Johnny Lawrence nunca dejó de pensar en Daniel LaRusso. Mucho menos Daniel, quien hará todo para volver a estar con Johnny veinte años después de la última vez que se vieron.
Ambos se seguían mirando intensamente hasta que LaRusso se empezó a acercar sutilmente hacia Johnny.
-Hola John, te vez bastante bien- Daniel nunca le diría que se estaba derritiendo ahí mismo por Johnny quien se veía muy sexy con ese traje formal, LaRusso recordó el baile de graduación, ese mítico baile de graduación.
(1985)
// -Johnny, te ves, guau, ¿por qué eres tan hermoso?, algunas veces no puedo creer que tu seas mi novio.- Johnny lo escuchaba sonriendo mientras le colocaba una flor en el saco celeste de Daniel. Luego lo besó lentamente para callar a su moreno novio quien algunas veces hablaba demasiado.
Daniel interrumpió el beso para seguir hablando. -John, quizás después del baile podríamos dar el paso.- Johnny no entendía a qué se refería el moreno hasta que este último empezó a besar su cuello y morderlo sutilmente a lo que Lawrence respondió con un suspiro.
Daniel y Johnny bailaron todo el baile mientras se besaban, abrazaban y se acariciaban, nunca lo habían pasado tan bien. Querían que ese momento nunca se terminara. Johnny luego del baile llevó a Daniel a un mirador.
- ¿Estás seguro?.-Daniel afirmó con la cabeza para que luego Lawrence con sus grandes brazos tomara el cuerpo delgado de Daniel y lo colocara arriba del suyo.//
- Tú también te vez bien LaRusso. Ella es Shannon, mi mujer y la mamá de Robby- Daniel se acercó y saludó a la morena, pensaba ver a una rubia como las ex de Lawrence, pero no. De igual manera era bastante atractiva y deslumbraba elegancia. Daniel la miró de arriba a abajo, el moreno se sintió bastante incómodo con la presencia de la esposa de Johnny, realmente le causaba bastante inseguridad saber a quien se estaba enfrentando por el amor del rubio.
- Así que tú eres Daniel, Johnny no me había contado de ti hasta lo qué pasó ayer, gracias Daniel por cuidar a mi marido.
- Es un honor Shannon.- Johnny miraba a Daniel de reojo, se sentía bastante incómodo tener a su esposa conociendo al ex amor de su vida que le había destruido la vida.
Luego de unas horas Shannon bailaba con algunos amigos mientras Johnny estaba en la barra tomando cerveza, Daniel se le acercó pidiendo un martini helado con varias aceitunas.
- Tu esposa es hermosa, eh, tuviste suerte.- Johnny no le respondió, se había sentido muy mal luego de besar a Daniel en la mañana.
- ¿Por qué sigues hablándome Daniel? Sabes que tengo esposa y un hijo, lo de hoy en la mañana fue una equivocación, me dejé llevar por los impulsos y sabes que yo nunca pienso muy bien las cosas.
- Eso lo sé, pero Johnny, cuando me besaste sentí que seguías siendo mío. Lo sentí, se que es muy estupido que te lo diga, y más cuando ahora me doy cuenta de todo el daño que te había echo.
- Daniel, eres un egoísta de mierda, ¿esperaste a que tuviera mi vida construida para decirme esto?
- No John, siempre quise decirte que todavía te quería pero estaba lejos, casado y con muchos compromisos. ¿Por qué no hablamos en otro lugar más privado?, y si no solucionamos esto ahora, te dejaré libre para siempre, es una promesa.
Johnny accedió mientras veía cómo su esposa se divertía con otros chicos. Llegó a una gran habitación con poca iluminación y grandes muebles. Ambos se sentaron en el borde de la cama y Daniel empezó a hablar.
- John lo que menos quería era provocar esto, siempre quise que fueses feliz y si lo eres, entonces para mi todo está bien. Te acuerdas de nuestra promesa, ¿no?
Johnny se acordó de la primera vez que hizo el amor con Daniel en su auto rojo en ese mirador después de la fiesta de graduación, en cómo se juraron amor eterno a la luz de la luna y que siempre velarían ambos por el bienestar del otro.
- Si, me acuerdo.- Johnny miró por primera vez a Daniel desde que habían entrado a la habitación, al moreno le caían algunas lagrimas por las mejillas.
- Tome las peores decisiones John.- El rubio tomó el rostro de Daniel y seco las lágrimas de este con los dedos, luego LaRusso tomó la mano de Johnny y había sentido después de veinte años ese calor que desprendía Lawrence en sus dedos y manos. Daniel sin dudarlo se acercó al rubio y lo besó lentamente.
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Johnny no podía salir de ese agarre tan embriagador, esta vez empezó a besar el cuello del moreno, y a sacarle el saco que llevaba puesto. Luego de unos momentos Lawrence y LaRusso estaban solo en ropa interior disfrutando del momento y dejando todo fluir. - Te extrañé Johnny, te extrañé muchísimo, extrañé que me besaras, que me acariciaras, que me hicieras el amor-. Lawrence tomó el rostro del moreno y junto sus frentes mientras le hacía cariño con la nariz. -Yo también te extrañé Daniel-. Daniel. El moreno amaba cuando lo llamaba así, la primera vez que lo hizo fue cuando se besaron frente a la playa de madrugada cuando solo eran unos adolescentes, nadie los vería, eran solo ellos dos amándose, nada más. Johnny estaba preparado para tomar la oportunidad de volver a hacer el amor con el moreno de sus sueños. Hasta que el teléfono del rubio empezó a sonar.
Johnny se soltó del agarre de Daniel, mientras buscaba el teléfono entre sus ropas.
- ¡Mierda es Shannon!.- Johnny se puso nuevamente la ropa, le contesto a su mujer y salió rápidamente de la habitación sin decirle adiós a su compañero. Daniel vio como nuevamente Johnny se iba de sus brazos, el plan no estaba funcionando, a esta altura según sus cálculos Johnny debía estar con el. No había vuelto a Los Ángeles para no obtener lo que el quería y haría cualquier cosa a su alcance para que Lawrence volviera a sus brazos.
