Capítulo 14

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Corro hacia ellos, me arrodillo y saco la ametralladora. Les disparo como si no hubiera un mañana. Todos mueren, pero el maldito gordo solo fue herido en la pierna, así que lo sigo mientras se arrastra.

Pasos y gritos se escuchan detrás de nosotros. Hayden recibe un par de tiros por atrás, así que se pone a cubrirme la espalda. Ni me preocupo por el, tiene suficiente entrenamiento y sé que no es facil de matar.

Hierba mala nunca muere... muere, muere, muere...

Llego hasta el gordo y le doy una recarga a mi arma. Le piso el abdomen y le apunto a la cabeza- ¿¡Dónde diablos dejaste a Clara!? Maldito viejo de mierda.

- ¿La zorrita?-le pego con la parte de atrás del arma para que sepa con quien habla.

Viejo idiota.

- Me la lleve. La puta estaba buena y encima me ayudaba a arreglar un buen negocio.-escupe sangre mientras se ríe como puede.

- Eres un hijo de puta ¿lo sabes?-me le acerco- dime donde está porque si no, a tu familia y a la maldita de tu esposa les va a pasar algo distinto todos los días. Ninguno quedará vivo, lo juro.

- ¿Crees que con eso vas a asustarme ...?-escupe más sangre- me haces reír, niña.

- Es que si voy a matarte.-le apunto más de cerca en la cabeza.

- Solo hazlo, pero antes voy a decirte algo muy importante... en este juego, juegan todos, hasta los que parecen no jugar.-y disparo, sintiendo el arma vibrar por unos segundos sobre mi mano.

La frase que me dijo quedó en un globo en mi cabeza, trato de encontrarle sentido. Dudo que me lo haya dicho si es que no estoy pasando algo por alto, soy tan idiota.

- Vámonos-Hayden me agarra del brazo y me lleva hacia las escaleras de salida.

Subimos mientras miramos que no haya nadie. Se nos cruzan un par que mata sólo él porque yo he quedado mal.

Cuando llegamos a la azotea trabamos la puerta. Yo coloco bombas en los extremos del lugar mientras esperamos a Vero y a Camille con Dani, el piloto raro.

Activo todo en mi celular y es cuando llega, sin aterrizar el helicóptero. Nos tiran una cuerda y la escálamos con fuerza, yo por suerte toda mi corta vida he bailado pole dance, la fuerza de mis brazos y piernas puede sorprender.

Al terminar, guardan la soga y se preparan para irnos. Cuando nos alejamos lo suficiente, toco el botón rojo que brillaba en mi pantalla, haciendo reventar todo el lugar de donde salimos. Esta misión salió bien porque con Hayden justo entramos a la habitación correcta, a la que orgullosamente le sugerí yo. Si no, nos hubiera costado más, y probablemente moriríamos.

El viaje es largo, pero llegamos a Asía en tiempo no calculado por mi por lo que se me hace demasiado extenso. Revisando los papeles leímos que la gran parte de las mujeres, eran enviadas a Asia: eso nos despertó cierta esperanza que habíamos perdido minutos antes.

Me despierto cuando ya todos están bajando. Los recibe un chico alto, rubio y ojos verdes, se nota que es más italiano de lo que podría llegar a negar.

Los guía a todos a diferentes cabañas, les indica todo lo que tienen que hacer y a mi me lleva última a mí lugar correspondiente. Pude notar como sus ojos me observaban fijamente, y gracias a eso mis mejillas toman un color carmesí que me delatan completamente.

- Hola-me vuelve a saludar aunque ya lo había hecho.

- Hola, de nuevo-sus mejillas se ponen rojas.

- Me preguntaba si podríamos... ¿ir a tomar algo? Antes de que se vayan.-se rasca la parte de atrás del cuello.

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