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Un amor tan estúpido que sólo creció más con la compasión que sintió cuando el muchacho era brutalmente golpeado y torturado frente a él.

Wang Yibo abrió la puerta del calabozo y actuó tan bien que daba la impresión de ser el héroe que rescata a la damisela en peligro.

Con suaves susurros calló los gritos aterrados del contrario y le quitó la venda que cubría sus ojos. Ambos se volvieron a ver y sus ojos se extrañaban y soñaban con el anhelo de abandonar aquel calabozo.

— Tranquilo, vine a sacarte de aquí— explicó Wang Yibo en un susurro.

En cuanto desató las delgadas manos de Xiao Zhan este se cayó sobre él llorando de miedo por los días de trauma que pasó. La calidez de su delgado cuerpo era tan reconfortante que incluso Wang Yibo se sintió el héroe que interpretaba sólo para llevárselo de buena manera hacia su propia guarida.

Conociendo cada pasadizo en aquel lugar no les fue tan difícil escapar hasta que por fin pudieron regresar al exterior. Así, su propio enemigo se convirtió en la única persona en quien Xiao Zhan podía confiar ciegamente.

Wang Yibo era su héroe, era la persona que le gustaba, era la persona que lo acogió en su casa y lo cuidó todo el tiempo que necesitó para recuperarse de las traumas que pasó tras estar encerrado en aquel lugar.

Luego se convirtió en su novio y pronto sería su esposo, pero nadie tenía que saber que la persona que vivía con ese hombre era el ex heredero de la corporación Sean, pues ese ya fue declarado muerto hace tiempo atrás.

FAIRYTALE.    //    YizhanМесто, где живут истории. Откройте их для себя