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Minho aguardo en su cuarto durante mucho tiempo, estaba algo inquieto debido a que sabía que su padre era muy agresivo y no reaccionaria de la manera correcta pero decidió esperar a que la puerta de su cuarto fuera abierta por su madre. Le hizo una llamada a Jisung contándole todo, éste se emocionó de la misma manera que él asi que gracias al castaño su mente se despejó unos instantes. Sonreía y charlaba animadamente mientras Han se enredaba con sus propias palabras al querer decirle todo lo que pensaba a Minho. Claro que eso no duraria mucho.

Luego de unos minutos la llamada finalizó. Un ruido fuerte que provenía desde la planta baja interrumpió el sueño que Minho habia estado tenido desde que cayó rendido en su almohada. Espero a escuchar algo más pero nada parecía estar fuera de control, eso lo descolocó. Se levantó de su cama caminando hasta la puerta de su cuarto manteniendo su mano en la perilla. ¿Debia bajar o no?.

Salió de su cuarto adentrandose en el pasillo del segundo piso. A medida que se acercaba a las escaleras las voces se hacían más claras. Los dos adultos aún seguían discutiendo.

— Si quieres el divorcio es lo que te daré pero dejame decirte algo antes de todo, te aseguro que peleare por la custodia de Minho y lo haré vivir un infierno para que no puedas seguir con tú vida en paz. —Su padre parecía molesto pero no parecía haber rastro de algún golpe en el rostro de su madre.

— Puedes hacer eso pero te aseguro que ningúna persona en sano juicio te dejaría mi custodia. —Aclaró el menor interponiendose entre su madre y su padre mientras colocaba una de sus manos en su cadera prepotente. — Ya vete.

— Lo haré pero créeme que has cavado tú propia tumba, te mandare a un reformatorio en dónde te golpeen tantas veces que no puedas ni respirar, te violaran incontables veces hasta que se te quite lo maricon y te mataran de hambre para que aprendas una lección. —La madre del menor se interpuso entre éste y el señor Lee dándole una cachetada al mayor.

— No lo harás, no dejaré que Minho se vaya contigo, eres un miserable bueno para nada. —El Señor Lee pareció humear en su cabeza al escuchar aquello empujando fuertemente a la mujer para hacerla chocar contra un mueble que se encontraba allí provocando que está se quejara del dolor. Éste tomó una silla que decoraba la mesa con rapidez mientras una sonrisa escapaba de sus labios. Su rostro parecía estar consiente de lo que hacía. — Ojalá mueras, solamente me has estorbado igual que tú hijo.

Minho rápidamente se lanzó sobre su madre para protegerla del golpe cubriendola con su cuerpo. Un estruendo resono en toda la sala. La mayor quien había cerrado sus ojos con fuerza esperando el golpe soltó un grito desgarrador al abrirlos. El menor se encontraba inconsciente en sus piernas mientras sangre recorría su cabeza goteando hasta el piso.

El señor Lee pareció flaquear sobre sus piernas al observar la situación, si no escapaba iba a pagar las consecuencias. Agarró su billetera del sofá y corrió hasta la puerta principal ignorando la voz desesperada de su esposa. Cuándo giro la perilla de la puerta su plan se vio obstruido, exactamente por un hombre casi de su misma edad. El señor Han rápidamente observó detrás del cuerpo varonil a Minho y a su madre en el piso. Habia ido hasta la casa de los Lee para hablar con la madre del rubio ya que no se había quedado tranquilo desde que éste le había contado la situación de su familia.

— ¿Minho?. — Jisung quién se encontraba detrás de su padre confundido comenzó respirar con dificultad mientras sus ojos se comenzaban a llenar de lagrimas al observar la escena. ¿Minho estaba bien cierto?.

El señor Han lanzó al más viejo al piso frustrando su escape al mantenerlo inmóvil bajo su cuerpo mientras agarraba su teléfono de su bolsillo para llamar a urgencias. Jisung corrió hasta un lado de Minho a duras penas mientras lágrimas brotaban de sus ojos.

— ¿Minho esta bien verdad? —Se apresuró a decirle a la Señora Lee quien sostenía el cuerpo del rubio apegado a su cuerpo sin responder, estaba en shock. — Minho está bien verdad!?.

El cuerpo herido parecia perder calor mientras sangre coloreaban sus cabellos rubios a un color rojizo, su respiración era defectuosa y su rostro palidecia con el pasar de los minutos. Las manos de los enfermeros le arrebataron el cuerpo débil a la mujer para trasladarlo a la camilla mientras la policía colocaba unas esposas en las manos del Señor Lee.

Jisung sólo repetía la misma pregunta una y otra vez desesperado en los brazos de su padre que lo retenía de correr a un lado de su novio.

¿Minho está bien?.

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lo prometido es deuda.

YOU - MINSUNG Where stories live. Discover now