¡Quiero ser un gato!

¡Saca esas garras!

Han Jisung : 16 años, rubio.

Lee Minho: 17 años, azabache.

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A Lee Minho le disgustaban muchas cosas, tantas que si hiciera una lista tendría que gastar demasiadas hojas. Sin embargo, últimamente se dio cuenta que un bosque entero podría extinguirse por todas las nuevas "cosas" que quisiera agregar a su no tan pequeño listado, como por ejemplo Choi Soobin, Kim Mingyu, Kang Taehyun, Kim Chaeyoung, Shin Yuna y la lista podría seguir, pero no quería gastar energía pensando en ello.

Oh esperen, sí quería agregar algo más, Lee Donghyuck y este iría con letras mayúsculas y tinta roja.

- Créeme que mirar al pobre chico de esa manera no hará que se aleje de Jisung. - comentó Hyori mientras tomaba asiento a su lado en la cafetería.

Minho solamente se limitó a apuñalar con su tenedor los restos de ensalada que yacían en su plato para evitar soltar un comentario en contra de su amiga. Ella no tenía la culpa de que el tal Lee Donghyuck estuviera repentinamente interesado en Jisung y que no supiera el significado de espacio personal.

- Todo es culpa del tonto de Jeongin.

- ¡Hey! Yo shoy el único que puede llamarlo ashí. - Changbin, que hasta este momento ignoraba su alrededor, trató de defender a su hermano con la boca llena ganándose un par de miradas asqueadas.

- Cielos, traga antes de hablar. - pidió Hyunjin recorriendo un poco su silla para ya no estar tan cerca de su amigo dándole una mala mirada en el proceso desatando una absurda pelea.

Ignorando a sus amigos, Minho volvió a posar su mirada donde se encontraba Jisung mientras recargaba su barbilla sobre su mano y soltaba un suspiro enamorado. No podía negar que su mejor amigo se veía sumamente lindo con ese nuevo color, hacía resaltar cada una de sus tiernas facciones provocando que se viera más apachurrable de lo que ya era, lamentablemente no había sido el único en notarlo. Los últimos días Jisung parecía ser el centro de atención, ya ni siquiera podían sentarse juntos porque llegaba alguien más pidiendo hablar con el ahora rubio y lo peor de todo era que no podía decir algo al respecto porque solamente eran mejores amigos.

- Deja de lamentarte y ve a hablar con el. - susurró Hyori mientras cubría su cara con una bandeja, pues los otros dos chicos que decían ser sus amigos comenzaron a aventarse sobras de comida.

- No lo sé. - respondió algo inseguro el azabache.

- Vamos, hace unos días estabas demasiado emocionado por confesarte. No es posible que de un momento a otro ese sentimiento se haya esfumado. Ten dale esto. - de su mochila Hyori sacó un paquete de ositos de goma dejándola en manos de su amigo.

- Gracias, pero aún así no puedo. - dijo con desánimo dejando el paquete sobre la mesa.

- ¡¿Por qué no te atreves?! ¡Debes sacar esas garras! - Hyori tomó las manos del mayor para zarandearlas. - Apuesto que has tenido más oportunidades para declararte que todas las veces que Changbin ha dicho que tiene hambre.

- Tener oportunidades no quiere decir que sea el momento adecuado. - dijo alejándose un poco de su amiga.

- Awww, eres un romántico de clóset.

La voz de Seungmin interrumpió la pequeña charla al mismo tiempo que se encargaba de separar a Hyunjin y Changbin para poder tomar asiento.

- ¿A ti quién te llamó? - le preguntó Hyori fingiendo enojo haciendo reír al recién llegado.

- Yo no necesito su invitación. - respondió con aires de superioridad provocando que Minho comenzara a irritarse. - Vamos Honnie, dame las gomitas. - agregó esto último batiendo sus pestañas.