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Luego de aquella confesión siguieron hablando por unas horas, se aclararon mejor las cosas y el padre de Han prometió cambiar. Incluso si aún no le convencía del todo la idea su hijo estaba enamorado y él no quería ser quien le arrebatara la felicidad solo por su propia experiencia.

Ambos adolescentes se habían escapado hacia el cuarto del menor, habían mensajeado a sus amigos contándole la noticia. Ahora eran novios, ya no más casi-novios.

— Mi madre aceptó la idea desde que me hice tú amigo asi que no es necesario pedirle su aprobación. —Musito minho mientras hundía su cuerpo a un lado del contrario.

— Tengo una pregunta. — Jisung se acomodó entre los brazos del rubio mientras daba un largo respiro para sentir el perfume que naufrgaba en el cuello del mayor. — ¿Qué pasará con tu padre?.

— Eso.. —Aguardo silencio mientras acariciaba la espalda baja de Jisung. — Eso es fácil, se volverá viejo y morira. —Comento con algo de diversión haciendo bufa al menor.— La pregunta que yo tengo es ¿porque tengo tanta suerte? Ser tú novio Sunggie es cosa de suerte.

Comieron algunas botanas mientras hablaban de distintos temas en la cama ajena como niños pequeños. Luego comenzaron una pelea de comida y seguido a esto Minho tuvo que lavar el cabello del más bajo al lanzarle palomitas en aquella zona. Al salir del baño el rubio se encargo de secar y peinar éste con cuidado provocando el sueño en Han. Con el pasar de los minutos termino completamente dormido ya que había recibido algunos mimos más de parte de Lee mientras se acurrucaban juntos.

Unos minutos más tarde el Señor Han irrumpió en el cuarto encontrandose a Minho colocándose su mochila ya levantado. Supuso que se iba asi que se aparto de la puerta dejando el paso libre pero el menor se detuvo en ésta.

— Justamente iba a bajar para hablar con usted. —Algo indeciso rasco su cuello, había pensado mucho en la pregunta de Han. Necesitaba deshacerse de su padre pero no podía hacerlo el solo siendo solo un adolescente. Recordo el maltrato en su rostro y algunos moretones en su cuerpo, toda duda desaparecío. — Quería pedirle ayuda con algo...

— ¿En que? con tal de que no sea mi aprobación para casarte con mi hijo creo que puedo ayudarte. —Bromeó un poco para tratar de relajar la tensión en el contrario.

— Quiero que me ayude a denunciar a mi padre con la policía. —Apunto su rostro con su dedo dando a recalcar sus heridas.— No creo soportar ésto todo los dias de mi vida.

(...)

Al llegar a su casa se encontró con su madre cocinando la cena. No dudo en acercarse cuándo vio que estaba sola. Incluso con su padre devuelta ella se veía solitaria, le entristecia tener que separarla de su padre sabiendo que está amaba al mayor incluso siendo éste una basura de persona. Aunque él era su hijo y por lo mismo debia ayudarla, tenía que hacerla abrir los ojos cueste lo que cueste. Ya no soportaba tener que aguantar el maltrato para hacerla "feliz".

— ¿Mamá, no piensas saludarme?. —Comentó con algo de gracia asustando a la mujer. — ¿Dónde está él?.

— En la ducha, ¿porque el interés? es extraño viniendo de tú parte.

— Lo sé, nada ha cambiado, lo sigo odiando y por eso mismo ahora necesito que me escuches.

La mayor deslizó una de sus manos por la mejilla de Minho, ver aquellas heridas la hacían sentir miserable. No sabía que más hacer para volver a juntar a su familia. Amaba tanto a Minho cómo a su esposo, si tan solo esté no fuera un horrible padre todo sería diferente. Creía saber lo que el rubio le diría, siempre se preparo para cualquier favor que el menor quisiera pero éste nunca le pedía nada. Nunca le exigió nada tampoco, su hijo parecía más maduro que ella. Incluso parecía más infeliz, estaba haciendo las cosas mal y no podía parar.

— ¿Quieres que me divorcie verdad Min?.

———

YOU - MINSUNG Where stories live. Discover now