Helechos

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"Cientos de ramas brotan de mi pecho, apuntando a todas direcciones, caen hacia mis costados y desearían poder resguardarme en ellas. Están celosas, se niegan a revelarme tu ubicación, ojalá pudieran oírme, les diría que pueden venir nosotros."
——

Tweek.

Craig y él habían estado manteniendo más contacto en las últimas semanas. Habían compartido sus números de teléfono, y no sólo se mantenían en contacto por ese medio, sino que con frecuencia se encontraban en los pasillos o en la recepción, y se quedaban charlando un buen rato. Y, si se daba la oportunidad, llegaban a encontrarse en la calle cuando él iba saliendo de clases y Craig salía del trabajo. Los días en que ambos tenían un tiempo libre se ponían de acuerdo para ver películas en el apartamento de Tweek; era agradable.

Tweek se sentía cómodo con la compañía de Craig; entre más lo conocía más cualidades encontraba en él. Validaba y comprendía su trastorno de ansiedad, sin juzgar ni tratarlo diferente. Por su parte, también aprendió muchas cosas del moreno, incluso aquellas que sólo se podían notar cuando les prestabas mucha atención.

— Que horror de pareja.- Comentó Tweek, poniendo pausa con un golpe firme en la barra espaciadora del teclado.

Salió a la pantalla de carga de la película refunfuñando. Quizá no fue buena idea elegir una película para adolescentes aún sabiendo que a ninguno le hacía especial ilusión el género. Craig soltó una risadota.

— Creí que te gustaban las cosas bizarras.- Comenta el pelinegro entre risas.

— ¡No! - Suelta Tweek riendo también.- Fuiste tú quien me dijo que la pusiera.- reclama. Craig levanta la mano para cubrirse la boca mientras se ríe.

Tweek, de forma inconsciente, toma con suavidad dicha mano para alejarla de la cara de Craig. Le encantaba verlo reír, probablemente fue eso lo que provocó el impulso de tomar su mano.

— Tampoco teníamos muchas más opciones.- Puntuó.- Tenemos que pagar otra plataforma ahora.- Mencionó para después toser ligeramente debido a la falta de aire por su reciente ataque de risa.

— ¿Disney ahora?- Cuestionó Tweek, sin soltar la mano de Craig, la cuál ahora descansaba suavemente en la superficie del sofá, entre ambos.

— ¡Oh! - exaltó repentinamente.- Sí, por favor. Tienen documentales de animales.- Pide con ojos brillantes. Tweek puede sentir una sonrisa boba y gigantesca formarse en su cara.

— ¿Vamos a pagarle a Disney aunque sea tan asqueroso con las personas LGBT+?.- Cuestiona entonces con una ceja alzada.

— Sip. Un bisexual y un homorromántico van a pagarle a esos mugrosos.

Tweek suelta una carcajada, apretando ligeramente la mano de Craig por el inesperado comentario.

— Vale. Voy a disfrutar del contenido con mucho odio.- Dijo, soltando entonces la mano de Craig para buscar algo en la computadora.

De soslayo alcanzó a percibir la mirada del pelinegro dirigirse a la mano que acababa de soltar y frotarla con suavidad. Se mordió ligeramente el interior de las mejillas, intentando tragarse su vergüenza, y rogándole al universo que sus mejillas no se pusieran rojas.

Tweek buscó la página de la otra plataforma, dispuesto a pagar la suscripción. Sus ojos se desvían en un rápido vistazo hacia la hora en la esquina inferior de la pantalla.

— ¿Tienes tiempo para ver algo más?- cuestiona observando como Craig se inclina hacia delante para revisar la hora.

— Si me dejas cenar aquí, sí.- dice entonces, con tono suave. Tweek lo mira durante unos segundos, analizando la situación y sumando el tiempo promedio que duraba una película, para asegurarse de no alterar su horario de sueño. Finalmente asiente.

— ¿Quieres pedir comida?- inquiere. Ve a Craig asentir; Tweek saca su teléfono entrando a la aplicación de entregas a domicilio, dispuesto a pedir algo para ambos.

