O3|| En la era victoriana pero con menos presupuesto

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Observaba a Ariel (mi hermana menor) en el escenario junto con sus otras compañeras de ballet, haciendo su coreografía que habían ensayado. Hoy era su presentación, mis padres, mi hermano Lucas y yo estábamos sentados viendo lo que realizaban todas las niñas y niños del colegio de ballet.

Recuerdo que mis padres también me habían inscrito en esta academia, pero no duré ni una semana, el ballet no era lo mío, cuánto me hubiera gustado a mí haberlo aprendido un poco más, pero la profesora le había dicho a mi padres que no era para nada flexible así que no debían gastar su dinero por algo que aunque tuviera tanta práctica nunca funcionaria. Maldita

Luego que había terminado todos aplaudimos, y yo ya estaba aburrida, la melodía era tan tranquila queriendo hacer que yo me durmiera. Además hoy mi mamá, me avisó que la familia Lennox iba a venir a la casa para cenar, hizo que todas mis alarmas se prendieron pues eso no sonaba nada bien,  el estrés y la ansiedad combinadas hacían que esperará con angustia la noche.

Y sin duda alguna no lo fue, cuando todos comíamos y yo para observando a Alex, que estaba con una camisa blanca abierta en dos botones y con una sonrisa cada vez que escuchaba algo "fascinante" que decía Lucas sobre sus estudios —mi hermano es mayor que yo, por solo tres años—.

Todo pasó con tanta rapidez, mi padre se levantó y habló, diciendo lo tanto que apreciaba a Alex y que estaría completamente satisfecho en saber que él me aceptará a mí como su esposa, su mueca cambió drásticamente la sonrisa que traía tan tranquila se convirtió en una tan dudosa como si nunca hubiera imaginado esto, pero él lo sabía tanto como yo lo hacía, sonrió levemente, se levantó hacia mí, tocó mi mano con tanta delicadeza y la besa con la misma dulzura y yo, bueno yo, mi mueca era digna para un meme porque en ese momento me sentía en la era victoriana pero con menos presupuesto.

Juró que lavé mi mano hasta con lejía, me sentía tan asqueada por todo, sentía que no tenía ni voz ni voto, me sentía como un objeto, me sentía insignificante tanto que mis padres me habían "regalado" —sí, por qué esa era la única forma de decirlo— hacía a un chico que para mí era tan narcisista y que no tendríamos nada en común.

Todas las chicas de mi edad, tenían su primer amor, el amor que nunca se olvida…. Aunque para decir verdad yo no necesitaba eso.

Todas las chicas de mi edad, ahora sólo querían acabar con su vida solo por los trabajos que los profesores dejaban….

Y yo me iba a casar, sonaba tan retrógrada que era tan estúpido por qué no estábamos en el siglo XVII pero al parecer aún existían los matrimonios forzados.

Esa noche de nuevo lloré y agradecí por mis adentros que lo había hecho en mi cuarto sola y no en un parque.


Tenía clases de violín, pero era mi última clase, yo había hecho un trató con mis padres antes de mi cumpleaños, le había dicho que cuando cumpliese diecisiete ya no iba seguir en la academia de música y ellos habían aceptado sin ningún problema.

Así que hoy era mi último día. Este día toqué el instrumento con tanta pasión como nunca lo había hecho, toque y me esmere en escuchar y poner atención a la clase de la profesora.

Y entonces pasaron las dos horas, cuando estaba guardando mi violín en mi estuche, la profesora me pidió que me quedará para hablar, así que lo hice, esperé que todos mis ex compañeros se vayan para luego quedarme yo junto con la profesora.

Ella se sentó y yo hice lo mismo.

—Se qué esta fue tú última clase, Relish, me da tanta pena que una alumna como tú se vaya.

—Amm… si bueno, voy a dejar el violín porque estoy interesada más en mis estudios, este es mi último año y quiero entrar a la universidad con las mejores notas—, confesé.

—Te entiendo, el estudio siempre va hacer primero pero me gustaría pedirte algo.

—Claro—. Me encogí de hombros.

—Sabes que los mejores estudiantes siempre van a tocar en el teatro nacional y me gustaría que tú estuvieras ahí.

Todos los años, la academia presentaba a sus mejores estudiantes de música, danza y canto en el teatro nacional donde juntan donaciones para las personas con cáncer. Nunca me había interesado tanto en ese tema y era porque el violín siempre lo toque más por obligación que por gusto.

—Pero, eso va hacer en menos de una semana— dije haciendo una mueca.

—Si, lo sé, pero todos saben las partituras, eso es lo que estuve enseñando estos últimos meses, hablé con tus padres y ellos están encantadisimos. Sería una buena despedida ¿No lo crees?

Hubo unos minutos de silencio, los ojos de la profesora me rogaba que aceptará y tristemente ____ Relish no sabía decir que no.

—Si seguro, por qué no— dije con los ánimos en el piso.

Ella me sonrió agradeciendo y yo solo fingí una sonrisa para luego irme.

Cuando vi a mi hermano esperándome en su auto tan solo me subí, no dije nada y él tampoco lo hizo, haciendo que por mis adentros gritara quizá en la noche de nuevo lloraría y la idea no me gustaba mucho.

𝑪𝒊𝒈𝒂𝒓𝒓𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓 [✓] 𝐀.𝐆Where stories live. Discover now