Anatomy ➝ Mihyun

capítulo cuatro

Dahyun regresa a casa luego de tener su segundo shock emocional de la semana ‒el primero fue cuando ella y Mina se besaron y empezaron a tener "algo", creyendo que solo eso pasaría en sus sueños.

Sin duda, Mina ha estado inundando sus pensamientos todo el tiempo, e indiscutiblemente estos han evolucionado con el tiempo, por ejemplo, anteriormente sus pensamientos hacia Mina se definían en admiración y, también, de alguna manera que en ese momento no aceptaba, gusto, le gustaba mucho. Luego de que se confesara hace pocos días atrás, se sentía ‒y seguía sintiéndose‒ enamorada por la mujer, flotando en las nubes por ella como una tonta cuando se dio cuenta que no estaba mal amar de esa manera, pues era correspondida. Pero justo ahora el sentimiento es diferente, los pensamientos son diferentes, o más bien, había algo más que solo admiración y amor.

Puede ser... ¿Deseo?... ¿Lujuria?...

¿O cualquier otro sinónimo relacionado?

Tal vez sí, pero, en fin, lo importante aquí es que Dahyun se sentía diferente en estos momentos. Muy, muy diferente. Y todo esto la estaba afectando. Eran nuevos sentimientos que sinceramente no quería aceptar.

Sin embargo, ella no hacía nada para detenerlos. Solo podía pensar en la última vez que vio a Mina ese día (La imagen siendo un poquito distorsionada por su cabeza pues, cierto es que fue una simple acción, diablos, ¡Solo se estaba agachando para recoger su lápiz labial! no obstante, nada puede quitar el hecho de que Mina sea malditamente sexy de cualquier forma y posición, su cabeza rebobinado aquella imagen en cámara lenta, el cómo Mina se agachaba abultando su trasero y el cómo se marcaban perfectamente en su falda era- ‟Dios mío, no recuerdes eso, no pienses en eso" se dijo en su mente cortando sus pensamientos por un momento).

Y recordar aquellos besos calientes que Mina dejó en su cuello con todos esos sentimientos que aparecieron de repente en ella ese día solo empeoraban las cosas.

Entre todos y Dahyun sabemos que esto podría ser el indicador de una sola cosa...

—¡No puede ser! — Su almohada amortiguó el fuerte grito de frustración de la chica ‒el suave objeto acostumbrado a recibir los gritos de Dahyun.

La verdad es que ella se consideraba una chica respetuosa, sin ningún tipo de pensamiento impuro de alguien más en todo su ser. Es muy cierto que a veces ha leído ‒por ejemplo‒ escenas subidas de tono (siendo los libros lo más cerca que ha estado del sexo), y a veces ha tenido curiosidad con el tema, pero ella nunca, nunca se ha pensado con alguien más en situaciones explícitas, por lo que ella no se sentía realmente bien al darse cuenta de que estaba mirando y pensando en su profesora Mina ahora con otros ojos.

‟ ¡Qué vergüenza! Cuando la profesora solo te muestra su amor y cariño, tú tienes que encenderte de esta manera, Kim Dahyun ¡Pervertida, pervertida! ¡Eres una mal pensada!"

De cualquier manera, ella quería, necesitaba deshacerse de este sentimiento, de estos pensamientos, arrancarlos de ella y que aparezcan nunca más. Todo esto está carcomiendo sus inocentes, limpios y bonitos pensamientos hacia Mina ¡Ella nunca quiso esto! ¡Nunca tuvo la intención de pensar de esta manera con su profesora! ¡Jamás!

Pero incluso hasta meterse en la ducha más frío de su vida y disminuir el calor de su cuerpo no pueden borrar las imágenes en su cabeza. Repitiendo así el ciclo, una y otra vez.

—¿Qué hago? — lloriquea Dahyun en su baño, apoyada en el lavamanos, viendo en su espejo el reflejo de su rostro preocupado. En una completa crisis existencial ‒dramatizando un poco las cosas, pero hay que entenderla, la pobre chica no sabe del mundo, está chiquita.

Entonces recordó cómo se sintió cuando entró en aquella página pornográfica. Aunque sus pensamientos se asemejen un poquito al contenido que vio en esa página de segunda ‒aunque sabemos que lo más sucio aquí es esa página que los pensamientos de Dahyun‒, con la situación siendo casi la misma, puede decir que los sentimientos de uno y de lo otro no se parecen en nada.