𝑪𝒓𝒆𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒆𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐

Capítulo único | Resistente

𝓡𝓮𝓼𝓾𝓶𝓮𝓷:

El Señor del Pico, Shen Yuan, bebe un afrodisíaco. Su discípulo, Shen Jiu, no está totalmente dispuesto a ayudar al viejo tonto a quitárselo.

—¡Te escucho!— Shen Jiu espetó, con las manos levantadas. —No puedo encontrar nada en este estúpido... maldito bastardo, ¡deja de frotarte como un animal!

—Ah—. Shen Yuan frunció el ceño. —¿Animal? Eso es grosero.

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Los discípulos de Qing Jing no tardan en saber que su Shizun ha sido contaminado por el polen sexual.

No actúa de forma muy diferente a la habitual. Tal vez más brusco, con palabras pronunciadas entre sonrisas forzadas y un abanico que agita sus mejillas como si el calor fuera demasiado. Es más, se mantiene con la misma gracia, con la cabeza alta y la frente levantada cuando le preguntan si está bien. Tampoco hace falta mucho tiempo para saber que varias de las discípulas más jóvenes se dieron cuenta de que estaba tan excitado como lo estaría uno bajo la tensión del polen que forzaría una desviación mortal del qi hasta encontrar alivio. Song XiuYa nunca se acuesta con ninguna de ellas, por más que se aferren a sus mangas a pesar de sus suaves suspiros irritados. Ru Ling nunca se había considerado una opción. Su Shizun encontraba a sus compañeras en las de alta posición, con túnicas de gran calidad, cabellos decorados con ornamentos ante los que ella sólo podía sentarse asombrada. Qian XiuRong se burla de ella por su enamoramiento.

¡No es que Song XiuYa no fuera atractivo! ¡Era natural!

Era alto, con hombros anchos y piel pálida. Sus ojos eran tan oscuros como la noche, con el cabello a juego con las tintas más negras. Vestía de seda de araña, y capas de varios verdes o azules con accesorios de bronce u oro. Huele bien, y sostiene abanicos para ocultar sus sonrisas, pero Ru Ling había visto esas suaves sonrisas y sintió que su corazón se embriagaba. Ru Ling no se enamora de él, pero le gusta. Es guapo, ¡claro que sí! Pero ella no es como las otras chicas, que se quejan de su deseo de que Shizun se acueste con ellas. Siempre son las discípulas más nuevas, las que no saben nada de su personalidad.

Ru Ling solo sabe tanto como su Shizun le dice.

Ella sabe que se ha alejado de muchas con la misma rapidez con la que se enamoró.

Y es cuando Shen Jiu entra al pico, Ru Ling teme que haya caído en la misma trampa que todos los demás. Finalmente se da cuenta durante una de esas misiones en las que Song XiuYa está solo, y vuelve solo, pero con los dedos apretando la curva de su abanico.

Shen Jiu lo observa con el rostro fruncido. Ru Ling suspira, apoyándose en su amigo. Sí que quiere a Shen Jiu, en el sentido de que lo ve como un hermano pequeño, quiere protegerlo, pero está tan enamorado como sus Shimei.

Incluso los otros pocos Shidi que parecen no entender si les gusta su Shizun o sienten envidia.

—Sabes... Shizun va a hacer el cultivo dual solo—. Se ríe, como si fuera una broma, pero su voz es más fría de lo que pretende, y tira suavemente de la túnica del otro. —¡A-Jiu parece que ha comido algo amargo!

—¡No lo hice!

—Sí, sí. Sé que te gustan los dulces... ¿tal vez A-Jiu comió demasiados dulces? Tal vez pueda decirle a Shizun--

—¡No le digas nada a Shizun!— Shen Jiu da un chasquido, levantando el pie a pesar de que no puede dar una patada, mientras que Ru Ling se aleja, la risa brotando de sus labios. Incluso después de la alegría, la felicidad de interactuar con su amigo, ve el dolor de la añoranza en la mirada de Shen Jiu y sabe que no puede protegerlo. Al final, sólo puede esperar que Shen Jiu sea feliz y que Shizun no le haga daño.