The Black Light

25

No me hace falta abrir la puerta de la habitación de mi hermano ya que mi poder lo hace por mí.

Y nada más entrar y verlo lo que hago es atraparlo con mi poder.

- suéltame!

- no! Por qué mejor no paras tú primero?

- no estoy haciendo nada.

- joder, para de mentir, ya no soy una maldita cría sabes, sé que lo haces tú, se que lo haces para intentar controlarme.

- jamás te haría eso!

- ah no! Qué bien, me siento más tranquila tras saber que mi hermano no me va a hacer algo que ya me a echo mil veces! Digo con sarcasmo

- Eirene lo juro, si lo hice antes pero ya no eres una cría, deberías saber que te controle siempre con algún objeto de por medio.

- sí que lo sé.

- y no tienes nada que yo te allá dado verdad, como quieres que te controle? suéltame!

- duele verdad, como quema, duele sentirte atado de pies y manos. Digo mientras le suelto con un movimiento de mano.

Sigo hablando.

-pero si sé que eres tú el que me provocó ese dolor, ahora solo tengo que encontrar el objeto y destruirlo, gracias hermano, pero antes...

Me acerco a él.

- vas a sentir lo que yo sentí hace un rato.

Lo vuelvo a atar de pies y manos y pongo mis manos en su cabeza.

- te odio.

Es lo último que le digo antes de activar mi poder en su cabeza y salir de allí a buscar a la única persona que conozco que se sabe todos los juegos sucios.

Arrastre a Kaz hasta mi habitación para que me ayude a encontrar algún objeto que me allá dado alguien cercano a mi hermano para controlarme.

Kaz está tumbado en mi cama mientras piensa y yo dando vueltas de un lado a otro.

- Eirene.

- ya tienes algo!?

- no, pero para, me estás mareando a mí también.

- Ouh, si lo siento.

Me tumbo junto a él.

- bien vamos a ver desde que llegaste a palacio, piensa en todos lo que hiciste y si alguien te dio algo.

- Mmm, bien pues... Zoya, me dio un vestido antes de que la echaran de palacio, pero no lo use y las últimas veces que logró controlarme un poco llevaba el objeto encima.

- entonces eso es un buen punto descartamos todo lo que no lleves encima.

- bien, y que podría ser. Me pongo de pie frente a él.

- la kefta?

- Mmm, podría ser, kefta fuera.

Me quito la kefta y la tiro al escritorio.