𝑪𝒓𝒆𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐

Capítulo único | Su favorito

𝓡𝓮𝓼𝓾𝓶𝓮𝓷:

A veces, Shen Yuan sólo quiere acostarse con su discípulo principal.

—¡Shizun, dis-discúlpate!

—¿Por qué debería hacerlo?— Shen Yuan se queja, salpicando de besos toda la clavícula de su discípulo. —¿Hnm? Tú eres mi discípulo, no el Shizun. Mi elección es definitiva.

Shen Jiu le golpea el hombro. —¿Shizun cree que puede tocar a este discípulo sin más? ¡Vete a la mierda!

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La nueva discípula era una chica preciosa.

Shen Yuan la lleva al pico, con Shen Jiu a su lado. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las veces en las que Shen Yuan saluda a un nuevo discípulo y le ofrece hablar con él, esta mañana los ojos de Shen Yuan se desviaban a menudo hacia su Discípulo Principal. Cuando Shen Jiu lo había despertado, había algo en su rostro, la forma en que se veía tan brillante y alegre, que hizo que Shen Yuan lo arrastrara a la cama, besando los gemidos de sus labios y embriagándolo a fondo bajo los tempranos rayos del sol. Shen Yuan no sólo se despertó pensando en sexo. Se despertó mirando a alguien a quien amaba y, de repente, durante toda la mañana, lo único que quería hacer era pasar sus dedos por el cuero cabelludo del otro y deslizar la palma de la mano por la parte baja de la espalda de Shen Jiu para conseguir que levantara ese pequeño y alegre trasero para poder--

Divertirse. Así. Jodidamente. divertirse.

Su miembro ya estaba lo suficientemente duro, pero todo lo que quería era abrazar a Shen Jiu y seguir deleitándolo. ¿Por qué tenía que elegir un nuevo discípulo? Ah, ¿quizás para demostrar que no estaba sólo hipercentrado en Shen Jiu? ¡Pero lo de hoy era realmente una derrota del propósito!

¡Shen Jiu estaba en su mente!

El té que prepara la joven es dulce y llena sus sentidos agradablemente. Shen Yuan inclina la cabeza y le ofrece un poco a Shen Jiu, que le lanza una fea mirada antes de tirar el té al suelo junto a sus pies. Bien, ¿quizás eso era sólo cosa de Shen Jiu? La chica, sin embargo, parecía que iba a empezar a llorar.

Shen Yuan añadiría sin duda unos azotes a sus lecciones privadas más tarde. Shen Yuan pasó la siguiente hora más o menos, detallando las reglas de su secta, explicando sus lineamientos personales, y quién era Shen Jiu. Cómo comunicarse con él, cuándo serían sus descansos y cómo empezar las tareas mientras Shen Jiu le entregaba túnicas y un manual de cultivo, todo ello con el ceño fruncido. Todavía se ve bonito, con sus cejas afiladas y sus labios suaves y llenos de besos.

—¿Cómo te llamas... otra vez?— Pregunta Shen Yuan, dándose cuenta de que entre admirar a Shen Jiu y pensar en su discípulo principal en este extraño y excitante día, no había captado su nombre. La chica parpadea, sorprendida.

—...Han MeiLi.

Shen Yuan escuchó, pero en el momento en que ella se va, Shen Yuan lo olvida. Se olvida porque Shen Jiu está limpiando el té derramado, con las caderas levantadas en el aire mientras murmura en voz baja. Hay un pequeño balanceo en la acción, y Shen Yuan se inclina hacia atrás en su silla, admirando completamente la vista. Qué bonito, ¿verdad? Quién más podría llevar semejantes túnicas y seguir teniendo un buen trasero-- bueno, significaba que Shen Jiu llevaba una mucho más ajustada, pero eso estaba bien.

Su discípulo principal se sentó sobre sus rodillas y lo miró fijamente.

—XiuYa, ella es bonita. Elegiste a la más bonita.