𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒐𝒔, 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒐𝒓𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂.

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Una simple equivocación le costó una parte vital de el, el joven maestro Jiang uno de los Omegas más temidos aparte de su madre y su hermano marcial, había perdido la razón, el perder su núcleo dorado le costó caro. Pero hubo una pequeña chispa de esperanza, cuando su Shixiong le dijo que podía recuperar su núcleo gracias a un ser inmortal. Baoshan Sanren era su mayor esperanza y luego de recuperar la suficiente fuerza partió junto a su hermano mayor, el cual lo llevo a una montaña, al pie de esta sus ojos fueron vendados, lo único que le dió su hermano fue una vara de bambú que le indicaría el caminó. Día y noche vago sin cesar, paso frio, hambre sed y sus piernas temblaban al haber caminado sin rumbo fijo por horas, no fue hasta que luego de siete largos días que por fin dió con la inmortal, como su hermano le indico, dió su nombre y el de su madre, un acuerdo mutuo, el se haría pasar por su hermano así la inmortal lo ayudaría, dicho y hecho. No supo cuanto tiempo había pasado pero desperto, luego de meses de no sentir la energía recorrer su cuerpo por fin la volvía a sentir, como si un líquido espeso y caliente recorriera sus canales de Qi, sentirlo luego de mucho tiempo lo hizo temblar, se arrodilló.

—¡¡Gracias!! Prometo usarlo de manera correcta! - Comento con gran emoción, al no escuchar a nadie a su alrededor retiró la venda puesta en sus ojos.

Miro alrededor y sonrió demasiado feliz, aunque sus sentimientos se quisieran desbordar ahora mismo no podía, tenía que bajar por su Shixiong, no sabía cuánto tiempo había estado dormido, tenía que ir lo más rápido que podía, ahora podía cumplir las promesas que había hecho, las más importantes ahora eran mantener a su hermana segura y cobrar venganza por la muerte de sus padres, asesinaría a cualquier Wen que se le atravesará. Bajo a paso apresurado al pie de la montaña pero al llegar no vio a su Shixiong, era muy tarde quizás había ido a una posada, el sol estaba por ocultarse lo único que había en el lugar era una capa de color negra, rápidamente la tomo y se la coloco, no podía llamar la atención, no hasta encontrar a sus hermanos, sin esperar más partió en busca de una posada, no tenía dinero pero al menos podría intercambiar la horquilla en su cabeza valía lo suficiente si la intercambiaba con un tesorero, le daría lo suficiente para sobrevivir una semana, después de todo este tenía un valor excepcional. Luego de haber vendido su horquilla y haber encontrado una posada, pago una habitación se dirigió a esta y tomo un baño, al salir solo se coloco su túnica inferior y pidió que lavaran sus túnicas, se sentó frente a una pequeña mesita y empezó a meditar luego de tantos meses y días sin sentir su flujo de Qi en sus canales, se le hacía algo incómodo pero increíble sentir como este recorría todo su cuerpo, mientras meditaba Zidian empezó a tener pequeñas descargas a lo que el Jiang soltó una risita, miro a Zidian pero arrugó el entrecejo, el destello púrpura muy propio de el no estaba, en cambio estás habían tomado un color escarlata, en ese momento saco el látigo, pero su ceño se arrugó aún más al ver que este había tomado un color oscuro, mientras que los destellos púrpuras fueron reemplazados por unos color escarlata.

—¿¡Que sucede!? - Estaba tan sumergido en sus pensamientos que fue sacado abruptamente al escuchar como la puerta de la habitación era tocada.

El Jiang miro hacia enfrente y enseguida contrajo a Zidian a su forma original, se puso de pie y abrió la puerta, en ese momento vio a una de las mucamas que atendían dicha posada está traía consigo su ropa y la cena, el Jiang tomo las cosas, la despidió cortésmente, volvió al lugar en el cual estuvo segundos antes, nuevamente empezó a meditar y volvió a expulsar a Zidian, aunque algo preocupado abrió sus ojos y al ver que el destello era púrpura suspiro profundamente. Sin educación alguna empezó a comer con fiereza tantos días sin comer, esto era un verdadero festín, mañana por la mañana volvería al pie de la montaña. Cómo lo prometió, muy temprano luego de tomar una ducha llegó a la montaña pero su hermano no estaba ahí, lo espero hasta que el sol estuvo por ocultarse pero su Shixiong jamás llegó, el Jiang pensó que quizás había sucedido algo con su hermana pero Wuxian le hubiera dejado alguna pista o nota, pero no había nada, a si que volvió a la posada, repitió lo mismo que la noche anterior luego de meditar se metió a la cama a descansar. Al día siguiente y los próximos a ese durante una semana repitió la misma acción, salía de la posada muy temprano con dirección al pie de la montaña y volvía a la posada muy entrada la noche, pero en todos esos días Wei Wuxian jamás apareció, con una gran vena palpitante en su frente el Jiang volvio a la posada.

𝘓𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘭𝘰𝘵𝘰.Where stories live. Discover now