_ Es bueno encontrarte.Vivimos en el mismo vecindario y aun así es tan difícil verte.
Mire a Harper con un poco de molestia, más note que traía un nuevo corte de cabello. Estaba casi rapado.
_ Te queda bien el cabello largo_ dije sin pensarlo, sin intentar ser gracioso, pero él sonrió y tocó su cabeza.
_ Me lo corte yo mismo.
Asistí dispuesto a seguir con lo mío. Pero sostuvo mi carrito de compras; deteniéndolo. Alce una de mis cejas mirándolo directamente.
_ No tengo tu número _ dijo _ después de todo somos amigos de infancia. Y deberías mantener contacto, ¿No lo crees?.
Negué.
_ No lo creó.
Lo observé sonreír. Él siempre sonreía, incluso cuando no debía. Eso me irritaba.
_ Solías hablar mucho Tae. Casi nunca te callabas.
_ No lo recuerdo _ dije moviendo mi carrito para que lo soltara. No lo hizo. Y suspire_ Necesito comprar cosas para mi cena. ¿Puedes moverte?.
No lo hizo, solo recorrió su mirada a mis compras ignorando lo que acabo de decir.
_ Solías comer los macarrones picantes. Y de diferente marca, puedo ayudarte a buscarlos_ dijo tratando de jalar el carrito hacia él. No lo deje hacerlo.
_ ¿Que es lo qué tramas Harper?_ dije no muy paciente.
Raspó su nariz y me miró fijamente.
_ Que dices Tae. Solo estoy tratando de recuperar a mi amigo de siempre.
Puse los ojos en blanco. Más escuche el celular de Harper timbrar, él chasqueo su lengua sacando su celular de su bolsillo con una mano, sin dejar de sostener mi carrito con la otra. Lo observé escribir rápidamente para luego volver a mirarme.
_ Debería irme _ dijo soltando por fin mi carrito de compras. No planeaba decirle algo así que solo lo mire por un momento para luego pasarlo de largo. Poco después lo escuché gritar que me buscaría en Instagram.
Cuando llegue a casa mire a mis padres sobre la televisión disfrutando una película de comedia mientras soltaban risillas. Verónica volteo a verme con una sonrisa implacable sobre su rostro.
_ Llegaste _ dijo consiguiendo que Kim también voltee a verme.
Asistí, dándoles la espalda para poner las bolsas de compras sobre la cubierta. Saqué los macarrones y frutos secos de la bolsa y algunos pedidos de Verónica. Eran las ocho de la noche y decidí salir de compras para distraerme un poco. Iba a hacer una pizza casera con Min y mango, pero Min canceló los planes a última hora. Así que hoy decidí hacerme la cena por mismo.
Escuche a Verónica caminar hacia mí.
_ ¿Te ayudó a hervir el agua?_ me dijo y voltee a verla, mirando a Kim tras ella.
Negué_ Prometiste que me dejarías hacerlo por mí mismo. Y las promesas no se rompen.
_ Por su puesto _ dijo Verónica_ Solo herviré el agua.
