𝑪𝒊𝒈𝒂𝒓𝒓𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓 [✓] 𝐀.𝐆

1O|| La razón de mi odio

Salir con Alex fue una tortura, sin duda alguna lo fue, aunque ninguno de los dos nos hablábamos, en el aire flotaba la incomodidad de los dos, y yo no había intentando disimular mi odio hacia él.

La cuestión es fácil de explicar, nuestros padres dijeron que debíamos de conocernos más y tener una amistad, para que el "matrimonio" sea más cómodo. Tonterías, yo no hablé con él, ni él habló conmigo, fuimos al cine y a comer, pero ninguno de los dos nos dignabamos a hablar, solo que película íbamos a ver, y en realidad no creo que cuente cómo conversación pues los dos nos pusimos a discutir sobre cuál era mejor, estuvimos así por más de media hora, y cuál de los dos iba a comprar las entradas y el otro las palomitas de maíz.

Cuando regresé a casa mis padres me preguntaron cómo había ido todo y yo les respondí para que solo me dejarán y como acordamos con Alex lo que íbamos a decir a cada uno de nuestros padres.

—Increíble, me gustaría repetirlo varias veces, Alex es un chico demasiado amable y siempre dispone que tú elijas todo, todo un caballero que ya no hay.

Sabía que lo último había exagerado un poco, pero eso contento a mis padres y ya no me molestaron.

Mi odio por Alex, comenzó a los cinco años, cuando ese niño que ahora es un adolescente, me tiro por las escaleras de su casa, cuando era su cumpleaños, no entendí él porqué de la razón y nunca se lo pregunté, pero siempre tenía una obsesión —él hacia mí— de molestarme, él me paraba persiguiendo de un lado a otro, se sentaba conmigo para comer cuando era hora de recreó, Alissa y yo debíamos escondernos para que no nos encontrará, y no me este abrazando todo el rato.

Pero todo empeoró cuando a los diez años, me beso, en esos tiempos los besos me parecían asquerosos, mi primer beso, fue con él, y todavía me lo robó, ese día lloré y reclamé demasiado a mis padres, me parecía demasiado injusto que el chico que más me molestaba me había robado mi primer beso, pero ellos no le tomaron tanta importancia por qué estaba admirando a Ariel dando sus primeras palabras y sus primeros pasitos; y mi mamá solo le dijo a Alex «Lindo, no beses a ____, ella no le gusta que lo hagan» y luego me observó y me preguntó «¿Te gustan las niñas?» y yo era una mocosa de diez años, solo grite y me fui a mi cuarto.

A los quince años me dejo de fastidiar, al parecer se dio cuenta de no era muy amable de su parte molestar a una niña, la razón según yo era porque conoció a Owen y él seguro habló con él y le dijo que eso estaba mal, pero el último día que me dejó de molestar me dijo si lo podía besar en frente de Alissa, nuestra reacción fue la misma, las cejas para arriba, los ojos bien abiertos y nuestros labios para abajo, todo una mueca de asco, cuando se dio cuenta de nuestra reacción dijo «Y ya no te vuelvo a molestar» y lo hice, si ya no me iba a fastidiar yo estaba más que feliz, lo hicimos en la hora de refrigerio mientras que todos nos veían y así pusimos el fin de su molesta presencia por más de diez años.

Hasta ahora, solo pasaron dos años y de nuevo está molestando, pero ahora no era por qué él quería si no por nuestros padres.

Unos días después, Alex me recogía a mí y luego íbamos al colegio en su auto, aunque la comunicación era igual: nula. También salíamos a comer, pero hay si llamaba a Alissa para que nos acompañará, Alissa conocía a Alex y se llevaba bien con él, porque Owen era el primo de ella y siempre tenían una interacción con ellos, así que la conversación fluía mejor estando con ella, que los dos solos así que Alissa se convirtió como nuestra comunicadora entre los dos y ella estaba más que feliz ver cómo comía sin pagar, porque eso fue el trato entre los tres.

—Yo los acompaño a sus raras salidas, pero ustedes pagan todo.

—Me parece bien— dijo Alex encogiéndose de hombros.

—Hasta podemos también invitar a Owen— dije mientras los miraba.

—¡No! —gritó Alissa, los dos la vimos confundidos—, osea quiero a mi primo pero a veces es demasiado molesto con eso de que no debemos comer carne y el veganismo, después termina con el calentamiento global y la carta del 2070, es demasiado traumante.