♡ [ Headcanons ] ; Tokyo Revengers ; ♡

;; Shion Madarame

⛔

— ¿A dónde vas tan sola? Ratoncita.—
Shion recargaba su peso sobre la pared y exhaló el humo del cigarrillo.
La luz de la luna y un poste descompuesto era lo único que iluminaba la escena.

Ella pasó de largo, ignorando por completo el llamado de atención que había recibido.
(...) seguía concentrada en la música de sus audífonos, sostenía su bolso con fuerza que iba en su hombro derecho.

— Hey, te estoy hablando.—
Le cortó el pasó apoyando una mano en la pared, haciendo suficiente ruido como para llamar su atención por sobre los audífonos.
La miró hacia abajo, como una inferior.

Ella se sobresaltó y cerró los ojos por instinto, creyó que le iban a asaltar pero ya no fue así.
— ¿Qué quieres? —
Se quitó los audífonos y los guardó rápidamente dentro de su bolsillo.

— Las preguntas las hago yo.
¿A dónde crees que vas? —
Cuestionó otra vez, alzando una ceja.
La verdad es que a la vuelta de esa esquina, el presidente de la pandilla, Izana, estaba "cobrando" unos favores y habían órdenes estrictas de que nadie se acercara.
Por eso Shion seguía en esa esquina como guardaespalda.

— Mi casa queda tres cuadras más arriba.—
No sabía que estaba pasando y no le gustaba nada, pero en parte sentía que ya había visto a este chico antes.
— Déjame pasar.—

— Lo siento, no puedo hacer eso, tendrás que tomar el camino largo.—
Fue dando pasos hacia adelante con tal de alejar un poco más a la chica e intimidarla. Pero no retrocedía.

— ¿Qué? ¿Me vas a acompañar? —
Más de alguna vez, su hermano mayor le había enseñado que tenía que hacerse la dura ante estas situaciones.
Frunció el ceño y apoyó ambas manos sobre el pecho de Shion cortando sus pasos.

— Me encantaría, princesa.—
Aprovechó de tomar sus manos, dandole media vuelta e inclinando su cuerpo. Posó una mano sobre la cadera de ella y con la otra, entrelazó sus dedos con los ajenos.

— ¡Deja de jugar! —
(...) echó la cabeza hacia atrás tomando fuerzas y volvió a llevarla hacía adelante, dándole un buen cabezazo a Shion.

— ¿Qué pasa aquí? —
Izana escuchó los lloriqueos de Shion, viendo cómo estaba de rodillas ante (...)
— ¡Oye! Es muy tarde para que andes sola, (...), Kakuchou se va a enojar.—

— Lo siento Izana, pero este tonto no me dejaba pasar.—
(...) gruñó entre dientes y se cruzó de brazos.

— Bueno, bueno. Da igual, vamos a casa antes de que tú hermano también me mate por dejarte sola.—
Izana la tomó del brazo y miró a Shion con desprecio.
— Levántate.—

— ¿¡Kakuchou!? ¿¡Hermanos!? —
Shion se frotaba la frente, recibió un buen golpe y no entendía nada de lo que ocurría aquí.

— (...) es la hermana menor de Kakuchou.—
Y tal como él nunca pudo ser hermano mayor, actuaba como tal.
— A partir de mañana, vas a darle protección única a ella, ¿Alguna objeción? —

— N-no jefe. . . Ninguna.—