El diablo un día fue un ángel, pero cuando las circunstancias lo ameritan ese ángel puede volverse el diablo, así como unos simples niños pueden volverse demonios.
La vida le dio tantos golpes que la dejo trastornada y envuelta en un sadismo que int...
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Aisha
Las nauseas hacen que me levante corriendo al baño del avión, vomito todo mi desayuno y después me cepillos los dientes, regreso a mi asiento, no sé si son los síntomas del embarazo o los nervios de ir a Rusia lo que me hizo vomitar, me vuelvo a sentar en el sillón largo y Beltza se mueve recostándose en mis piernas y colocando su cabeza a en mi vientre, no se si ella sabe que estoy embarazada, pero no deja que die se me acerque cuando estoy descansando.
Aterrizamos unas horas después en Rusia, el clima frio hace que recuerde una de las cosas que amo de estar aquí y bajando del avión veo a Kurt y William esperándome, ambos me reciben con un abrazo y con alegría plasmada en sus rostros.
— De verdad estas aquí — dice Kurt como si no se lo creyera.
— Pensamos que nunca más volveríamos a verte — dice dramáticamente William.
— Solo necesitaba un poco de tiempo.
— Lo sabemos, por eso no fuimos a verte a Italia — dice Kurt.
— Y agradezco eso, necesitaba tratar de reconstruirme yo sola.
Ambos comprenden a lo que me refiero, después conversamos un poco y se disculpan por no poder acompañarme a comer ya que tienen cosas que hacer, pero les digo que no es necesario, solo iré a entregar las invitaciones y después volveré a Italia ya que no le dije al Füher que me iría y debe de estar sumamente enojado.
Les doy sus invitaciones a ellos y aunque no parecen nada alegres respetan la decisión que tome, ellos ya tienen un auto esperando por mí, lo abordo con mi pantera y las dos nos vamos en dirección a un lugar a donde no pensé regresar.
Cuando el carro estaciona en frente me toma algunos segundos tomar la fuerza necesaria para bajar del auto, veo que Arsen se encuentra fumando a fuera y al verme abre mucho los ojos en señal de sorpresa, yo le doy una sonrisa y me acerco a saludarlo.
— La reina italiana en Rusia, no pensé volver a verte en mucho tiempo — dice él y me da un abrazo.
— Yo tampoco lo creí, pero aquí me tienes, tengo algunos asuntos a tratar.
— Me alegra verte — Arsen siempre fue muy lindo y amable conmigo, es un buen amigo para cualquiera.
— A mí también me alegra verte.
— Entra ya, Zoa estará feliz de verte, siempre se esta quejando de que solo hablan 3 veces a la semana cuando deberían hablar diario.
Yo me rio porque se que mi mejor amiga si es así, le digo a Arsen que lo vere después y me adentro en la fortaleza, Zoa va saliendo de su estudio y me da un vistazo, pero no se percata de que soy yo hasta que unos segundos después de que procese que me vio se voltee para correr a mi y abrazarme.
— Estas aquí, joder, de verdad estas aquí — dice emocionada.
