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—Fue un asco, la verdad

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—Fue un asco, la verdad. —Bufé recargando mi cabeza en el regazo de mi madre.

Habían pasado algunos días, pero no podía dejar de lado el tema de la fiesta.

—Es diferente el ambiente al que están acostumbrados, ustedes están acostumbrados a las fiestas de lujo, con vinos caros, comida cara y ese tipo de cosas. —Me dijo ella.

—Quiero una pizza. —Murmuré levantándome para después

•••

⭐☆☆☆☆

Pésimo servicio, muy repartidor de comida, pero no me quiso traer mi sushi .

Estado: Enojaa'.

—¿En serio te vas a quejar porque no te trajeron el sushi? Nana, es repartidor de pizza no de comida de ese estilo. —Me dijo mamá mirándome divertida.

—¿Y? Es su trabajo complacer al cliente.

Pronto comenzaron a llegarme un par de mensajes de un número desconocido.

No iba a contestar hasta que vi emojis molestos.

—Ah caray, a ver. —Desbloqueé el celular y miré los mensajes.

3312-0802-2004

Mendiga fifi, por tu
culpa me despidieron.

😡🤬😡

Que bueno que guarde tu número,
pero lo alzada te quita lo bonita.

Miré con sorpresa los mensajes, le di una rápida mirada a mamá, y luego comencé a escribir.

???

¿Tú qué o qué?

Haste la que no sabes.

Te fui a dejar una pizza.

Y me despidieron por tu culpa.

Por si no sabías entregamos pizzas,
no Sushi, ridícula.

Abrí mi boca con sorpresa.

—¿Quién se creé llamándome ridícula? —Gruñí volviendo a teclear en la pantalla.

Ay pues que bueno
que te despidieron💅🏻💅🏻💅🏻

Te lo mereces.

Además, ¿Cómo por qué
guardas mi número?

Eso es anti ético. 🙄

Porque te me hiciste guapa.

Pero eres una alzada.

Innecesario tu comentario, eh.

Yo no soy una alzada.

😾

Eso lo veremos, fresita.

Ando afuera de tu casa, ven.

Tiré el celular y mi madre me miró mal.

—¿Qué te pasa?

—Mi celular tenía una araña.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que ese es tu fondo de pantalla y no una araña de verdad? Ya quítale ese fondo.

Asentí levantándome para ir por el celular y tras ver qué mamá no me miraba, salí de la casa encontrándome con el repartidor de hace un rato.

—¿Qué demonios haces aquí? Ya te despidieron, no sé que vienes a alegar. —Me crucé de brazos molesta.

—¿Qué vengo a alegar? Bueno, en vista de que ya no tengo trabajo, deberás darme una compensación.

—No tengo dinero, y no doy limosnas ni caridad.

Uy si, Nana, vives en una mansión, hasta pareces tontita.

—No hablo de eso. —Sonrió mordiendose el labio. —Te dije que me parecías linda, así que bueno... tengamos una cita.

—Por supuesto que no.

—Entonces si te pediré dinero.

—Ni hablar, que te hayan despedido fue tu culpa. ¿Qué te costaba comprar el sushi? Soy buena gente, te habría dado una buena propina.

—Eres una... -

—Ya, shu, shu, si mi padre ve a un indigente aquí te llevará a prisión. —Bufé dándome la vuelta.

—Oye, yo te vi antes. —Dijo mirándome.

—Ajá, cuando viniste a dejar la pizza, ¿Eres tontito o te haces? Super del nabo que digas eso.

—No, fresita, me refiero a que te vi aquel día de la fiesta.

—Pues yo no me acuerdo, así que estoy segura que no resaltaste lo suficiente como para que yo pudiera recordarlo.

—¿En serio no te acuerdas?

Negué con la cabeza, haciéndome la digna.

—Le tiré las bebidas a tu noviecito.

—Ah, si es cierto. —Gruñí. —Por tu culpa a mí me quitó veinte mil dólares, y no es mi novio, es mi mejor amigo.

—¿Veinte mil dólares? Esa cosa estaba más barata en el piojo. —Dijo exaltado.

—Es de marca, naquito, seguramente no conoces lo que significan las verdaderas marcas, son mejor calidad y diseño.

—Si, ajá, no me interesa, ¿Tendrás una cita conmigo o no?

Miré asustada y sorprendida al chico.

—Ugh, no, ni siquiera sé quién eres.

—Chifuyu Matsuno, ¿Tú como te llamas?

Miré al cielo y suspiré.

—Soy Inana Wakasa. —Viré los ojos. —¿Cómo es que no lo sabes? Mi padre es CEO de converse.

—Bueno, no es como si me gustara investigar todos los trabajadores de las empresas. —Gruñó.

—¡Inana! ¡Dice mamá que ya entres a la casa, no te dio permiso de salir! —Exclamó mi hermano.

—Ugh, ya me voy, adiós mugroso.

—Esperate, ¿Puedo seguir hablando contigo por mensajes, al menos?

Lo miré de arriba hacia abajo, con una mueca de disgusto.

—Como quieras, yo me voy. —Bufé dándole la espalda para finalmente irme.

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you right [Tokyo Revengers]Onde histórias criam vida. Descubra agora