Capítulo 15

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Después de ducharme, y de acostarme, Hayden nunca llegó.

Su teléfono estaba apagado, y los soldados no sabían a donde estaba, solo los militares, pero esos malditos idiotas solo te decían que era confidencial o que se yo lo que decían, malditos tarados.

Había estado preocupada todo el día en la cabaña, comiéndome las uñas por querer saber si él se encontraba bien, por lo menos una señal de vida.

Me había llamado Adam, el lindo italiano que había conocido ayer, preguntándome cómo estaba y si necesitaba algo. Obvio le dije que todo bien y que no quería ni necesitaba nada, pero él insistió en traerme el almuerzo, la merienda y la cena.

Y por esa razón, estaba aquí, sentada en la cama que teóricamente debía compartir con Hayden, a la espera de Adam, que estaba en camino para traerme la cena.

Estaba tan nerviosa, tan preocupada... Hasta la cabeza me dolía, me daba leves pinchazos que me dolían un montón. Nunca había experimentado esto, yo no me preocupaba por nadie, solo por mi madre cuando estaba presente y luego por mí, pero jamás por alguien más.

Y ahí tienen, Hayden se estaba llevando todas mis primeras veces, y eso me irritaba, porque no sabía si era lo correcto dejar que el me robara todas mis experiencias.

De igual manera, me gustaba... Cuando estaba con el me olvidaba de todo, y así estemos peleando, era reconfortante tenerlo, sea como sea.

Una paz interior me llenaba, más unas mariposas en mi estómago que me dejaban sin respirar cada vez que podían. Mi pecho dolía y escuchaba mis propios latidos a todo lo que da cuando se me acercaba, o me ponía una mano encima.

Escuché como tocaron a la puerta y me levanté enseguida.

- Hola...-Adam me extendió una bolsa con comida- sé que estás un poco mal, y por eso no has asistido al comedor, así que, quise traerte también la cena. Si es que no te molesta. Si tú no quieres comer igual, puedo llevármelo...

Sonrío porque siempre se preocupa de mas- Gracias Adi, es más que un detalle que me traigas esto, obvio que lo acepto. No tenías porque venirte hasta aquí a esta hora, hace frío y no quiero que te sientas mal luego-agarro la bolsa de sus manos y la apoyo en la pequeña mesa que estaba al lado de la entrada.

- No es nada para mí. Espero lo disfrutes y puedas comer todo...-se sonroja- buenas noches, que descanses.

- Gracias, Adi. Buenas noches, ojala puedas descansar muy bien. Nos vemos por ahí.

Me sonríe por última vez y lo veo marchar. El olor a comida china llega a mis fosas nasales, haciendo que mi estómago cruja gracias al aroma tan exquisito

Luego de comer, tirar todo en el tacho y lavarme los dientes, decido darme otro baño para relajarme, ya que la situación me estaba haciendo mal, el dolor de cabeza había aumentado y una presión dolorosa se instalaba en mi pecho.

Era ya de madrugada, y yo solo podía pensar lo peor, tratando de buscarle una justificación.

Intento abrir la ducha, y al ver que no caía nada, me acuerdo que ellos a media noche cortan el agua.

Era la maldita cosa de que ellos deben bañarse, comer y no se que más hacer, temprano, porque no se les permite hacer más nada a partir de las diez de la noche porque debían despertarse a las cinco y estar lucidos.

Decido ir a la ducha de los militares, las más importantes, y a las que no se les permitía el ingreso a cualquiera. Agarro un abrigo, mis borcegos negros, una toalla y ropa.

Salgo de la cabaña y troto hacia donde corresponde, esquivando las luces de vigilancia y a los soldados que estaban de guardia. Me apoyo contra la pared cuando noto que accidentalmente había pisado algo, que, hizo ruido y alertó a un guardia cerca.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2023 ⏰

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