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— Yo- yo siento haberte llevado.

Mark continuaba con su cabeza agachada, mientras que sus manos le quitaba los a cordones a sus tenis para después volverlas a poner, así una y otra vez.

No quería mirar a su amigo, sabía que después de lo sucedido, el rubio se sentía triste aun cuando trataba de aparentarlo. Y el saber que él lo había ocasionado, solo lo ponía peor.

— ¿De que hablas? Yo quería ir y yo acepté hacerlo.

El rubio trataba de animar a su amigo. No sabía cuando, pero los papeles se habían invertido. Ahora el lastimado lo estaba consolado a él.

— Lo sé, pero aún así, siento que fue mi culpa.

— No lo fue, Haechan fue el que hizo el problema más grande.

El canadiense levantó la cabeza. Jungwoo lo miró a los ojos.

— Tampoco estoy enojado con Haechan, se que es su manera de preocuparse por mi.

Mark se sintió aliviado. Lo último que quería era poner a sus amigos en contra. Ya tenía demasiados problemas, no quería que ellos sufrieran por su culpa también.

— Te prometo que ya no me involucraré más con ellos. No más Yuta, o Jaehyun, o Taeyong.

— Mark...

— Pero tu también tienes que prometerme algo. No más Jaehyun, esta bien?

Jungwoo continuó mirándolo sin responder. Segundos después, esbozó una sonrisa.

— Lo prometo.

;

Evitar a Yuta era cómo evitar respirar. No podía.
No sabía si se debía al hechizo, pero a cualquier lado que iba, se encontraba al japonés. Algunas veces solo, otras acompañado. Y aunque no deseaba nada más en el mundo que ir corriendo hacia él, tenía una promesa que cumplir.

— ¿Lo mismo de siempre?

Decía Jaemin con una sonrisa. Una sonrisa que apenas y Mark podía devolver.

— Sí, por favor.

Era la primera vez en el día que no se encontraba a aquel japonés. Lo cual ya no lo sentía tanto como un alivio, pero un castigo. El canadiense no entendía cómo había pasado de huir de él, a buscarlo. El hechizo probablemente también lo había afectado a él.

Probablemente.

— Entonces le dije que no me podía importar menos y me cerró la puerta en la cara.

Del otro lado del café, se encontraba Jaehyun empujando la puerta de la entrada, mientras que continuaba contando su anécdota de la razón de su F en Historia.
La risa de Taeyong se detuvo cuando logró ver a una persona conocida dentro del café. Una persona que de hecho, el japonés no había dejado de buscar durante todo el día.

— ¿Ese no es tu amado Mark?

Yuta, quien se encontraba atrás de ambos chicos, levantó la cabeza y enfocó la mirada.

— Sí... sí lo es.

Sin pensarlo dos veces, el japonés ya se encontraba caminando hacia aquel chico.

No lograba entender cual había sido el mal que el hizo para lograr que aquel chico lo estuviese ignorando y evitando durante todo el día. Por qué aunque estuviera distraído, el pelinegro si lograba percatarse cada vez que Mark llegaba a donde estaba y cómo salía corriendo después.

Entendía que la última salida entre ellos no había terminado muy bien, pero tampoco era cómo que los problemas de sus amigos los afectarán también.
Tenía tanta curiosidad por saber que había pasado. Pero, no tanta como las ganas que tenia de estar a su lado.

Estar cerca del canadiense ya no solo era un capricho, era era una necesidad.

— Mark.

El pelinegro se sobresaltó.
Esconderse le era imposible, por lo que no le quedaba de otra más que voltear.

— Hola.

El mayor lo miró confundido. No parecía estar afectado en lo más mínimo. Mientras que él, bueno, sentía que estaba muriendo.

El sentimiento de desesperación se hacía presente cada que estaba cerca del canadiense. No lograba comprender cual era su significado. Lo único que quería era no separarse de él, por qué cuando lo hacía, todo su mundo se le venía abajo. Lo quería de una manera muy extraña, casi como si fuera una obligación.

— ¿Podemos hablar?

— Lo estamos haciendo ahora.

Mark continuaba serio. Si le daba cualquier indicio amistoso, no sabría cómo reaccionaría.
La expresión de Yuta pasó a una más seria.

— Afuera, Mark, ahora.

El japonés salió esquivando a sus amigos, seguido de un pelinegro el cual parecía bastante asustado y confundido.

Una vez afuera del café, Yuta continuó caminando hasta llegar a un gran edificio. Camino un poco más hasta quedar detrás de este. Si estaba a punto de hacer lo que creía, era mejor si hablaban en privado.

— Realmente no te entiendo, Mark. Desde que regresé de Japón, nuestra relación avanza un paso y al segundo retrocede dos. No entiendo que estás tratando de hacer.

La mirada del mayor cada vez se veía más vacía, sin emociones. Y eso, por alguna razón, hacía sentir mal al menor.

— No estoy tratando de hacer nada.

El japonés se controló.

— ¿Me creerías si te digo que creo estar enamorado de ti?

Mil escalofríos recorrieron el cuerpo de Mark.

Había soñado e imaginado ese momento demasiadas veces, que este parecía ser otro escenario mas. Pero, no lo era. Era muy real. Yuta acababa de decirle lo que mas temía. Tanto tiempo perdido, tantas oportunidades perdidas, y nunca pudo detenerlo.

Era su culpa.

— Para.

Yuta se acercó lentamente al canadiense. Con los ojos lagrimosos, el mayor no entendía por qué estaba haciendo eso. Él no estaba enamorado de Mark, verdad?
Pero, tampoco tenía otro nombre para lo que le estaba pasando. Quería estar con el 24/7, el solo hecho de verlo lo ponía feliz, y encontraba lindo todo lo que él hacía. No había otra respuesta.

Estaba enamorado de Mark.

— ¿Crees que podamos empezar a conocernos?

;;;

Hola, DWM esta de regreso!!
Ayer no dormí hasta que tuviera lo que pasaría en los capítulos restantes. Así que, buenas noticias, esta historia está a nada de ser completada sin más interrupciones.
Gracias por esperar y seguir leyendo. <3

dancing with magic [yumark]Where stories live. Discover now