Bell Cranel criado por sus abuelos adoptivos Zeus y Hera, su tía Alfia, su tío Zald y su madre Meteria. A la edad de 14 años emprende un viaje a Orario para vivir aventuras y marcar su nombre en la historia. Siendo guiado por la Diosa Vesta (Hestia)...
Al día siguiente, el peliblanco estaba despertando pero sintió que era abrazado por los dos lados.
Cuando se despertó completamente, lo primero que notó Bell fue que su postura para dormir había cambiado. También veía todo negro...
Bell: (Espera un minuto... ¿Podría ser...?) - pensó.
Moviendo solo sus ojos, el chico vio el rostro de cierta mujer. Si necesitaba mirar hacia arriba para ver su rostro, eso significaba que la vista frente a él era...
La comprensión hizo que se sonrojara. Sin embargo, había otro sentimiento además de la vergüenza que crecía dentro de él, el deseo de mover su cabeza hasta que su rostro fue sofocado por las dos "almohadas".
Zeus: Ella dice ser es tu esposa, Bell. ¡Entonces, está bien que los toques! Bell: ¡¿A-Abuelo?! Zeus: ¡Vamos, Bell! ¡Disfruta de los senos de tu amor! ¡Hazlo, por el RRRRRROOOOOMMMAAANNNCEEE!
Y así, su abuelo lo empujó en los pechos de Morgan. Una sensación de serenidad lo envolvió mientras cerraba los ojos, disfrutando de la sensación. Esto se complementó con la caricia de su cabello. No tenía remordimientos en su vida ahora.
Bell: (Espera, ¿Caricia?) - pensó luego abrió los ojos y miró hacia arriba.
Y la vio mirándolo con una cara sin emociones.
Morgan: ¿Ya estás satisfecho? El Sol ya está salie... - ella no pudo terminar. Bell: ¡KYYYYYYYAAAAAAAAA!
El chico inmediatamente se dio la vuelta pero se olvidó de que alguien más estaba a su lado y esa persona era su Diosa.
Se dio la vuelta bruscamente y terminó chocando contra dos "almohadas" nuevamente.
Vesta: Hmm... No me molesten... - murmuró mientras agarraba la cabeza del chico y abrazaba a Bell contra sus pechos.
Bell se sonrojó mucho más de lo que ya estaba, trató de safarce pero sorprendentemente su Diosa era muy fuerte.
Morgan: Vaya, primero disfrutas de los míos y ahora en frente de mí disfrutas de otra, que descortés - dijo con falsa tristeza. Bell: ¡Mhh, mhh, mhh, mhh...! Morgan: -suspirando- Creo que necesitas ayuda, no pensé que la Diosa fuera tan fuerte.
Morgan ayudó al pobre Bell a safarce de la diosa, después de ayudarlo a salir la diosa se despertó mientras miraba extrañada a su hijo tratando de tomar aire.
Así procedieron a levantarse, mientras Bell pedía explicaciones de el por qué ellas se durmieron junto a él pero recibió una respuesta inesperada, era porque su diosa vino a vigilar a Morgan de que no haga cosas raras, sacándole una risa forzada al chico.
Llegaron a su nueva y renovada cocina, realmente estaba equipado muy bien y les ayudaría a hacer distintos platillos sin problemas.
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