Capítulo 1

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Las gemas caminaban por la playa cerca de la casa, era un día tranquilo no había mucha actividad de gemas corruptas desde el incidente en el hospital que tuvieron Steven y Connie, se podían escuchar las carcajadas de ambos niños que corrían para encontrarse con ellas.

-Chicas, chicas-exclamo Steven

-¡Steven!- respondieron las tres felices de ver a su pequeño tan feliz

-La mamá de Connie la dejo quedarse a dormir todo el fin de semana ¿No es genial?-casi gritaba el pequeño con estrellas en sus ojos.

-Eso es genial Steven, debo limpiar un poco la casa, ¿Connie necesitas que vayamos a recoger algo de ropa para ti?-pregunto Perla juntado sus manos e inclinándose hacia la pequeña.

-No señora, ya traje todo lo necesario- sonrió Connie

A todo esto nadie había notado que Garnet se había quedado mirando a un punto fijo de la playa excepto Amatista que se acercó a preguntarle.

-¿Todo bien?- pregunto llamando la atención de los demás.

-¿Garnet?- llamo Steven tratando de llamar su atención-¿Qué estás viendo?

-Es Steven...- balbuceo la fusión

-¿Yo?-

-No, no tu- dijo dejando a todos muy confundidos antes de que una luz celeste llamara su atención, Steven sintió que ya había visto ese tipo de luz antes.

-¿No salía una luz parecida cuando viaje en el tiempo?- pregunto

-Si- respondió Garnet

La luz incremento su brillo como si luchara para transportar lo que sea que tuviera dentro, se podía notar algo o alguien a quien rodeaba la luz, todos se acercaron sacando sus armas por si era alguna gema malvada, Steven desenfundo su escudo protegiéndolo junto con Connie.

La luz se fue desvaneciendo dejando ver a un Steven mucho mayor cargando el cuerpo de una Connie cubierta de sangre, Steven del futuro cayo de rodillas totalmente pálido.

-Por favor, ayúdenme- suplico apretando el cuerpo de su novia contra su pecho.

Todos se quedaron estáticos en su lugar, no podían creer lo qué veían, el pequeño Steven hizo desaparecer su escudo mientras observaba con atención al sujeto frente a él, sin duda era el mismo, tenía el mismo cabello aunque un poco largo sujeto en una cola de caballo, era mucho más alto y fornido, aunque no podía reconocer a la persona que tenía en brazos, pues escondía su rostro en su pecho.

-¿E-Esa soy yo?- tartamudeo Connie alarmada por la cantidad de sangre que veía salir de su cuerpo adulto. Fue ahí qué Steven noto que el cuerpo que el cargaba era nada más que su mejor amiga.

Y estaba muriendo.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo haciéndolo reaccionar.

-¡Chicas, debemos ayudarlo! ¡Connie está muy mal!- grito Steven sacando de su sorpresa a las gemas.

-Por favor, necesito ir a la fuente de mi madre, mis poderes no son suficientes, las heridas son muy graves- suplico

-Claro, si vamos- dijo Perla aun aturdida, Steven se trató de levantar pero las rodillas le temblaron y volvió a caer, Amatista se acercó a él notando que tenía una daga enterrada entre los omóplatos.

-Diablos de dónde vienes amigo- se quejó- Garnet ayúdame con Steven, Perla lleva a Connie al santuario.

Ambas gemas se acercaron tratando de ayudar pero Steven se negaba a soltar a su novia.

-¿Nos pueden llevar a ambos? , no quiero dejarla, no la dejare otra vez-

-¡YA SE!- exclamo el pequeño Steven, puso los dedos en sus labios silbando haciendo que león apareciera junto a el- súbanse y los llevamos-

-Buena idea Steven-comento Perla, todos ayudaron al joven a subirse en león sujetando a Connie con fuerza, luego se dirigieron al portal dentro de la casa para luego aparecer en la fuente de Rose.

Las gemas bajaron a los heridos y lo ayudaron a caminar hasta la fuente seguidos de ambos niños que no podían evitar sentirse nerviosos por la línea de sangre que dejaban a su paso, cuando al fin pudieron entrar en la fuente todos se quedaron observando expectantes a que Connie se recompusiera.

-Amigo, tienes una cosa en tu espalda, la voy a sacar ¿ok?- pregunto Amatista, Steven solo asintió sin quitar los ojos de su novia.

Amatista tomo el mango de la daga sacándola del cuerpo de Steven, la sangre fluyo por unos segundos para después curarse por sí solo, poco a poco fue recuperando el color y le dejaron de temblar las piernas. Mientras tanto la herida de Connie se cerró por fin y dejo de sangrar junto a otras heridas menores, su piel recupero el color de siempre y se podía ver que su respiración se estabilizaba pero no despertaba.

-Connie, amor despierta- le susurro Steven juntando su frente con la de ella.

Ambos niños se sobresaltaron por la manera tan cariñosa en la que Steven se refería a Connie pero más fue la sorpresa cuando el joven junto sus labios con los de la morena haciendo que los pequeños se sonrojaran hasta las orejas.

Connie abrió los ojos lentamente, le pesaban los parpados y sentía la lengua pesada en su boca, le dolía cada parte del cuerpo, con quejidos se enderezo con ayuda de Steven, no recordaba mucho solo como todas esas gemas se habían tirado por ella y el dolor al ser apuñalada, después todo era confuso.

-¿Ganamos?- pregunto Connie aunque su voz sonó rasposa, Steven sonrió y la abrazo con fuerza sacándole un quejido.

-Lo siento- se disculpó alejándose y dándole un pico en la punta de la nariz haciendo a Connie sonreír-temo decirte que no, te hirieron y me bloquee por completo, no podía pensar, no podía respirar- acaricio su cabello-me asustaste mucho mi caballero.

Connie rio volteando la mirada observando a los niños que los miraban con los ojos totalmente abiertos.

-Amm, hola – saludo con timidez, luego volteo y vio a las gemas mirándolos con algo de sorpresa en los ojos-Steven que está pasando-

-Nosotras también queremos una explicación si nos les importa- dijo Perla acercándose un poco.

-Por supuesto, les parece si volvemos a la casa, les diré todo, no tenemos mucho tiempo-

-¿Tiempo para qué?-pregunto la pequeña Connie

-Para evitar la extinción del planeta-

El legendario cristal del tiempoWhere stories live. Discover now