Un nuevo comienzo

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Han Jisung :  5 años, castaño.

Lee Minho: 6 años, azabache.

°°°

Hoy Jisung entraba a la primaria en la misma escuela que su hyung, estaba un poco nervioso, sentía que el uniforme le quedaba demasiado grande e incluso su suéter le daba comezón, eran las 8:30 de la mañana y no quería bajar del coche, solamente se limitaba a observar a los demás niños entrar.

- Vamos Sung, no debes de tener miedo, Chan y Jeongin estarán en tu mismo salón, apuesto que te vas a divertir mucho. - decía su mamá para brindarle un poco de seguridad. - Mira Minho ya llegó, el puede llevarte a tu salón.

Como si de palabras mágicas se tratarán el castañito asomó más su cabeza para ver que eso era cierto, su hyung lo esperaba en la entrada junto con Hyunjin. Suspirando logró bajar del coche tomando la mano de su mamá mientras ella se encargaba de sacar su mochila de la cajuela, el la había escogido solito, era café y tenía el dibujo de una pequeña ardilla comiendo una nuez, era graciosa a su parecer, aparte hacia juego con la de su hyung que era de un gato.

- ¡Sunggie! - gritó Hyunjin corriendo hacia el castaño que se había asustado un poco por el potente grito, solamente sintió como fue alzado un poco para ser devuelto al suelo en una especie de abrazo. - Cuando Minho me contó que vendrías a la escuela me emocioné mucho. Prometo cuidarlo señora Han. - dijo Hyunjin mientras ponía su mano en su corazón, lo había visto en una película y sabía que las promesas así siempre se cumplían.

- Gracias por cuidar de mi hijo Hyunjin. - agradeció la señora Han haciéndolo sentir orgulloso.

Minho que hasta ese momento se encontraba ajeno a lo que estaba pasando se colocó a un lado de su ardillita y lo tomó de la mano. - Te llevaré a tu salón. - habló haciendo que Jisung sonriera en respuesta, ahora ya no tenía miedo de perderse.

Despidiéndose de un beso en la mejilla con su mamá afianzó su agarre con la mano de su hyung y entró al recinto. Hyunjin se había ofrecido a cargar la mochilita de Sung, quería ser de ayuda.

Llegaron al salón de los de primer año, no tuvieron que caminar mucho porque estaban en la planta baja por seguridad.

- Toma Sunggie. - dijo Hyunjin entregando su mochila. El castañito volvió a ver a su hyung quien le sonreía, el sólo quería regresar con su mamá.

- Vamos ardillita vendremos por ti en el recreo. - prometió Minho alzando su meñique mostrando la pulsera de mejores amigos. Un poco más confiado Jisung entrelazó su dedito dejando ver la otra pulsera.

- ¡Sunggie! - dos niños llegaron corriendo con sus mochilas donde se encontraban los amigos.

- Hola Innie, Hola Chan. - saludó Jisung soltando a su hyung.

- ¡Hola soy Hyunjin! - se metió a la plática el más alto de los 5.

- Nadie te preguntó. - dijo burlón el azabache haciendo que su amigo le enseñara la lengua y su menor riera con su manita sobre su boca. El otro par de niños sólo sonrieron.

- Ya vayan a sus salones niños. - anunció la maestra de los de primer año entrando al salón.

Con la promesa de verse luego todos los niños entraron a sus clases.

°°°

Jisung y Minho estaba sentados en el patio compartiendo una mandarina que venía en el lunch de este último, ambos observaban como Hyunjin perseguía a los otros dos niños, Al parecer se habían caído muy bien.

- ¿Todos los días van a ser así? - preguntó el castañito tomando las manos de su hyung sin importarle que estuvieran pegajosas por el jugo de la fruta.

- Sip. - respondió el azabache viendo como los cachetes del menor se inflaban un poco por el alimento.

- Me gusta, hoy dibujé mucho, aunque tengo tarea ¿me ayudarás? - dijo con sus ojitos brillosos.

- Claro que sí, por eso yo soy más grande, ya me sé todo eso. - habló un poco orgulloso de poder ayudar a Jisung.

- Muy bien, le diré a mi mami a la salida. - avisó Sung sonriendo mostrando todos sus dientecitos, aunque le faltaba uno, en ese momento Minho se asustó y llevó sus manitas a la cara contraria manchándola en el proceso.

- ¡Se te cayó un diente! - exclamó el azabache llamando la atención de sus amigos que corrieron hacia ellos.

Jisung un poco asustado cerró su boquita y se la tapaba con sus manos.

- ¡Wow! Eso es genial. - dijo Hyunjin emocionado, sin embargo, todos pararon de sonreír cuando vieron que el castañito había comenzado a llorar.

- No lloles Sunggie. - habló Jeongin preocupado por su amigo. - Te van a dar dinero.

- ¿Dinero? - respondió entre lípidos siendo abrazado por su hyung.

- Sí, el hada de los dientes va a venir. - contestó Chan haciendo que el castaño comenzara a secar sus lagrimitas con la ayuda de Minho. - o podría ser el ratón, tú lo eliges. - siguió hablando efusivamente.

Un poco más calmado y emocionado por recibir dinero se separó del abrazo del azabache.

- Mira Sung, aquí está tu diente. - dijo Minho recogiéndolo del piso mientras lo limpiaba con su suéter. - Guárdalo para que puedes enseñarlo a tu mamá.

Ahora todos los niños estaban felices, pues Jisung había prometido comprar galletas con su dinero por ayudarlo.

°°°

A la hora de la salida los cinco niños corrieron emocionados con la mamá del castaño para platicarle lo que había sucedido.

Al día siguiente Jisung llegó con un paquete de galletas para cada uno de sus amigos.

Ese día Minho pensó que la ventanita en la boca de Jisung lo hacía ver más tierno de lo que era.

¡Quiero ser un gato!Where stories live. Discover now