Una princesa en Montepinar

Los chantajes de Antonio

Antonio va a casa de Sofia. Llama a la puerta.

Sofia: Antonio, ¿qué tal?

Antonio se queda embobado con los....senos de Sofia.

Antonio: Pufff...madre mía con la niña...

Sofia: Antonio, deja de mirar mis pechos. ¿Qué haces aquí?

Antonio: ¿Tienes colacao? *dice entrando*

Sofia: ¿Perdón?

Antonio: Que si tienes colacao. Para desayunar.

Sofia: Jeje...osea...no paras de sabotearme las juntas...¿y pretendes que te de desayunar?

Antonio: Sí, porque tengo un arma secreta.

Sofia: ¿Cómo tu arma secreta?

Antonio: Pues...digamos que tengo lo necesario para que tú misma renuncies a la presidencia. Y tu papi...tendrá problemas con su reinado.

Sofia: ¿Cuál es ese "arma"?

Antonio: ¿Qué pasará si la gente sabe que su rey es un borracho que sale y liga por las discotecas?

Sofia:....¿No serás capaz?

Antonio: ¿Qué no? Tú no sabes de lo que puedo ser capaz.

Sofia: Antonio, ni se te ocurra. Nos buscas la ruina.

Roland: ¿Ocurre algo, cariño? Uy, hola...¿quién eres?

Antonio: Antonio Recio, mayorista, NO limpio pescado.

Sofia: Hugo, mi amor, ¿te puedes encargar de vestirle?

Hugo: Claro. Pero no sé para que está Amador. 

Sofia: Luego hablaré con él.

Hugo se va con Roland.

Sofia: Vale...¿qué quieres por tu silencio?

Antonio: Que renuncies a la presidencia y me elijas a mi.

Sofia: No. 

Antonio: Entonces....la gente sabrá como es de verdad el rey Roland.

Sofia: No, ¿y sabes por qué?

Antonio: ¿Por qué, listilla?

Sofia: Porque la gente sabe que yo no miento y menos, sin pruebas. No tienes pruebas físicas de que mi padre sea un borracho. ¿A quién crees que va a creer la gente? ¿A la princesa Sofia I de Encantia, una chica que mucha gente conoce y sabe que no mentiría por nada? ¿O un mero señor desconocido?

Antonio: Uy...

Sofia: No tienes escapatoria. No puedes ganar contra una princesa.

Antonio: Eso ya lo veremos.

Sofia: ¡FUERA!

Antonio: Esto es la guerra.

Sofia va empujando, poco a poco, a Antonio hacia la puerta. Al pararse fuera de la puerta, Antonio se vuelve a quedar mirando los pechos de Sofia.

Antonio: ¿Puedo.....saber cómo tienes los pechos?

Sofia se cansa, suspira y cierra.

Antonio: ¡Uy! Madre mía...lo buena que está y los problemas que trae....