— ¿Me dices cuanto es? Para pagarte.- Mencionó Craig cuando terminaron de pedir, sacando su propio teléfono, Tweek negó suavemente con la cabeza.

— No hace falta, no te preocupes.- respondió sin mirarlo, estaba terminando de pagar.

— No voy a dejarte pagar siendo yo quien trabaja. Además, ya te he molestado mucho estando aquí.- Mencionó Craig en tono divertido.

— ¡Yo también trabajo!- reprochó.

Levantó la cabeza con rapidez, con la intención de seguir su reproche; sin embargo, su frente chocó contra algo duro que lo obligó a soltar una maldición. Se sostuvo la zona del golpe con la palma de la mano, intentando apaciguar el dolor. Escuchó a Craig quejarse en voz alta, lo miró con una sonrisa confundida. Él también se estaba sosteniendo la frente en la zona golpeada. Tweek comenzó a reírse.

— ¿Tienes cabeza de piedra o algo?- Pregunta con diversión. Craig soltó una risa entre un suspiro.

— ¿Te duele mucho?- cuestiona Craig, con preocupación y acercándose a él para revisarlo.

Tweek se quedó quieto, con el corazón latiendo de emoción, sin saber cómo reaccionar; ni siquiera cuando Craig sostuvo con suavidad su cabeza, depositando un suave beso en la zona enrojecida. El rubio sintió como su cara se puso roja hasta las orejas. Miró los ojos brillantes y llenos de preocupación, y se quedó embobado. ¿Puede alguien explicar como este chico podía ser tan hermoso?
No sólo por su físico, sino también por su personalidad y la forma en que se comportaba con él. Un puchero se formó en sus labios.

— ¿Te... te incomodé?- escuchó la pregunta de Craig después de que este lo soltó. Su tono preocupado y nervioso lo devolvió a la realidad.

— ¿Puedo darte uno también?- Indaga, presionando los labios en una línea.

Escarba en su mente, intentando adivinar de dónde había sacado toda esa valentía. Craig asintió con timidez. Tweek tragó saliva, y tomando aire sostuvo con suavidad las mejillas de Craig, sintiendo bajo las palmas de las manos la piel cálida; se alzó ligeramente para alcanzar la frente del moreno y deposita un suave beso en la superficie, justo donde Craig estuvo frotando anteriormente para aliviar el dolor.

Se alejó un poco, lo suficiente para poder ver su expresión. Craig tenía los ojos incluso más brillantes que antes, podía notar cómo su mirada se paseaba en toda la extensión de su cara. Tweek se acercó un poquito, dándole tiempo a Craig para alejarse; sin embargo, fue el moreno quien terminó con la distancia, uniendo con suavidad sus labios.

Algo revoloteaba dentro de su estómago, enviando ligeras y agradables descargas a través de sus extremidades. Tweek repartió suaves picos sobre los labios de Craig antes de que sus labios se entrelazaran, cómodos, pacientes, dispuestos a conocerse; cerró los ojos y ambos iniciaron un vaivén lento y agradable, entre suspiros y chasquidos. Sintiendo la tranquilidad invadir su cuerpo, como si acabara de liberarse de una tensión enorme. Soltó un suspiro profundo, sintiendo a Craig sonreír sobre sus labios. Tweek dejó un pico sobre la sonrisa de Craig para luego separarse sin alejar sus manos de la cara del pelinegro.

Ambos se miraron a los ojos, sonriendo con timidez; Tweek acarició con suavidad los pómulos de Craig con sus pulgares antes de separar las manos. Es entonces que se permite analizar la situación; acababa de besar a Craig, al chico alto, moreno, guapo y de ojos preciosos que lo había cautivado desde el primer momento en que lo vió. Siente la mano de Craig envolver la suya con calma y calidez, llamando su atención. Tweek miró su sonrisa tranquila, y se recostó contra su hombro, disfrutando del ambiente íntimo que ahora los envolvía.

——

Fin. 💕

Jardín sin flores || Creek Where stories live. Discover now