58

601 91 20
                                    

Realmente había pasado 1 año pero entonces porque seguía sintiéndose miserable y solo. Su padre siempre estaba con él, incluso había echo algunos amigos pero nada era igual.

Estaba mejor y lo agradecía, los primeros días fueron los más difíciles, incluso el mismo día que dejó a Minho solo fuera de su hogar a la mitad del camino luego de una hora de conducir le comenzó a pedir una y otra vez a su padre que volvieran pero por su bien este no lo hizo.

En las noches vivía imaginado lo que podría estar haciendo el mayor para así no pensar en lo mucho que odiaba su nuevo hogar, siempre era reconfortante imaginar la sonrisa amplia del rubio. Sus vecinos lo miraban raro solamente por su aspecto dañado, en el antiguo vecindario nadie lo menosprecio.

Muchas veces se replanteo el si había echo bien al mudarse y que si Minho se encontraba bien, suponía que estaría pasando por algo similar a lo que él pasó y eso no le gustaba para nada.

Imaginar al mayor pasándola mal por su culpa solo lo hacía querer llamarlo a la mitad de la noche, incluso una gran parte de él quería escapar de ese lugar al que llamaba "hogar" y volver a los brazos de Minho.

Jisung no ingreso a una escuela durante el año que estuvo en su nueva casa porque estaba tomando terapia para reponerse de sus problemas con la comida y su trastorno ansioso-depresivo.

Habían veces en las que salía al parque simplemente para releer mensajes viejos con Minho o algunas notas que tenía en papel de cuaderno.

Habían aceptado su relación, se habían librado del padre de Lee y sus sentimientos eran correspondidos pero, ¿Porque ahora no estaba junto a Minho?.

Inhalo ondo disfrutando de la brisa que ingresaba por la ventana del auto. Con su padre habían salido de viaje a la playa para divertirse un rato, el clima era parecido a aquella vez en la que fue con los demás a la casa de Bangchan.

— No abras los ojos o no te comprare helado. — Insistio su padre en el volante.

— ¡Que no los he abierto!, además yo también tengo dinero para comprarme un helado. — Refunfuño al escuchar el mismo diálogo que hace un momento.

— Entonces te dejaré sin mesada.

— Eso es injusto!.

La risa a su lado solo hizo que la curiosidad en él aumentara. Aquel viaje a la playa tenía una regla para él, no abrir los ojos. Al principio fue fácil pero luego de más de media hora conduciendo estaba comenzando a desesperarse.

— Llegamos.

Finalmente pudo abrir los ojos cuándo escucho las olas del mar golpetear contra ellas mismas. Sus ojos ardieron.

— Esto..

— Hemos vuelto Han.

¿Habían vuelto?. Entonces porque todo parecía sacado de un cuento. Finalmente reconoció el lugar, era la playa de su antigua ciudad. En donde muchas veces había llegado a parar con Minho luego de la escuela. Su mano no dudo en abrir la puerta del auto y bajar de éste quedando totalmente expuesto a los demás.

Sus mejillas se colorearon de un leve rosa al sentir vergüenza por querer llorar, talvez siempre fue un llorón y apenas se daba cuenta. Su corazón palpitaba rápidamente y su vista parecía ansiosa de encontrar algo, alguien.

¿Será que finalmente el destino aportaría un granito de felicidad en su vida?.

Acomodó sus cabellos castaños revueltos por el viento para poder observar fijamente la pantalla en su teléfono, una llamada entrante.

Hace mucho que rechazaba todo tipo de llamadas entonces.. ¿Porque ahora su dedo se deslizaba lentamente por el botón verde?.

Pudo sentir como la temperatura de sus manos bajaron drásticamente hasta comenzar a sudar frío en ellas. Su padre lo observaba confuso a su lado, solamente él sabía el por qué había contestado aquella llamada y eso era tortuosamente esperanzador.

Solamente deseaba que no fuera un mal sueño.

Pero como podría serlo si escuchaba a través de la línea una respiración agitada.

— Eres realmente tú?.. —Aquella voz no era proveniente de un sueño.

———

  .

YOU - MINSUNG Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt