Capítulo 59

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El cumpleaños de Nate llego con rapidez. Al final, lo que esperaban que sea una celebración tranquila cambio por completo pues Nate había hecho algunos amigos en su escuela y era casi imposible meter a tantos niños pequeños en un departamento porque definitivamente eso sería un total caos.

Becka y Yibo optaron por celebrarlo en un espacio abierto con bastantes juegos inflables. En todo momento tanto Yibo como Becka estuvieron de acuerdo en todo. Sería el primer cumpleaños que celebraban juntos y no iban a escatimar en gastos.

El día de la celebración bastante temprano en la mañana ambos padres se levantaron pronto y dirigieron al lugar donde se celebraría el cumpleaños del pequeño Nate. Aun que habían contratado un servicio completo, pensaron que no estaría mal ir un par de horas antes para revisar que todo estuviese a su gusto.

—Creo que todo está bastante bien —comento Becka.

—Si, no creo que falte nada.

—Entonces creo que voy a volver a casa, tengo que cambiarme a ir a recoger a Nate a la escuela.

—Está bien, entonces nos vemos más tarde.

—Claro.

Con un suave abrazo se despidieron y Becka corrió directamente a su auto. Debía llegar cuanto antes a su casa.

Al arribar a su hogar no se encontró con su mejor amiga, seguramente la rubia estaría ocupada con su restaurante. Junto al decorador de interiores estaban dando los últimos retoques pues la inauguración estaba a solo un par de días de celebrarse.

En cuanto llego se metió directamente al baño y se ducho lo más rápido posible. Una de las ventajas de ser madre era haber aprendido a hacer todo rápido, como la simple tarea de darse un baño.
Cuando Nate era tan solo un bebé realmente necesitaba asearse lo más aprisa posible por temor a dejar solo tanto tiempo al pequeño bebé. También debía hacer sus comidas lo más rapido posible porque sentía muchísima angustia cuando escuchaba llorar a su bebé.

Tras el rapidísimo baño corrió nuevamente a su cuarto y empezó a secarse el largo cabello recordando cortarse lo en uno de estos días. Su melena empezaba a molestarle. Eso definitivamente era algo que debía anotar en su teléfono porque estaba segura de que se le olvidaría.

Miro el reloj, tenía poco más de media hora para trasladarse a la escuela de su hijo. Tomo la mochila previamente preparada donde tenía una muda limpia.

Se traslado entonces al colegio y espero a que el pequeño de cabellos castaños saliera por la puerta.

—Mami —como era costumbre Nate corrió y abrazo a su progenitora.

—Hola mi amor, ¿listo?

—Sí, mis amigos dijeron que irían después de ir a su casa.

—Claro, entonces vamos, tienes que llegar el primero para recibirlos.

El niño asintió y camino junto a su madre hasta el auto. Allí, Becka coloco el cinturón de seguridad y condujo hasta el lugar.

—¡Wow! ¡Es una piñata de dinosaurio! ¡es enorme! —Nate dio un pequeño paseo por todo el lugar inspeccionando cada cosa, desde los bocadillos, dulces, pastel, arreglos y los inflables.

Después de aproximadamente una hora. Los niños empezaron a llegar y con ellos llegaban acompañados por sus madres, quienes por supuesto también iban a estar presentes en la celebración.

Becka se sentía algo incomoda y fuera de lugar. No tenía amigas entre aquellas mujeres así que únicamente se limitaba a darles la bienvenida y hacer que se sienten en mesas separadas de las de los niños.

Mistakes《Wang YiBo》Where stories live. Discover now