07 - One Look

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El día siguiente había llegado y Sunghoon se sentía algo extraño, no se sentía mal, sino extraño, la carta que Sunoo le había dejado en el segundo cuadro le había dado algo así como el cierre que necesitaba, Sunoo no lo odiaba y por lo que había leído, había vuelto a hacer su vida, estaba casado y asumía que era con Heeseung

Por un momento intentó sentirse molesto con Sunoo y Heeseung por estar juntos, pero no tenía razones para estar molesto, Sunoo estaba en su derecho de rehacer su vida, y estaba feliz de que fuera con Heeseung, pues al final del día sabía que podría cuidarlo y amarlo mucho mejor que él, Sunoo estaba en buenas manos y eso lo tranquilizaba 

Al despertar todos, decidieron que sería una buena idea hacer un tour por distintos lugares en Milán, y fue aún mejor cuando Taehyun y Beomgyu, y Yeonjun, Soobin y su pequeño aceptaron sumarse de inmediato. A petición de Jeongin el primer lugar que visitaron fue la catedral de Milán luego de desayunar, el niño se dedicó a dar datos curiosos del lugar todo el tiempo, orgulloso de haberlos aprendido solo una hora antes de salir. Al terminar se fueron directo al Museo del teatro de la scala, y al salir, les dio la hora de almuerzo, por lo que decidieron ir por algo de comer.

—¿Podemos ir al Museo Podi peli? —pidió Jeongin, moviendo la pierna de su padre, intentando convencerlo, pero el adulto hizo una mueca

—Es que no logramos encontrar ese museo, cariño, es como si no existiera —y era verdad, los cinco habían intentado el supuesto museo podi peli, pero no había nada de él en internet, y la gente local tampoco parecía saber

Cuando Jeongin estaba al borde de las lágrimas la ampolleta de Yeonjun pareció prenderse. Se puso a la altura de Jeongin y tomó su mano —Innie ¿Hablas del Museo Poldi Pezzoli?

Los ojos de Jeongin se iluminaron —¡Ese, sí!

Aquello fue un alivio para todos, pues no querían que Jeongin se pusiera a llorar, sería imposible calmarlo si eso pasara. Tras aquello, se encaminaron al lugar, que no estaba lejos de donde se encontraban en aquel momento

Finalmente se encontraban los trece en el Museo, no era una fecha ni un horario concurrido, por lo que estaban prácticamente solos en el museo, y eso lo hacía aún más genial, pues podían recorrer sin molestias, estaban de suerte.

Sunghoon caminaba junto a Yeonjun y Taehyun mientras hablaban, y el resto del grupo iba unos pasos delante, pendiente de las obras que pudieran encontrar

—¿Entonces tú vives en...?

—Londres —completó Sunghoon —¿Ustedes son italianos?

Taehyun negó —Pero vivimos aquí hace más de una década, de hecho, nos conocimos aquí. Beomgyu y yo vivimos en un estudio en Verona, y Yeonjun con su familia viven en Nápoles 

—Escuché que planeaban viajar con Innie por Italia, si pasan por Nápoles no dudes en llamarme, Soobin y yo estaremos encantados de recibirlos en nuestra casa, además nuestro Huening adora a Innie, así que estoy seguro que tendrán un buen rato

Sunghoon le sonrió a Yeonjun y le agradeció por el ofrecimiento, definitivamente lo tendría en cuenta, pues sabía que Innie tenía lugares que quería visitar en Nápoles —Mi casa en londres también está abierta para ustedes si es que algún día quieren viajar 

Entonces los tres adultos intercambiaron números para poder comunicarse. Todo iba genial, en calma hasta que Sunghoon se percató que Jeongin ya no caminaba a su lado, y comenzó a preocuparse 

—Jake ¿tú llevas a Innie? —el rubio nombrado se giró a mirar a Sunghoon, la preocupación reflejándose en sus ojos al no tener al menor

—¿No lo llevas tú? —Sunghoon negó, ahora si estaba preocupado —¿Alguien sabe donde está Jeongin? —preguntó al resto de sus amigos, provocando que todos comenzaran a mirar a su alrededor en busca del pequeño niño

Sunghoon comenzó a sentir que le faltaba el aire al notar que su hijo no parecía estar cerca en ninguna parte, se estaba hiperventilando, sentía su corazón palpitar tan fuerte que podría escaparse de su pecho, su cabeza había comenzado a doler, y sentía miedo, miedo de no encontrarlo

—Sunghoon, estás entrando en una crisis de ansiedad, así que necesito que respires conmigo para calmarte —aquella fue la voz de Beomgyu, el chico era psicólogo y sabía reconocer los síntomas de lo que Sunghoon estaba pasando, por lo que tomó las manos del platinado y lo hizo respirar a su ritmo hasta que pareció más calmado —Necesito que te mantengas respirando así, entiendo que estás preocupado, pero te necesitamos para encontrar a Innie ¿está bien?

—Está bien —respondió en voz baja, concentrándose en mantener su respiración al ritmo al que Beomgyu lo había ayudado a llegar 

—Mientras más nos separemos, más rápido podremos encontrarlo, ¿está bien? Estén atentos a sus celulares y llamen a Sunghoon como primera persona si es que lo encuentran —Jungwon organizó y todos asintieron, dispuestos a cumplir. 

Cada uno salió entonces en una dirección distinta del Museo. El lugar era enorme, y habían demasiados lugares en los que Jeongin podría haberse metido si es que tenían la suerte de que el pequeño siguiera en el lugar.

Jay fue el encargado de avisar a los guardias del lugar para que estos vigilaran las entradas y no dejaran salir a Jeongin del lugar si es que este lo intentaba, o que aún peor, si es que alguien ajeno intentaba llevárselo. 

La búsqueda se extendió por casi media hora, y fue probablemente la media hora en la que Sunghoon más había sufrido en toda su vida, se sentía terrible, angustiado, sentía que podía morir en cualquier momento, eso hasta que su celular vibró, y el nombre de Soobin apareció en la pantalla

—¿Sunghoon? Un guardia me habló, dijo que vio a alguien con un niño en brazos en la sala de las armaduras —Soobin sonaba agitado, Sunghoon simplemente agradeció y se encaminó a aquella sala, por la que habían pasado cuando recién habían llegado al museo, tan rápido como pudo

Al llegar a la sala se percató que esta estaba casi por completo vacía, a excepción de dos figuras, un hombre de cabello negro que le daba la espalda y en sus brazos un niño, a quien de inmediato pudo reconocer como Jeongin, no solo porque conocía la silueta de su hijo, sino también porque el pequeño hablaba feliz y emocionado, y Sunghoon fácilmente podía reconocer la voz de su hijo

2. LIKE A MEMORY - SUNGSUN Where stories live. Discover now