituación?_ me pregunto derrepente _ ¿Te gusto?.

_ ¿Discos de Elton John?.

_ Es tú artista favorito, ¿no?. Siempre escuchas sus canciones.

Es cierto, siempre las escucho y me gusta la gran mayoría. Hasta tengo un playlist en Spotify de algunas de sus temas. Pero eso es todo, no me considero un fan.

Aquel Nevado de Diciembre. /kookV/ EN EDICIÓN.Where stories live. Discover now