Sansevieria

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"Coloridas, elegantes; ideales para principiantes. Despiertan curiosidad, purifican el aire y dan un toque de color en cualquier esquina."
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Craig.

¿Alguna vez han visto las hojas de la sansevieria? La primera vez que Craig las vio no les tomó importancia. Alguna planta más con forma extraña, eso es lo que pensó. En la oficina donde trabaja hay un montón de esas plantas; las veía casi todos los días y se habían vuelto algo tan cotidiano en su vida que su mente comenzó a ignorarlas. O por lo menos fue así durante bastante tiempo, hasta que, llegando a su edificio después de un largo y cansado día , notó un movimiento extraño por el rabillo del ojo.

Era un chico rubio, tenía el cabello atado en una coleta, su camisa gris resaltaba el subtono rosa de su piel y sus mejillas sonrojadas por el repentino aumento de temperatura durante las primeras horas de la tarde, resaltaba también su cabello rubio, y sus preciosos ojos azules. Sus ojos... un momento, ¿cuánto tiempo tenían mirándose fijamente el uno al otro? Craig parpadeó obligándose a salir de su ensoñación; el chico pareció darse cuenta en ese momento del intercambio de miradas y bajó la vista, aparentemente avergonzado.

Un mechón cayó por la cara del chico, ocultando gran parte de su rostro, sin embargo, Craig aún podía ver sus orejas coloreadas de un intenso color rojo. Ahí es cuando recién nota la poca distancia a la que estaban, no era suficiente para darles la oportunidad de fingir que no estaban mirándose. Ahora, el problema era el siguiente: ninguno de los dos sabía qué hacer. El chico volvió a mirarlo, de reojo, acomodándose el mechón detrás de la oreja. Craig se balanceó suavemente sobre sus pies, hasta ahora no había notalo que tan incompetente era para lidiar con situaciones tan extrañas como esta. Escuchó al chico carraspear ligeramente y volvió a mirarlo.

— ¿Te- te gustan?- mencionó suavemente, señalando algunas plantas frente a él. Craig siguió con la mirada hacia dónde el chico señalaba; asintió sin pensarlo demasiado.

— Donde...- carraspeó.- Donde trabajo hay un montón de estas.- dijo, sonriendo.

Los ojos del chico parecieron brillar, y Craig se acercó unos cuantos pasos, como polilla siguiendo la luz.

— Es una planta muy fácil de cuidar.- explicó con ilusión. Repentinamente Craig sentía un gran interés por las plantas.- Pueden sobrevivir en casi cualquier ambiente, y soportan mucho tiempo sin agua.

Craig lo miró embobado, no entendía nada de lo que el chico le estaba intentando explicar, pero la sonrisa amable en sus labios y el brillo que iluminaba su cara al hablar eran toda una obra de arte. Un suspiro se escapó de sus labios.

— Perdón.- mencionó el rubio en un murmullo.- Te estoy aburriendo, ¿verdad?- sonrió a mitad de una mueca avergonzada.

— No.- negó con rapidez.- Me relajé tanto escuchándote hablar que se me escapó.-mencionó atropelladamente, sin procesar antes lo que estaba diciendo.

El chico soltó una risita, el corazón de Craig dio una vuelta completa dentro de su pecho.

— ¿Te acabas de mudar aquí? No recuerdo haberte visto.- mencionó el rubio.

— Sí, sólo llevo dos meses aquí.- afirmó con una sonrisa.

— ¿Dos meses?- externó sorprendido.- ¿Cómo es que no te vi antes?- indaga con genuina curiosidad.

— Normalmente paso por aquí más temprano, quizá sea por eso.- respondió con una sonrisa tímida.

— Sí, eso tiene sentido.- dijo soltando una risa nasal.

— ¿Cómo te llamas?- preguntó Craig en un impulso de valentía. El chico parpadeó una cuantas veces y una sonrisa brillante adornó su rostro.

— Tweek Tweak.- dijo- ¿Y tú?

— Craig Tucker.

Su conversación ese día, pese a no ser demasiado extensa, fue muy fluida y cómoda. Ambos se balanceaban, como flores sacudidas por un viento tranquilo y gentil. La situación era inusual para ambos, la manera tan simple y sencilla en la que habían conectado era una maravilla para los dos. Mientras Craig subía a su apartamento en el tercer piso, la situación se reprodujo en su cabeza, sintió su rostro encenderse hasta las orejas, ¿por qué tuvo que quedarse mirando de esa forma? ¿Qué tipo de expresión vergonzosa estaría haciendo?

Con eso en mente, avanzó a paso rápido hasta su puerta, abriendola con torpeza y escondiéndose en el interior de su vivienda.

Holaa. Esto es algo que comencé para salir del bloqueo que llevaba cargando hace bastante tiempo, debido a eso quizá esté un poquito mal escrito. Es algo tranquilo, prácticamente sin drama, y cortito. Algunos capítulos son más largos que otros, porque la idea es que sea algo calmado dentro de lo que cabe. Y eso.
- Blau❤️

Jardín sin flores || Creek Where stories live. Discover now