💋 1 3

1K 220 44
                                    

Había estado notando que tanto Sanzu como los Haitani habían estado echándose miraditas cada cierto tiempo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Había estado notando que tanto Sanzu como los Haitani habían estado echándose miraditas cada cierto tiempo.

—Ah, Nana. —Llamó Rindo. —¿Tu mamá tiene sodas?

—Creo que si, ve a ver. —Dije mirando mi celular.

—Te acompaño. —Dijo Ran levantándose.

No pasó mucho tiempo de que se fueron, hasta que Sanzu se levantó.

—Iré al baño. —Dijo y yo asentí.

Apenas él se fue, me metí a la aplicación que teníamos para ver las cámaras de seguridad, ya estando ahí noté que Sanzu no había ido al baño como dijo, así que comencé a grabar la pantalla.

Los Haitani parecían algo incómodos, pero al final dejaron esa faceta y se acercaron a Sanzu, mostrándose algo molestos.

Sanzu sonrió y tomó a Rindo por la cintura, acercándolo a él para después decir algo y luego empujarlo, yéndose con una mirada seria. Los Haitani se miraron entre sí, algo asustados, o quizás confundidos.

—Nana, tengo que irme. —Dijo Sanzu caminando hacia acá.

Guardé el vídeo y luego bloqueé el celular.

—Okay. —Fue lo único que dije.

Sanzu me miró algo confundido, y con razón, antes le habría dicho que se quedara, pero ahora me sentía algo estresada con la situación.

—A ver, perate, ¿Okay? ¿Neta? ¿Okay? —Sanzu se acercó a mi y me sujetó por los hombros. —¿Te sientes bien? ¿Tienes algo? ¿Qué te hice?

—Sanzu, estás ocultándome algo, y los Haitani también. No soy tonta, puedo entender que sucedió algo entre los tres, no por nada están incómodos todos.

—N-No pasó nada.

—Sanzu... —Di un fuerte resoplido y miré a los Haitani quienes apenas entraban a la sala. —Tu no me gustas.

—Estas bromeando.

—No lo estoy.

—N-Nana, no digas estupideces, claro que Sanzu te gusta porque... —Comenzó a decir Koko.

—No es verdad, a mí me sigue gustando Chifuyu, lo de Sanzu sólo fue pasajero, no funcionaría y peor ahora que sé que los Haitani y Sanzu tuvieron algo.

—No lo entiendes, ellos no tuvieron nada. —Dijo Inui con cara de asustado.

—¿Cómo lo saben? Seguro ustedes también tienen algo que ver, ¿Por qué no sólo me dicen lo que sucedió? No me molestaré.

—N-Nana, en verdad... ellos no tuvieron nada... es otro tipo de situación.

—Ya callense, joder. —Gruñó Sanzu. —Inana, yo sí te gusto, y más te vale continuar con eso porque te juro que habrá consecuencias.

—A mi no me estés amenazando, naquete.

Sanzu sonrió ladino, y se acercó a mi.

—Te conviene tenerme de novio, o todos esos sujetos con los que trabajo te joderan, y no de la forma en que yo puedo joderte.

—¿De qué hablas? —Pregunté confundida, miré sus ojos, pude ver mucha malicia en ellos, tanto que sentí que cometía un error metiéndome con él.

—Haitanis, cuentenle a Nana lo que hacíamos.

Miré a los chicos, ellos estaban nerviosos, Ran se mordía el labio mientras que Rindo parecía querer llorar.

—Diganle. —Exigió con molestia.

—Nana... nosotros... trabajábamos junto a Sanzu, vendiendo droga, haciendo peleas clandestinas, y... ese tipo de cosas. L-Lo que sucede es que... Sanzu nos dijo que Chifuyu te vendió a su jefe.

De pronto tuve ganas de vomitar.

—Así que, bueno, te conviene estar conmigo si no quieres que ellos te hagan algo. —Dijo Sanzu. —Yo no pienso lastimarte, me gustas y lo sabes, yo te protegería de esos bastardos.

—¿P-Por qué...? ¿Por qué hizo eso Chifuyu? —Mis lágrimas rodaron por mis mejillas, y Sanzu suspiró sujetando mi mejilla para quitarme las lágrimas.

—Su madre es una drogadicta, ella se metió con nosotros y robó grandes cantidades de dinero en droga. —Comenzó a decir Sanzu. —Chifuyu hizo un cambio con mi jefe, todos saben que los Wakasa son gente de dinero, así que al plantearle secuestrarte podrían recuperar el dinero con tu rescate, sabiendo que tus padres pagarían lo que sea para recuperarte.

—¿Y ahora qué?

—Si me dejas estar contigo... yo puedo hablar con el jefe y evitar que ellos hagan algo contigo. —Murmuró acercándose a mi para darme un beso en la frente. —Yo voy a protegerte, Inana.

Sanzu me abrazó, y yo correspondí sintiendo cómo recargaba su mentón en mi cabeza.

Al final Sanzu se fue, y tiempo después los chicos también lo hicieron.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
you right [Tokyo Revengers]Where stories live. Discover now