Fragmentos e Ideas

Tierra 7

Gotas de sangre caían al suelo, mientras los pequeños quejidos de dolor de un hombre se dejaban escuchar; mas sus quejidos eran opacados por los rugidos monstruosos de diversos monstruos.

—Esta ciudad ha caído —exclamó un hombre con vos gruesa y potente, estando de pie frente a varios monstruos y hombres—. Nadie puede detenernos. ¡Oro, tierra y mujeres son nuestros para tomarlo!

El hombre encadenado gritó con furia e impotencia, sacudiendo un poco las pesadas cadenas que lo tenían apresado.

—¿Algo qué quieras decir, Son Goku?

—Eres un... ¡cobarde! —gritó con inmensa furia el guerrero mientras partes de aquellas cadenas se metían bajo su piel—. ¡Quítame estas cadenas, Volt!

—¿Te creés qué soy tan estúpido para soltarte? —preguntó Volt, antes de soltar una fuerte carcajada—. Ya te vencí, Son Goku. Ahora morirás aquí, solo. Y quiero que sepas que mi ejercito arrasara esta tierra, y ninguno de tus amigos podrá detenerlos.

Goku observó con inmensa furia hacia donde Volt se encontraba. El poderoso guerrero intentó hacer un nuevo esfuerzo por soltarse, pero solo consiguió que que aquellas cadenas siguieran metiéndose bajo su piel, causándole un inmenso dolor que lo hacia gritar. Un monstruo con forma de ogro se empezó a acercar a Goku, con una inmensa hacha en sus manos. El guerrero lo miro con gran furia e impotencia mientras aquella arma se alzaba sobre su cuello. Pero antes de que aquel monstruo pudiera ejecutarlo, una poderosa patada voladora lo hizo salir disparado.

—Nadie matará a Goku, excepto yo —aseguró un guerrero de piel verde y dos antenas saliendo de su frente.

—Pi-Piccolo —habló con dificultad el guerrero encadenado.

—No confundas las cosas, Goku —habló el guerrero demoníaco, sin siquiera mirarlo—. Eres un guerrero y mereces la muerte de un guerrero, no a manos de estos sucios monstruos sin honor.

—Esto no cambia nada —afirmó Volt—. No importa cuanta fuerza uses o si disparas tus ataques de energía, esas cadenas mágicas no se romperán.

—¿Quién te dijo, sabandija, que yo iba a romper las cadenas?

Volt notó como más personas se aproximaban hacia donde Goku se encontraba. Un grupo de guerreros de lo más variado y llamativo, que a pocos se les hubiera ocurrido verlos juntos.

—Esto tal vez duela un poco —habló un joven de baja estatura y cabello rubio, con un brazo metálico. Dicho joven junto sus palmas antes de tocar las cadenas, provocando un pequeño resplandor. Ante aquello, las cadenas empezaron a desmoronarse.

—Im-Imposible —exclamó con gran sorpresa Volt—. ¿Qué tipo de magia...?

—Alquimia —afirmó el joven rubio mientras tocaba su brazo metálico—. ¡Estas ante el alquimista de acero!

—Sigo entender en que lío nos metimos —murmuro un hombre de cabellos castaños y alborotados mientras se acomodaba sus lentes morados.

—Nosotros no somos quienes se buscaron este problema, Ban. Sino él —afirmó otro joven rubio de cabello también alborotado pero más corto, con un aura eléctrica recorriendolo.

—Pues ellos nos superan en numero, así que nosotros estamos en un lío —respondió Ban.

—No es la primera vez que debo pelear contra muchos monstruos a la vez —afirmó la mujer del grupo, cortando su palma con su espada. Y debido a un conducto especial en esta, la sangre le recorrió todo el filo.

—Volt, maldito canalla —exclamaba Goku mientras se ponía de pie—. Todo lo que has hecho... ¡Te juro que nunca te lo perdonaré!

Tierra 7, Multiverso Alfa.