𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒕𝒓𝒆𝒔, 𝒆𝒍 𝒍𝒐𝒕𝒐 𝒆𝒏 𝒇𝒍𝒐𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏.

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La habitación se encontraba húmeda, estaban en una época algo calurosa. A eso era lo que el Jiang le atribuía las gotas que resbalaban por su frente, era tan grande su nerviosismo que no sabía lo que pasaba a su alrededor, su mirada estaba puesta en el gran falo que tenía en la mano, pensó que quizas el miembro del Lan sería igual al suyo, pero tenían más cosas de diferencia que de similitud. Empezando por lo más obvio que era el tamaño. El omega parpadeó varias veces incrédulo, eso fácilmente doblaba o incluso triplicaba el suyo. El color y las venas destacaban, además de que en la base estaba la formación del nudo, que si bien lucía pequeña, el pequeño Jiang sabía que se expandiría en algún punto y algunos libros decían que podía ser doloroso.

Por otro lado ese alfa de imponente porte solo miraba con lujuria al pequeño Omega entre sus piernas, quería poseerlo, quería tener entre sus brazos a este Omega tan lindo el suave olor que de a poco se enredaba con el suyo lo hacía deleitarse, que se sentiría ir muy profundo en el Interior de este Omega tan precioso a su vista. El solo aroma del menor lo hacía perder sus últimos hilos de cordura, el Lan solo podía sentir lo duro que se ponía a cada segundo que sentía la pequeña y suave mano de el Omega en su miembro.

El movimiento empezó aunque algo temeroso y nervioso, el Omega empezó con un vaivén en su mano, está viajaba de arriba hacia abajo mientras el Jiang veía con deleite las muecas del Lan, estás no pasaban de a percibido, aunque eran muy pocas y casi imperceptibles para el Jiang no lo eran, ver cómo el Lan mordía su labio inferior o este mismo acariciaba los pequeños mechones rebeldes del pelo del menor.

—Mierda~ - Susurró para si mismo el Jiang.

Siguió con el movimiento en su mano de arriba hacia abajo, el Jiang estaba tan nervioso, su miembro semi erecto quería ser tocado, lo pedía a gritos, mientras que su pequeño orificio se mojaba y esta humedad se escurría por sus glúteos hasta sus muslos. Entre abrió sus labios, el gran falo del mayor estaba liberando líquido espeso y algo transparente, el olor de el Lan lo estaban haciendo perder la poca cordura que le quedaba, lo miro con las mejillas sonrojadas.

—A-Cheng~ es tan bueno sentirte - Jadeo el Lan.

El Jiang lo miró con sus ojitos algo dudoso, al final dejo ir el último hilillo de cordura, aunque algo inexperto llevo sus labios al glande del miembro del Lan, dejo un suave beso en este lugar y luego abrio su boca metiendo solo la punta de este empezando a chuparla y saborear el espeso líquido que salía de este lugar. El sabía que si lo chupaba también le ocasionaría placer, gracias a los tantos libros eróticos que su hermano le dió, tenía una leve idea de cómo hacerlo. El Lan enrrollo sus largos dedos en las hebras de los cabellos del menor, mientras que este empezaba a subir y bajar su cabeza, enrrollando, chupando y besando el miembro del Lan, era tan grande que la boca del Jiang no abarcaba ni la mitad.

—A-Hua~ es demasiado~ - Saco el miembro del contrario de su boca.

Y empezó de nueva cuenta con el vaivén en sus manos, hasta que un líquido blanco y espeso salió disparado del miembro del Lan, cerro sus ojitos ya que dicho líquido golpeó sus labios y mejillas, paso su lengua suavemente por sus labios limpiando con suavidad estos, paso la manga de su túnica limpiando su rostro, estaba a punto de separarse, su lucidez se iba y volvía a cada rato, si se iba ahora se ahorraría demasiados problemas. Se puso de pie y justo cuando estaba por empezar a caminar hacia la puerta sintió como su cabello era tomado, este cayó suelto, lo próximo que sintió es como era jalado con poco tacto a la cama, el Jiang miro algo asustado al Lan.

—No me conformo con tan poco~ - Hablo con lujuria desenfrenada, sin duda ya no era el Lan, ahora mismo quien tenía el control era su alfa.

—A-Hua~ espera! No es lo que quieres~ - Hablo nervioso el menor.

𝘓𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘭𝘰𝘵𝘰.Where stories live. Discover now