𝐷𝐸𝐴𝑇𝐻 | ʟᴇᴇ ᴄʜᴇᴏɴɢsᴀɴ [✔]

▪︎ 010:𝐑ing ▪︎

❝ANILLO❞

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EL AIRE CON LOS minutos había empezado a ser pesado y asfixiante, las manos y piernas de ambos chicos dolían por sostener su peso, necesitaban salir de ese lugar ya.

-Escala hacia arriba, debe de haber otra ventanilla–Aconsejó Cheongsan y ella asintió.

Con dificultad comenzó a subir por el estrecho lugar, su cuerpo sudaba a montones y su garganta estaba más que seca. Siguió con ello hasta que encontró una ventanilla, sonrió, sacó el celular de su bolsillo y encendió la linterna.

-Dice que solo se puede abrir por afuera–Informó desanimada.

-Bueno...–Pensó–Puedes patearlo–Sugirió Lee.

-¿Qué? ¿Cómo? Sabes que soy una debilucha–Suspiro.

-Mira, puedes sostenerte de ese tubo–La chica niro un tubo atrás suyo–Impulsate y patea con todas tus fuerzas, se que en el fondo eres muy fuerte Eun-yeon–Le ánimo y ella asintió.

Trago saliva y boto aire, se sostuvo del tubo y puso su espalda contra la pared, entonces colocó sus pies en la puertilla y comenzó a patearlo con todas sus fuerzas. Pero no podía.

-No puedo–Sollozo.

‐Sí puedes Eun-yeong–Su voz salió firme–Yo confío en ti, tu puedes hacerlo–Soltó con su voz algo cansada.

Entonces la rubia allí pensó en lo tan cansado que Cheongsan estaba, en como todo este infierno que pasaba les hacía sentir miserables a todos y como no habían llegado a salvarlos. Eso prendió un fuego en su interior y comenzó a golpear con más fuerza, lo hizo hasta que por fin la puertilla se abrió.

-¡Vamos!–Dijo Jun cuando salió mientras ayudaba a Cheongsan.

Ambos por fin salieron y como cada vez que salían, esquivaron a zombies quienes querían morderlos y la rubia maldijo dentro de si que le haya tocado zombies tan rápidos. ¿Por qué no podían ser como los de The Walking Dead?

-¡Vamos, corre, corre!–Gritó Cheongsan a Eun-yeong.

La chica no podía correr más, sus piernas dolían y estaba cansada, así que Lee tuvo que tomarla de la mano para que siguiera su ritmo hasta por fin llegar al salón de música y encerrarse allí.

-Lo logramos–Soltó Jun entre jadeos sosteniéndose de sus rodillas.

Trago saliva al sentir seca su garganta y pudo por fin dar un largo respiro sin interrupciones. La rubia caminó hasta una silla y se sentó, soltando un sonido de satisfacción al poder descansar.