El pecado en carne propia.

✳️CAPÍTULO 01✳️

El entrenador.

TN.

Solté un suspiro al despertar y estar sola en la cama.
No había rastro de mi esposo, como todas las mañanas Jimin se había ido a hacer ejercicio dejándome sola.

— señorita TN, ¿Esta despierta ya?— preguntó la chica de la limpieza tras la puerta.

— pasa — gruñí tapandome con la sábana.

— buenos días señorita— abrió las cortinas.— su desayuno está listo, dese una ducha y bajé— aconsejo comenzando a limpiar.

Me levanté a regañadientes y me dirigí a la ducha arrastrando los pies.

Me di una ducha rápida y me vestí.

Bajé a la cocina y desayuné sola, como cada mañana.

— señorita, el señor Kim trajo estos papeles, pidió que el señor Park los firmara con urgencia.— me entrego el sobre y lo recibí con una sonrisa.

— gracias Jessica, puedes retirarte.

Tomé mi bolso y salí rumbo al gimnasio...
Entré en este y el recepcionista me recibió con una sonrisa.

— buenos días, ¿Desea inscribirse?— preguntó amablemente.

— no gracias, vengo a buscar a alguien. Park Jimin.

El tecleo en su computador y me guío hacia un lugar apartado, un ring de boxeo.

Me dejó en la entrada de este y volvió a su puesto, entre a este y solo había un chico bebiendo agua.

Era mucho más alto que yo, vestía con los típico shorts deportivos y una musculosa, sus brazos estaban totalmente tatuados, su rostro era muy guapo y delicado.

Quede impactada, era muy guapo y...

— ¿cariño?— la voz de Jimin me saco de mis pensamientos.

¿De donde salió?

— ah, hola— fingí una sonrisa, me acerqué al ring donde el chico salió.

— Jungkook, mi entrenador personal. Mi esposa TN— nos presento Jimin.

Al parecer el quedó igual que yo ya que de tomó unos segundos antes de extenderme la mano.

— mucho gusto señora Park— apretó mi mano de forma educada, sus ojos penetraron los míos en una mirada que no pude deducir.

— solo TN— sonreí levemente.

— ¿Que haces aquí?— preguntó Jimin al notar que el saludo fue más demorado de lo normal.

— te traje los papeles que mandó Kim, pide que los firmes urgente— aclaré mi garganta algo nerviosa ante la mirada penetrante del entrenador.

— ah, me daré una ducha rápida y nos vamos juntos a la empresa— dijo Jimin saliendo por una puerta diferente por la que yo había entrado, sin dejarme alternativa más que esperarlo.

— así que aquí es donde Jimin pasa metido— murmuré pasando mis dedos por las cuerdas del ring.

— si, le va bien el boxeo— comento JK a mis espaldas.
Voltee a verlo con una pequeña sonrisa.

— me gustan tus tatuajes— murmuré sin pensarlo.
El sonrió con nostalgia.

— ¿tu tienes tatuajes?— preguntó en un susurro sin dejar de mirar mis ojos.

— tengo uno, me gustaría hacerme más pero a Jimin no le gustan— murmuré nerviosa.

— ¿Y?, Es tu piel no la suya. No deberías dejar que opinen sobre tu vida— se alejó un poco de mi estirando sus brazos.

— es mi esposo— respondí algo irónica.

— Eres libre de tener los tatuajes que quieras y si no te quiere así, entonces no es el indicado— me guiñó un ojo y volvió a subir al ring.

—¿Vamos?— preguntó Jimin saliendo con el cabello húmedo, asentí, nos despedimos y nos dirigimos hacia la salida con Jimin tomando mi cintura.

Voltee a ver a JK y este tenía su mirada fija en mi.

Gracias ❤️